
Salvamos al voto castigo
A pesar de la campaña del miedo, la amenaza a la democracia era Massa. La jugada de Macri fue la correcta: volvió a unir a la oposición no a través de sus dirigentes, sino de sus votantes.
Por Gustavo Noriega
Licenciado en Ciencias Biológicas de la UBA, donde se dedicó a las estadísticas, trabajó en el INDEC procesando censos y encuestas hasta que el periodismo y la crítica de cine lo hicieron tomar otros rumbos. Fundó y dirigió la revista El Amante/Cine. Escribió cinco libros con temáticas que van desde la política hasta el fútbol, pasando por el cine. Participa de programas de televisión y radio de interés general y escribe regularmente en el diario La Nación. En Twitter es @Gus_Noriega.