Cumple 20 años el impuesto más dañino para el desarrollo del país y también la principal fuente de financiamiento de un Estado adicto. Qué hacer para eliminarlas.
Hace un año la pregunta era si el gobierno iba a aumentar la luz y el gas en un año electoral. No lo hizo. Ahora la situación de la energía es mucho más grave.
El acuerdo con el FMI resultó un límite insoportable para el purismo kirchnerista. Al patear el tablero, Máximo Kirchner condiciona a su propio gobierno. Sin advertir quizás las consecuencias.
Pasaron años desde que nació la Internet hasta que todos se animaron a comprar online. Con las cripto pasa lo mismo: aún se las mira con desconfianza, pero en el futuro serán lo habitual.
El principio de acuerdo con el FMI no incluye reformas estructurales, pero sí un ajuste importante que parece difícil de cumplir sin más inflación y más devaluación.
El caso Zoe Capital, una bomba a punto de estallar en escándalo, muestra que la educación financiera es imprescindible para evitar estafas a pequeños ahorristas.
El gobierno dice que busca un acuerdo con el FMI, pero en verdad sólo quiere alivio financiero: posponer pagos sin cambiar su política económica. No es lo que necesita la economía.
El libro de Juan Carlos Torre es injusto con el radicalismo y con el propio Alfonsín, en parte porque tiene una visión de laboratorio que ignora las complejidades políticas de la época.
Una tribu de opinadores busca explicaciones complejas a problemas más sencillos de lo que parecen. El origen de nuestra inflación no es “multicausal”: es monetario y, en el largo plazo, fiscal.
El Gobierno quiere dar la sensación de que el acuerdo con el FMI se arregla con un par de llamadas. Pero es mucho más trabajo que eso. Y necesariamente requerirá algún tipo de ajuste.
La Secretaría de Comercio puede ser un organismo potente para eliminar monopolios y dar más competencia. El gobierno prefiere usarla para bajar la inflación, algo que no puede ni debe hacer.