Un acuerdo político post-elecciones es necesario, pero no se puede negociar con una coalición que no es confiable. ¿El FDT quiere el consenso para salvar al país o para salvarse a sí mismo?
Si el populismo es como la Iglesia, necesitamos una reforma. ¿Quién será nuestro Galileo, nuestro Voltaire? Busquemos en la ficción: Shakespeare y Dostoievsky, improbables Durán Barba.
Después de un año y medio caótico, ideologizado y guionado por el Instituto Patria, el gobierno parece haber dado un giro pragmático en su política exterior.
La situación del sistema educativo no da para más. El camino es evaluar, unir educación con trabajo, revincular a los chicos que perdimos por la cuarentena e incluir a los padres en las decisiones.
El sistema electoral argentino es seguro, pero nuestra cultura política, sobre todo en algunas provincias, y el festival de dádivas que estamos viendo dejan espacio para el ventajismo político.
La Secretaría de Comercio puede ser un organismo potente para eliminar monopolios y dar más competencia. El gobierno prefiere usarla para bajar la inflación, algo que no puede ni debe hacer.
En ‘El ocaso de la democracia’, Anne Applebaum alerta sobre la complicidad de intelectuales y periodistas en el ascenso de los populismos. Las redes sociales, la pandemia y el caso argentino.
Las categorías de izquierda y derecha se han convertido más en un rasgo identitario que en posturas claras. Hay que despojarse de etiquetas que sólo sirven para estigmatizar u ostentar superioridad moral.
Todo el mundo sabe qué hay que hacer para sanear la economía. Lo que no todos reconocen es que cada acción en la dirección correcta traerá costos políticos y sociales en el corto plazo.
La lucha contra la pandemia en el país vecino fue ejemplar por su seriedad, su enfoque integral y sus fundamentos científicos. Sobre todo si se la compara con el caso argentino.