
No me quiero poner el moño
El caso de Gina Carano muestra que ya no es el Estado sino el mercado el que dice qué se puede decir o pensar. Como el mercado es más eficiente, las listas negras ya no son necesarias.
Por Diego Papic
Editor de Seúl. Periodista y crítico de cine. Director de cinenacional.com. Fue redactor de Clarín Espectáculos y editor de La Agenda. Colaboró en la revista Orsai, en Hipercrítico y fue guionista de Yo digo, programa de Mariano Cohn y Gastón Duprat emitido por La TV Pública. Trabajó en Radio Nacional, en La 1110 y en Radio Berlín. En Twitter es @dieguez_.