Ante la crisis del Gobierno, que se veía venir desde el principio, Juntos por el Cambio debe decidirse a enfrentar el corporativismo y no, como quieren algunos, ser una especie de peronismo “prolijo”.
El peor gobierno desde 1983 dejará tierra arrasada, pero JxC tendrá una oportunidad histórica: terminar con la demagogia y el populismo. No será fácil.
El cuarto gobierno kirchnerista creyó que podría continuar con el populismo aunque no tuviera plata. Ahora no puede ni acertar con el diagnóstico de la crisis.