No fue una “invasión argentina“, fue un intento de recuperar lo que es nuestro. No escriban estupideces. Copio su “desinformación” a todos mis contactos.
–Roberto Roggerone
Hola, buenos días. Ustedes escribieron: “Pasado mañana se cumplen 42 años de la invasión argentina a Malvinas”. ¿Por qué mencionan “invasión”? No fue una invasión. No podés invadir lo que es tuyo.
Revisen esto por favor.
Gracias. Saludos,
–Sergio F. Lopes
Me refiero a las dos notas de Hernán Iglesias sobre Roberto Aizcorbe (nota 1, nota 2), porque tenía la esperanza de que continuara con su curiosidad. Porque siendo un autor genial y olvidado, faltaría rescatar sus trabajos en la revista El Burgués, creación suya que supera mucho todo lo anterior; y sus enormes libros, destacables por la erudición y profundidad que derraman. Es raro que todo lo que se sabe de él sea lo rescatado por Hernán Iglesias y lo que se encuentra de sus obras en Mercado Libre, aunque es un enorme autor que debería ser difundido y leído.
Agradezco a Iglesias por eso.
–Fernando Goldaracena
Malvinas no existe. Dejen de delirar y romantizar esas islas inglesas que nunca serán de Argen-china.
–Esteban Acevedo Flor
Disfruté Una semana en Malvinas. Ayuda a entender la realidad de las islas, la perspectiva de sus habitantes y poner en ese contexto mis propios sentimientos. ¡Gracias Marcos!
Aunque sospecho que otros lectores habrán abusado ya del siguiente comentario: las pobres ovejitas serían esquilmadas sólo si además de la esquila hubieran sido defraudadas.
–Horacio Taboada
Querido Hernán,
Que junto con tu familia hayas pasado unas felices Pascuas. Es mi sincero deseo, en tu refugio de la costa.
En esta mañana del 2 de abril se juntan los recuerdos, y no sólo de esta fecha: al ser días, en los medios de comunicación, redes sociales, etc., en que el “pasado” se pone sobre la mesa, y es revisitado, y se opina sobre lo que cada gobierno hizo o dejó de hacer, quisiera enfocarme en el futuro.
Según lo que aprecio de esta realidad, con la humildad del caso, interpreto que gran parte del dolor que estarían causando las políticas del presidente, total y absolutamente necesarias, se mitigaría notablemente si la “oposición”, haciendo autocrítica de los últimos años, brindara su colaboración desde el Congreso, facilitando los decretos y leyes que necesita el Gobierno, aunque los presente en una forma “atolondrada”. Y los gobernadores, sin descuidar sus provincias, tienen mucho en que colaborar con la nación.
La Corte Suprema tiene en sus manos autorizar o no muchas de las medidas que ayudarían a suavizar el ajuste, o a hacerlo mas corto en el tiempo, ya que si los “inversores”, tanto extranjeros como argentinos, vieran asomar prontamente la gobernabilidad, pondrían manos a la obra y abrirían sus portafolios y empezarían a circular esos dólares por la economía, y Toto Caputo se secaría la frente con el pañuelo.
Creo que se necesita oír muchas más voces en ese sentido. Es muy probable que, si las medidas que se están tomando son cuestionadas continuamente, y gran parte de quienes podrían morigerar esto están agazapados para ver “cuando cae Milei”, y haciendo “un mundo” de cada trabajador despedido del Estado, cuando antes nos quejábamos de los ñoquis, esto “termine mal” y el actual esfuerzo de millones de esperanzados se precipite al vacío.
En las próximas semanas se verá el grado de madurez y honestidad de los políticos argentinos, diputados, senadores, gobernadores: en sus manos, sus votos y sus decisiones está el porvenir de esta nación.
¡¡Abrazo grande!!
–Daniel Stoessel
Estimados, excelente columna.
Sobre El problema de los tres cuerpos, en su versión presentada por Netflix, presenta el tema de la “traición” y explora sus mecanismos. Esos motivos por los cuales alguien actuaría en contra de su especie, de sus compañeros.
“Para salvarnos de nosotros mismos”, frase que menciona Ye Wenjie para justificar la “gran traición”. Esta nace en el cristianismo y se expone como motivo de la salvación que trae Jesús. Como somos incapaces de superarnos, requerimos de un salvador.
La serie está llena de elementos religiosos. Un ser superior invisible, que habita en el cielo, que anuncia su llegada, que encuentra un “profeta” para preparar su llegada, que todo lo ve.
Diego, excelente columna.
–Pablo Bevilacqua
Para pensar en un futuro hay que escribir el pasado y no detenerse, pero sí saber cómo fue y no cómo dicen que fue.
–Alfredo Ricardo Lanusse
No me ha gustado la entrevista. No aporta nada al tema. El entrevistador se ha limitado a tirarle centros a la cabeza a la entrevistada. Nunca la pone en aprietos, se cuida de adoptar perspectivas más complejas, que permitan que el lector aprecie, aunque sea a cuentagotas, la complejidad del asunto. Francamente, parece guionada. Un estudiante secundario con una mínima inquietud sobre el tema habría tenido más y mejores preguntas para hacer. En fin, espero que el editor y Schapire se sientan interpelados intelectualmente y hagan un mejor laburo la próxima vez. Capacidad, tienen.
Cordiales saludos,
–Pablo Daniel Gener
Genial la nota a Santiago Llach. Participé en los mundiales de escritura y ahora en el de lectura, en el curso de Borges (imperdible), y en el de Proust. Afirmo con vehemencia que son experiencias creativas muy valiosas. El sello de Santiago es el de una erudición que no ostenta, una generosidad que no abruma, una riqueza que no adormece.
Brindo por Santiago y sus proyectos.
–Liliana Malem
¡Hola, Hernán!
¡¡Excelente editorial!! Y eso que estás pachucho.
A cuidarse, reponerse, el finde tendrás “buena tele” para ver (hoy juega Boquita, dicen los críticos que decía Mauricio, y se iba de las reuniones) y el lunes con todo, que esta realidad no da tregua.
¡¡¡Abrazo!!!
–Daniel Stoessel
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