Diccionario de
la pandemia (A-G)
En el último año y medio el gobierno nos enseñó el significado de muchas palabras que no conocíamos, o que antes querían decir otra cosa.
por SEÚL
En el último año y medio el gobierno nos enseñó el significado de muchas palabras que no conocíamos, o que antes querían decir otra cosa.
por SEÚL
El gobierno dijo que suspende las pruebas Aprender por culpa de la pandemia. No es cierto. Lo hace por prejuicios ideológicos: al kirchnerismo nunca le gustaron las estadísticas.
por Mónica Marquina
El ascenso global de China fuerza a la Argentina a uno de los desafíos que más detesta y que peor resuelve: pensar la agenda de este siglo sin las ataduras del pasado.
por Fernando Pedrosa
Ni en la Fórmula 1 ni en la política Carlos Reutemann aceptó transformarse en la figura heroica, dicharachera y carismática que el país le reclamaba.
por Esteban Schmidt
Hay una noción instalada que dice que el rock es de izquierda, pero eso es falso. El rock encarnó siempre el espíritu de libertad física, psíquica y también ideológica.
por Sergio Marchi
Las ideas políticas del escritor siempre fueron polémicas e incómodas para muchos, pero es hora de aceptarlo en su totalidad. Sus opiniones fueron disruptivas y adelantadas a su época.
por Juan Villegas
Mientras Exactas de la UBA no tiene clases presenciales desde marzo de 2020, sus autoridades sacan comunicados y arman charlas que traicionan el método científico y se encolumnan con el Gobierno.
por Gustavo Noriega
Se dice mucho que en la Argentina es difícil lograr acuerdos. Cuatro leyes recientes muestran que, para las malas ideas, el consenso es bastante fácil.
por Daiana Molero
El gobierno manipuló datos para justificar tanto el cierre como la reapertura de las escuelas. En el camino, sigue menospreciando los terribles efectos del cierre en los niños y en nuestro futuro.
A pesar de los vaivenes del país y sus propios nuevos problemas, la provincia resiste gracias a su fe en el emprendimiento individual y la moderación política.
por Rogelio Alaniz
Abandonado el intento modernizador de la Superliga, el fútbol argentino retrocede hacia un neo-grondonismo corporativo y conservador. Al país le pasa un poco lo mismo.
Los crecientes ataques contra quienes se desvían de la ortodoxia ‘woke’ pueden parecer una travesura académica, pero hay que tomarlos en serio.
por Luz Agüero