Los antisemitas línea fundadora querían un Estado judío para que los judíos se fueran lejos. Los antisionistas de ahora no quieren que haya judíos ni en Israel.
José Bové, el agricultor francés que lidera las protestas contra Bruselas, es una mezcla de Grabois y De Mendiguren: reclama privilegios mientras se infla el pecho de patriotismo.
El viernes empezó un Milei que reconoce sus limitaciones. Mientras tanto se apoya en el plan de Caputo, pragmático y equilibrista, el mejor posible para un presidente en su situación.