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Cazafantasmas

La pantalla como espejo

La charla de hoy es con el podcaster y tuitero Felipe Laciar. Hablamos sobre las diferentes maneras de representar lo gay en el cine y por qué 'Llámame por tu nombre' es tan icónica como los X-Men.

Quizás porque los judíos siempre estuvimos sobrerrepresentados en el cine, nunca entendí demasiado el ansia de otras minorías por verse reflejadas en la ficción. Nunca me interesó ver Shtisel, por ejemplo. Sí me devoré la primera temporada de Fauda, pero no sé hasta qué punto mi interés tuvo algo que ver con la identificación con los personajes. De hecho, como judío porteño poco tengo que ver con un agente de la Fuerza de Defensa de Israel, más allá de nuestro gusto por los knishes.

Hoy conversé con Felipe Laciar, el creador del podcast Putopia, en el que reflexiona sobre el “ser gay”, e inevitablemente la charla se fue hacia esos temas. A fin de año se va a estrenar la primera película de Marvel con un superhéroe abiertamente gay (Eternals) y la cuestión es prácticamente insoslayable: ¿la identificación del espectador con el personaje es tan lineal? Por supuesto, hay tantas respuestas como personas. Acá, algunas reflexiones.

Diego Papic

¿Qué estuviste viendo últimamente?

Felipe Laciar

Yo soy muy fan de la ciencia ficción. El otro día un chico trajo a casa para ver Barbarella, una pelí del ’68 muy cómica del género. En los ’60 había un discurso sobre la sexualidad que todavía hoy puede ser cómico. Cuando salió esta peli mi vieja tendría 3 años e igual me pareció tremenda hoy, me parece raro cruzarme con algo así.

Diego Papic

¿Por qué?

Felipe Laciar

Bueno, la película es sobre una mujer del espacio (Jane Fonda), de una especie avanzada que no necesita violencia, a quien mandan como representante a investigar un planeta porque piensan que sus habitantes pueden estar desarrollando armas. La chica es hermosa, primero que nada, y todas las armas que se va cruzando son máquinas sobresexualizadas. En el trayecto ella descubre el orgasmo, busca tener sexo con las distintas personas que se cruza, todo en un clima espacial muy naive de esta especie pacífica, mezclado con esa estética sexual muy extraña de la época. Onda las paredes de la nave están hechas de ese felpudo extraño. La casa rodante que construyó mi abuelo por esa época tiene el mismo felpudo y me resulta horroroso, pero también cómico cómo eso podía significar una bomba sexual en su época. No es una peli para pensar. Por lo general, la ciencia ficción gana puntos por ese lado, con pelis como Coherence o La llegada. Esta me sorprendió por esa mezcla de lo superficial y lo cómico en el género.

Diego Papic

Hay un lugar común que yo odio, como todos los lugares comunes, pero que tiene algo de verdad, como todos los lugares comunes también, y es esa cosa de “¿hoy se podría filmar eso?”. ¿Cómo se ve Barbarella desde hoy?

Felipe Laciar

Hoy sería imposible, o al menos demasiado criticada. Hoy se habla del empoderamiento que da la belleza como algo a combatir, porque genera desigualdades. Además, obvio que ella es un objeto sexual evidente. Me interesa esa tensión que hay, que al mismo tiempo la persona está empoderada por su belleza y eso debe combatirse, pero es objetivada y debemos ayudarla a escapar de eso.

Igual creo que hay espacio para ese tipo de cine, sólo tenés que fumarte el neopuritanismo que hoy requiere heroínas inteligentes, lindas pero no sexualizadas y victoriosas sin que nadie nunca las golpee.

Diego Papic

¿Se te ocurre alguna película hoy que vaya por ese lado? La crítica que se me ocurre obvia hacia Barbarella es que la dirigió un varón y la escribieron varones. Hoy está lleno de películas hechas por mujeres, quizás no todavía tantas como por hombres, pero ¿cómo muestran la sexualidad? Hace veinte años, Virginie Despentes dirigió Baise-moi, que es una película feminista y porno. ¿Hoy qué hay como eso?

Felipe Laciar

Uf… Hoy lo que veo es que tenés cosas de sexualidad que tienden a lo macabro, como Gaspar Noé, o el cine más gay como la película icónica Llámame por tu nombre. Creo que de sexualidad gay, esa fue una ruptura hacia lo masivo desde una perspectiva “realista” por primera vez en ese sentido. Una película que llega al cine y a las familias, donde tenemos cruces etarios importantes, fantasías juveniles, lo explícito de la búsqueda del sexo con la torpeza con que se maneja. Ahí tenés algo de sexoafectividad sin tanto tapujo, aunque no porno en sí.

Diego Papic

¿Te pareció tan importante Llámame por tu nombre? ¿En qué sentido?

Felipe Laciar

Creo que se tiene miedo de hablar de lo gay todavía, porque es una comunidad que hereda una cultura muy particular. Desde los “polos progresistas” hay una intención explícita de vender un gay civilizado, incluso cuando su orientación sexual sea explícita. Las producciones culturales masivas por lo general hablan de una experiencia de vida que a simple vista parece minoritaria. Entrevisté a mucha gente y conocí muchas historias de vida, y por lo general lo que escuchamos son historias absolutamente distintas a la TV. Esto no es bueno tampoco para los gays.

Hay una tendencia a ver la experiencia gay como un fragmento de la experiencia heterosexual, que se debe llenar o completar. Es entendible en cierto punto que se lo quiera vender así, como que el ideal gay es hoy poder tener una pareja y un hijo, y hacer todo lo que la pareja hetero quiso siempre hacer. Pero eso es también ocultar muchas historias de vida que fueron absolutamente felices de maneras disidentes.

Llámame por tu nombre no llegó a quebrar y mostrarnos una experiencia absolutamente invertida, pero pudo darnos una historia de desamor que al mismo tiempo tampoco llegó necesariamente a serlo. Un chico joven que se enamora de un hombre más grande que eventualmente se va y él queda solo. Sigue cayendo un poco en el lugar común de la tragedia de ser gay (a mí me copa hablar de las otras posibilidades de felicidad que existen), pero al menos es más honesta. ¿Lo usó el hombre más grande o el chico a él? ¿Quién tenía el poder? Plantea preguntas que son gays, particularmente.

Diego Papic

¿Son gays? ¿O vos decís que si estuviéramos hablando de un tipo más grande con una chica más joven no habría dudas de que el mayor la usó a ella?

Felipe Laciar

Yo creo que hoy si Llámame por tu nombre fuera una película donde el personaje joven es mujer, la lectura en ese sentido sería unidireccional. Hoy puede ser visto incluso como border plantear que es la chica que todavía no es adulta la que usa al hombre. Hoy no es una pregunta que se pueda hacer, tal vez mañana sí. Tampoco es que las preguntas son eternas, responden a planteos de una época.

Diego Papic

Una cosa que me gustaría saber es si a vos te interesa ver en el cine historias que te representen o si tu interés va por otro lado. O sea, ¿si una película tiene temática gay ya suma puntos?

Felipe Laciar

Diría que es más usual que el cine me enfurezca por intentar representarme. No creo que la representación por la representación en sí tenga un valor. Lo que me interesa del cine es que traiga preguntas, que ayude a pensarnos. Me gustó en parte que Llámame por tu nombre abriera debates que podían ser muy micro a prácticamente toda la comunidad, e incluso la sobrepase. No sé si tocaron la mejor pregunta, sí sé que tocaron una pregunta existente y eso tuvo repercusiones.

Después el cine no necesariamente debe ser gay para tratar lo gay. Hay muchas apropiaciones de X-Men, por ejemplo, por la comunidad gay. Yo hago mucho énfasis en los paralelos entre los debates de fines del siglo XIX sobre la cuestión judía y los debates contemporáneos sobre disidencias. No se trata en sí de saber representar lo que algo es (lo que es imposible) o lo que queremos que sea (que es una voluntad medio autoritaria), sino de saber agarrarse de una grieta en lo que es.

Diego Papic

¿Cuál sería la apropiación gay de los X-Men?

Felipe Laciar

X-Men tiene esa cuestión de “los mutantes”. Son gente rara, todos diferentes, rechazados por la sociedad. Existe incluso una “cura”, que muchos mutantes buscan activamente y contra la cual los otros luchan. Hay dos ramas de mutantes: los integracionistas, con el profesor Charles Xavier buscando unión, y los más combativos que lidera Magneto, como una especie de Malcolm X de los mutantes. Todos tuvimos un período radicalizado, todos vivimos el querer “curarnos” o el querer convencer a otros de que está perfecto ser como somos aunque a veces otros no nos acepten. Todos vivimos ese tránsito de aprender a querer lo que a uno lo hace diferente a algunos, parecido a otros o único en alguna cosa. Lo más grande que tienen los X-Men es que la lectura gay parecería muy clara, pero también se puede dar en muchas otras experiencias. Y eso a su vez hace que sean ídolos muy accesibles para que personas que no quieren consumir contenido explícitamente LGBT, porque no se hallan ahí, igualmente puedan volver sobre sus propias experiencias con preguntas. Puede haber un X-Men gay, porque es real que los gays existen, y porque tal vez a un hetero le viene bien entender eso. Pero no necesariamente el X-Men gay sea aquel que efectivamente lo es, para uno.

Diego Papic

Eso es interesante, porque últimamente se reclama (y se consigue) que haya un superhéroe negro, un superhéroe gay, una superheroína mujer, y está muy bien. Pero no necesariamente la cosa tan literal termina funcionando. Lo de los X-Men es así y de hecho las películas empiezan con Magneto de niño en Auschwitz. En el mundo Marvel están los Inhumans, que van por ese lado también. Estoy viendo Agents of S.H.I.E.L.D. y por un lado tenés a los Inhumans, que son perseguidos por ser “freaks”, “diferentes”, pero a la vez tenés personajes gays cuya orientación sexual se comenta muy al pasar. Por supuesto esto está muy pensado.

Felipe Laciar

Sí, no sé cuánto ayudará hacer personajes cuya orientación sexual sea efectivamente central. Yo considero que me atraviesa plenamente el ser gay, pero tuve que pasar por un proceso largo para llegar hasta acá. Hace algunos años no hubiera consumido superhéroes gays, pero hace una semana me vi She-Ra en tres días y me sentí profundamente representado por una chica que encarna otras rarezas que vivo, como todos.

Diego Papic

¿Por qué te interesó She-Ra?

Felipe Laciar

Me gustó particularmente un personaje que se llama Entrapta. Vive mucho algo que siempre viví yo de la dificultad de comunicarse con otras personas y de entender sus intenciones, sumado a buscar obsesiones que nos den felicidad. En una cena la puso un chico para ver unos capítulos y terminé mirándola, buscando dónde aparecía este personaje casi secundario. Creo además que el personaje de She-Ra me enganchó por eso de darse cuenta de que tiene que oponerse a como siempre pensó que tenían que ser las cosas.

 

 

 

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Diego Papic

Editor de Seúl. Periodista y crítico de cine. Fue redactor de Clarín Espectáculos y editor de La Agenda.

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