Esperábamos una brisa y pasó un huracán. ¿Qué hacemos los miembros de la amplia familia liberal-democrática con los resultados de ayer? ¿Con qué los comemos? Ese vehículo electoral llamado Juntos por el Cambio parece más abollado que hace una semana, y sin embargo todavía tiene chances reales de volver al poder en diciembre. Nos burlamos durante meses de los que decían “tres tercios” y al final tenían razón. ¿Y ahora qué hacemos? Todavía en estado de emoción semi-violenta, les pedimos a nuestros editores y a algunos de nuestros autores que nos cuenten qué sienten, qué ven, qué creen que paso, qué creen que pasará. Acá abajo, el principio de una conversación que debería seguir durante varias semanas. Arrancamos con catorce. En las próximas horas y días iremos sumando nuevos aportes.
El GPS ya está seteado | Alejandro Bongiovanni
Ni con el diario del lunes | Bernardo Erlich
Encontrar la tortuga | Julián Gadano
Entre dos populismos | Luis García Valiña
Sólo se puede ser auténtico | Hernán Iglesias Illa
En busca del tiempo y los votos perdidos | Ignacio Labaqui
Lo nuevo por conocer | Victoria Liendo
Entender qué pasó y recuperarnos | María José Navajas
Expertos que no expertan | Gustavo Noriega
Otro cross a la mandíbula | Eugenio Palopoli
Hay que volver a dejarse el bigote | Diego Papic
Recuperamos la coalición como vehículo opositor al statu quo | Gabriela Saldaña
La credibilidad de un falso profeta | Carlos Segura
Algo más que voto bronca | Juan Villegas
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