Cuando aparecieron los shoppings a fines de los ’80 y principios de los ’90, el progresismo los observó como una amenaza capitalista. Hoy son parte del paisaje, irrelevantes en la conversación pública.
En ‘El fotógrafo y el cartero’, documental sobre el asesinato de Cabezas, dicen que el crimen fue un símbolo de la impunidad. Me pareció al revés: su resolución fue un éxito de las instituciones.
Las fotos de Maxi Magnano y la serie de Sebastián Wainraich son, entre otras cosas, una reflexión sobre el paso del tiempo y los lugares donde vivimos.