
Un ‘woke’ real
En ‘En la sombra’, el príncipe Harry se pone el traje de víctima, uno de los más lucrativos del mercado cultural contemporáneo, para lamer sus heridas y hablar mal de sus parientes.
En ‘En la sombra’, el príncipe Harry se pone el traje de víctima, uno de los más lucrativos del mercado cultural contemporáneo, para lamer sus heridas y hablar mal de sus parientes.
En América Latina se rompió el consenso democrático y los gobiernos priorizan la simpatía ideológica antes que la defensa de los derechos humanos. Esto abre la puerta al autoritarismo.
Por Ignacio Labaqui
Nadie quiere vivir en la polarización extrema, pero el populismo no propone ningún horizonte de reconciliación. Por eso no hay que superarla sino disolverla, con nuevas ideas y nuevos símbolos.
Por Julio Montero
En el cine de Steven Spielberg, los sistemas de control son derribados por fuerzas y pulsiones inmanejables: life finds a way.
Si queremos que los cambios sean duraderos, no se pueden imponer. Acusar al otro de que es malo no sirve para nada.
Por Santiago Sena
A tres años del cierre de escuelas por la pandemia, una decisión del Gobierno apoyada por la mayoría de la sociedad, los expertos dicen que fue un error con graves consecuencias para los chicos.
No se puede enfrentar un problema como el del narcotráfico sin una estrategia integral de seguridad nacional.
Por Paola Di Chiaro
Los extremos son ruidosos, pero el sentido común está en el centro.
Por Juan Villegas
Tres años después, está claro que los gobiernos de casi todo el mundo se excedieron en su gestión de la pandemia. ¿Por qué? Tres lecciones para que no vuelva a pasar.
Un documental sobre la frustrada Superliga Europea es un punto de partida para entender los conflictos de organización y negocios en el fútbol actual.
Por Eugenio Palopoli
La producción de litio es una gran oportunidad para cambiar la economía del noroeste y enderezar la macro del país. Pero todavía estamos a tiempo de arruinarla.
Volvió ‘Duro de domar’, programa emblema de la era kirchnerista, pero los tiempos ya son otros. Los panelistas menos K garantizan una opinión disidente pero inofensiva.
Por Diego Papic