Los géneros tienen la hermosa cualidad de traficar las ideas más complejas mientras parece que te están contando otra cosa. Quizás en esta época en la que parece que todas las películas dicen lo mismo y de la misma manera, los géneros sean el mejor refugio.
Hoy hablamos con el dibujante y humorista Bernardo Erlich sobre Them, la nueva serie de Amazon, que parece haber burlado la agenda woke con sofisticación. También hablamos sobre la diferencia entre el cine y las series, sobre Bonanza, sobre Lost y sobre la utopía de “desver” Mad Men.
Bernardo Erlich
Me puse a ver Them por Amazon. Pinta muy buena. Re stephenkingesca.
Diego Papic
¿Cómo elegís las series para ver?
Bernardo Erlich
Es medio aleatorio. Si la recomienda alguien con el que tenés afinidad en los gustos, la miro. O por ahí te cruzaste con el trailer y te interesó, o la venís esperando porque es de un showrunner que te gusta o el actor o la actriz. Lo que pasa es que antes había que salir a buscarlas al ciberespacio y ahora los servicios de streaming te las tiran en la jeta. A Them la recomendó @_Pastel en Twitter.
Diego Papic
¿Y de qué va?
Bernardo Erlich
Es de terror, lo cual es un problema, porque tengo un inconsciente con puerta giratoria y esas cosas se me meten en los sueños Así que me vi el trailer. De momento parece Get Out meets The Stepford Wives meets It. Llevo tres capítulos. El punto de partida es una familia negra que se muda en los 50 a un barrio blanco tipo el de El joven manos de tijera y la van a pasar horrible (no es spoiler, es el trailer). Así que lo que en apariencia sería un tema de la agenda woke (la opresión de los negros a manos de los blancos) se transforma en algo muy perturbador que es justamente lo opuesto a esa agenda. Así que por más que me haga caca en los sueños porque se me meta algún resto diurno de la trama, la tengo que ver. Está muy bien narrada, es muy sofisticado todo.
Y es una historia de las que me gustan: pasan cosas. Pasan y se nota que pasan. A veces pasan y no se pone el acento en que están pasando, ésas también son de las que me gustan.
Diego Papic
La voy a ver. Get Out me gustó bastante, más allá de que creo que la resolución es demasiado convencional. Te transmite muy bien el terror de ser negro entre blancos (un terror que uno no puede imaginarse) sin ser la basura de 12 años de esclavitud. Bueno, es lo genial de los géneros.
Bernardo Erlich
Sí, es algo por el estilo en el enfoque de género popular: el terror. Get Out era muy divertida porque justamente llevaba esa idea de opresión al absurdo. Es como una carcajada argumental que vire de ¿Sabes quién viene a cenar? a eso. Y además me pasa que si en medio de un género popular encontrás algo extraordinario, es como que vale doble. O sea: ¿qué pasa si a la típica trama de blancos que se quieren sacar de encima a los negros le metemos una entidad y además resulta que los negros están más perturbados que los blancos? Ese momento en que se va todo al carajo es impagable y se está volviendo cada vez más difícil de encontrar porque al filtro de la censura ahora se lo reemplazó por el filtro del “deber ser”. Y en ésta se ve que no hay filtros.
Diego Papic
Es que la verdadera igualdad es cuando los villanos también son negros. Por eso me gustó bastante Luke Cage, por ejemplo. Ahí el héroe es negro (antes de Black Panther) pero los villanos también. Y no solo son negros: se aprovechan de su negritud ante la opinión pública. Gran personaje de Alfre Woodard.
Bernardo Erlich
Claro, pero ahí están igualados cromáticamente. Es normal que haya villanos negros si los héroes son negros. El cliché sería que el negro sea el héroe y el villano un blanco malvado. Para contrarrestar el cliché de que el blanco es el héroe y el negro el siniestro. Si todos son del mismo color es como que el sistema de relaciones entre buenos y malos queda en un tema interno de la misma comunidad.
Acá, por lo que se puede ver hasta ahora, están todos hechos más o menos mierda por distintas razones. Y no se sabe cómo va a terminar. Tiene un detalle de que la puesta en escena es hiperartificial en los blancos, muy al estilo del manierismo de Burton en El joven manos de tijera o True Stories, la de David Byrne. Y en cambio en los negros la estética está más cerca de algo real. Es como si los tipos se hubieran mudado al País de las Maravillas del mundo bizarro.
Diego Papic
Me la vendiste.
Bernardo Erlich
Lo mejor que tiene es que no sé cómo va a terminar, cosa que en las series actuales muchas veces se percibe como medio prefabricado. O sea: diez capítulos, tres buenos, dos que decaen, un bache en el medio y tres fuertes de fondo, y al final lo ves venir desde el número dos.
Diego Papic
El problema con las series suele ser que están alargadas. Pocas se sostienen por 10 o 13 capítulos. Yo estoy en plan Marvel Cinematic Universe, viéndome TODO. Arranqué la primera de Iron Fist. Pero no casualmente me parece que la mejor de todas es Agents of S.H.I.E.L.D. y creo que es porque es la única que solo podría ser una serie. A la vieja usanza
Bernardo Erlich
Claro. Es lo que mi generación entendía como serie: el capítulo de la semana. Eran más series de los personajes que de las historias. Cuando veías Bonanza, el tema eran los Cartwright, el padre y los hijos. Sabías que cada semana le tocaba un capítulo a alguno, que si era Joe era un tema de minas, que si era Hoss era comedia, las tramas más adultas le tocaban a Adam. Lo que te atraía era esa familia.
O los muchachos de Ruta 66. Los tipos viajan en un auto y se quedan cada semana en un lugar distinto. Totalmente inverosímil. No importa: están los flacos y el descapotable, que todos soñábamos tener. De ese tipo de serie hubo hasta hace poco: fijate House. Y sigue habiendo, pero creo que son a las que menos pelota les damos ahora, porque muchas están hechas como con un molde.
Y en el modelo de temporada completa, sobre todo corta, el tema creo que es más la historia: “va a pasar algo que se va a desarrollar en diez capítulos”.
Diego Papic
Bueno, esa cosa de río y de narración coral estaba también en Mad Men (aunque no los capítulos unitarios de House). Mad Men es una película larga. ¿Qué hay ahora así? No me refiero solo a la calidad, sino a esa estructura. De ver crecer a los personajes a lo largo de años. Como a A.J. y a Meadow Soprano.
Bernardo Erlich
Mad Men. La veo una vez por año, creo. Y me gustaría desverla para verla de nuevo por primera vez. En la que pasa algo así, ahora, es en Shtisel (sí, ya sé, me pongo obsesivo con esa serie). Pero se dio casi por un tema de producción. Pensá que a las primeras dos temporadas las hicieron en 2013/14. A la nueva la hicieron seis años después. Los nenes de la primera ahora son adolescentes y se convierten en la nueva generación de personajes. Tiene mucho de Mad Men, Shtisel. Unos hilitos medio invisibles, pero se conectan en cierto nivel.
Diego Papic
Bueno, pero es distinto. No los ves crecer. Six Feet Under o Los Sopranos son casi como Boyhood avant la lettre.
Bernardo Erlich
Claro, porque hubo continuidad. Pensá en el despelote que se armó en Lost con Walt, que creció de golpe y se suponía que llevaban poco tiempo en la isla. Le tuvieron que inventar misterio al crecimiento adolescente.
Diego Papic
Estamos hablando mucho de series, y está muy bien. Acá se puede hablar de cualquier cosa, incluso de política. Pero aprovecho para preguntarte algo que a mí me pasa un poco. ¿No te da culpa ver series? O sea, ponele que Them está buenísima. Pero si pensás que en ese tiempo podrías haber visto cinco películas, ¿no te parece que perdés el tiempo? Y más cuando ves de esas series que te dicen “se pone buena en la octava temporada”.
Bernardo Erlich
Siento que son dos moods distintos. O sea: yo crecí viendo series en la tele y películas en el cine. Ahora tengo todo en la tele. Sin embargo, me parece más natural tirarme en la cama con un café y ver un capítulo de algo. Para ver una película tengo que estar en otra disposición del espíritu. Aun cuando sé que la puedo parar y seguir viéndola mañana. Las series son como ver algo en pantuflas y las películas requieren que me ponga mentalmente un traje. Entendiendo traje como una predisposición distinta. Igual también las veo, pero le tengo menos paciencia a una película mala que a una serie del montón. Aun cuando entiendo que debería ser al revés.
Pero preguntás algo interesante ahí. ¿En qué momento siente uno que pierde el tiempo? Es una pregunta a la vez práctica y existencial. Creo que lo que te proporciona placer, tranquilidad, estabilidad emocional de algún tipo, por más que sea una boludez en apariencia, está en las antípodas de perder el tiempo. Sería como preguntarse si el tiempo en el que uno anda en zapatillas no los está perdiendo de andar en zapatos: y no, las zapatillas son más cómodas.
Diego Papic
Me dejaste pensando. Me voy a ver Them.
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