El parque temático ‘Perón volvió’, organizado por el Grupo Octubre, es un intento de modificar el pasado para reconstruir un paraíso perdido peronista. Ya no se lo cree nadie.
En 1995, la novela ‘Santa Evita’, de Tomás Eloy Martínez, usó la literatura para entender el mito. Hoy ese mito está muerto, por eso la serie de Star+ no tiene nada para contar.
El kirchnerismo es típicamente peronista en su obsesión por imponer una narrativa que reescriba el pasado, interprete el presente y se proyecte hacia el futuro.
Perón fue esencialmente antiliberal, pero no abandonó del todo las instituciones: las modificó a su gusto para que respondieran a sus concepciones políticas y construir así su hegemonía.
En ‘Peronismo para la juventud’, Natalí Incaminato repite los lugares comunes del mito peronista con una pretendida pátina humorística y un lenguaje pseudo-joven.
Si en noviembre se repite el resultado de las PASO, la hegemonía kirchnerista en el Conurbano estaría terminada y el peronismo ya no tendría por qué aceptar el liderazgo de Cristina.
La embestida del Gobierno contra el Poder Judicial se inscribe en la más pura ortodoxia peronista, desde los jueces constituyentes de Perón a la creación y remoción de la mayoría automática menemista.
Buena parte de nuestra sociedad pretende que el Estado le solucione sus problemas. La consecuencia lógica es que ese mismo Estado se meta en todo, aun en nuestra menstruación.