ELOÍSA BALLIVIAN

El vaso medio lleno

Después de nuestro número especial, los lectores dan su balance de los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei.

Muy buena revista y la columna de OB, ¡IMPERDIBLE!

Gracias.

–Mary Geroli López

¡¡¡Esta joya literaria sólo la crea una ídola como Liliana De Riz!!!

–Gabriel Andrés Márquez

A favor:

Uno. Detesto el populismo, y creo que las políticas adoptadas por este gobierno –económicas, en particular– son opuestas a las políticas populistas. En todo caso, depende de qué entiende cada uno por populismo. Para mí, es sacrificar el futuro en aras de un (supuesto) mejor presente. Y me parece obvio que no es eso lo que está sucediendo. ¿La implementación es buena? Maso. Cal y arena. Considerando la inexperiencia, pudo ser peor. ¿Que “las formas” son populistas? Sí, claro. Pero son formas, no sustancia.

Dos. Nos alineamos con Occidente. De nuevo, no con los mejores modales para con el resto de la geopolítica, pero en la dirección (creo) correcta.

Tres. Aun con desprolijidades y errores, como el del manejo de alimentos, me parece que se está mejorando en transparencia y yendo contra la corrupción, retomando la senda que en buena medida inició Macri.

Hay cuatro, cinco y seis, pero menos relevantes.

En contra:

La personalidad de Milei. Demasiado agresivo al cuete. ¿Es así o cree que le conviene? Da igual. A la larga va a restar más de lo que suma. La intolerancia y la soberbia creo que responden más a problemas psicológicos del personaje que a la búsqueda de identificarse con los millones de enojados con la política. Y, quizás a consecuencia de lo anterior, zigzaguea demasiado en su ¿intento? de construcción política. No es “peronismo explícito”, es desorientación.

Ojalá profundice lo bueno y, al menos, modere lo (muy) malo.

Sigo creyendo que Bullrich habría hecho mejor las cosas. Sí, contrafáctico. Y bueh, es lo que hay.

Saludos.

–Enzo Prestileo

Buen día. 😊 ¡Quiero más notas escritas por Osvaldo Bazán, por favor! Es un viaje de ida leerlo.

¡Gracias! ❤️

–Lille Belô

Excelente la nota de Alberto Ades, muchas gracias. 😊

–Rosana Bollini

Hola, Osvaldo.

¡Qué alegría leerte de nuevo! Te perdí después de las columnas de El Sol de Mendoza.

Genial lo que escribís. No olvidemos que eso pudo ser cierto. De la que nos salvamos. No soportaría al matrimonio en la Rosada.

De ningún modo volvamos atrás. Salgamos a la calle con banderas a defender a Milei . También él debe modificar su lenguaje. La oposición es una basura, incluyendo a los radicales.

Si bien todo es una melange, debemos apoyar. Lo otro es infinitamente asqueroso. Cambiar rápido al 60% de gente K que aún está en el Gobierno. Urgente.

–Bruni Monteverde

¡¡¡Excelente nota, Bernardo!!! ¡¡Abrazo!!

–Felipe Rosemberg

Estimados Hernán y staff de Seúl:

Al poner en el portal la producción de “Primer semestre” habrán pensado “lo prometido es deuda”, ¡y vaya si cumplieron! Unos autores y amigos que han dejado para los lectores una visión comprometida y pensada de esta realidad que afrontamos.

Empecé con unos diez, y dejé para la semana los demás, para una lectura menos “apurada” de sus conceptos.

De lo leído, mi ánimo actual lamentablemente coincide punto por punto con Quintín, ya que también comparto con él, ser un pesimista nato.

Ades, de Riz, Jozami, Liendo, Falcone, clarísimos conceptos, entendibles aun para los profanos.

El afecto que siempre les prodigo a las notas de Osvaldo Bazán, esta vez, con una “obra maestra del terror”.

Palopoli, a la altura de lo que nos brinda semanalmente en Seúl.

Y para este final “parcial”, dejo a Lucas Llach. Su valentía al expresar los conceptos de su “elección” por Milei y, en el párrafo final, la síntesis exacta de los que nos inclinamos por y sostenemos a Milei, sin ser libertarios, y esperamos lo mejor de su gobierno: “¿Quién sería «nuestro» De Gaulle?” Si no es Milei, ¿quién? ¿Lo que se ve de la oposición empeñada en voltearle o no darle las leyes a Milei? ¿Y si “mañana” una mayoría de centro moderado eligiera a Larreta, Lousteau, Massa, Monzó y siguen las firmas, seguiríamos felices con lo que nos trajo hasta acá?

El agradecimiento por este “Primer semestre” que nos han brindado los autores de Seúl, y abrazo afectuoso para todos.

–Daniel Stoessel

¡¡¡Muy buen artículo de Lucas Llach!!!

Gracias.

–Jorge Manuel Llorens

Hola. Leí los 25 artículos referidos a los seis meses de gobierno de Milei publicados el último domingo. Como dijeron que publicarían las opiniones de los lectores, ahí va lo que me cabe decir a mí.

El artículo que más me gustó fue el de Javier Schargrodsky. Es el único que realmente entiende que Milei representa un cambio de época, aunque creo que no llega a entender exactamente en qué consiste esa evolución. Por lo tanto, trataré de explicarlo yo.

Durante 80 años, la política argentina operó sobre la premisa –real, sin dudas– de que la sociedad mayoritariamente era partidaria de la economía regida por el Estado, en desmedro del libre mercado. Como bien lo dice Javier Schargrodsky en su artículo de la semana pasada, Milei representa un cambio de época. Pero, ¿qué significa exactamente esta nueva era? El cambio de época consiste en que, de resultas del fracaso del estatismo, se operó un cambio ideológico. Los primeros que adoptaron esa nueva posición fueron los jóvenes que se identificaron con Milei, seguidos luego por los mayores que, escamados por los antecedentes populares en favor del estatismo y por los modos no convencionales de Milei, mirábamos de reojo el fenómeno que se estaba produciendo, hasta que la fuerza de los hechos nos obligó a convencernos.

La pregunta que surge después de seis meses de gobierno es hasta dónde llega ese cambio de época. Hay muchos –la mayoría de los articulistas de Seúl, por ejemplo– que no se han dado cuenta de que efectivamente hay un cambio de época y se preguntan repetidamente si la línea en la que Milei está enrolado continuará o la sociedad volverá hacia atrás, a su vieja preferencia por el estatismo. Buena parte de estas dudas están relacionadas con la naturaleza excéntrica de la personalidad de Milei.

Es entendible que quien corporiza este cambio de época sea un personaje extravagante como Milei. (Por supuesto, es entendible ex-post; era imposible imaginarlo de antemano). Para romper con el viejo statu quo estatista era necesario (eso es lo que podemos apreciar ahora, con “el diario del lunes”) no sólo cambiar el contenido del discurso, sino también el talante de la propuesta. No sólo se debía decir algo diferente, sino que se debía escenificar estéticamente ese cambio. Milei intuyó eso y tuvo la audacia de poner ese proyecto en práctica, contra la resistencia o siquiera el escepticismo de muchos “viejos liberales” que “no la vimos”, al menos inicialmente. Los jóvenes, menos apegados a esquemas perimidos y más permeables a las innovaciones, “la vieron” antes. Por eso el mileísmo es un movimiento que se articuló generacionalmente desde los jóvenes hacia los mayores.

La pregunta que cabe hacernos es: ¿hacia dónde vamos? ¿Es el mileísmo un proyecto con perspectivas de futuro? ¿O es sólo una moda pasajera?

Considerando que es un movimiento apalancado principalmente en la juventud, debemos imaginar que tenderá a consolidarse y no a diluirse con el paso del tiempo. Pero también cabe presumir que se irá institucionalizando a medida que se afirme. Por lo tanto, el espacio para las excentricidades probablemente vaya reduciéndose y será reemplazado por conductas más formalizadas.

En esta primera etapa, es probable que el mileísmo no logre demasiado, considerando la magnitud de la tarea que es necesario desarrollar para consolidar un programa reformista. Pero si consigue derrotar a la inflación, se podrá acreditar un éxito que lo habilitará, en instancias futuras, para aspirar a alcanzar metas más ambiciosas.

Es muy probable que la inflación sea finalmente eliminada por el actual gobierno. Por lo tanto, lo que cabe extraer como conclusión, después de seis meses de gestión, es que la presidencia de Milei obtendrá los logros mínimos como para que sirvan de plataforma para avances posteriores que lleven a una profundización del programa de reforma estructural de la economía. Milei tiene razón cuando proyecta los resultados hacia el largo plazo. Pero ese largo plazo probablemente se vaya componiendo de logros parciales en etapas sucesivas. La actual es la primera de esas etapas. Si finaliza con éxito en 2027 –es decir, con el valor de la moneda estabilizado–, cabe esperar que la sociedad elija seguir por el mismo camino, con objetivos más ambiciosos. De eso se trata este gobierno: de roturar la tierra para poder sembrar y cosechar en instancias posteriores. Por ahora, vamos bien, a pesar de todas las incertidumbres.

–Alejandro Sala

Excelente la nota de Lucas Llach.

–Pelusa Cuervo

Estimado Hernán Iglesias Illa:

No me motiva el verlo publicado o que figure mi nombre, sino expresar una opinión independiente y que, tal vez, pudiera ser útil a ustedes, a algún lector o a algún funcionario público.

Va mi visión sobre el semestre que concluye hoy:

a) Aspectos negativos:

1. Mantener incólume el privilegiado régimen industrial vigente en Tierra de Fuego.
2. Persistir en la postulación del juez Lijo a la Suprema Corte.
3. Utilización innecesaria de un lenguaje despreciativo hacia líderes que no opinan como él.
4. Generalizar y poner en la misma bolsa a todos los opositores sin diferenciación.
5. Parece no entender que le esperan 100 días en que habrá tentativas de golpes “destituyentes”.
6. No haber ni siquiera esbozado un plan con medidas de segunda generación.

b) Aspectos positivos:

1. Cumplió los dos objetivos prioritarios: frenar el endeudamiento de corto plazo (Leliqs) y reducir sustancialmente la inflación mensual.
2. Se respetó el sistema democrático pese al retaceo en otorgar herramientas por parte de la oposición legislativa.
3. Se respetaron las autonomías provinciales y la Constitución nacional en materia de represión de disturbios.
4. Según encuestas, parece conservar el apoyo –crítico– de una clara mayoría.
5. Eliminación de reservas “negativas” en el balance del Banco Central.

c) Riesgos y amenazas:

1. Ausencia de “sintonía fina” en el manejo del tipo de cambio que aleje temores sobre una nueva devaluación forzada.
2. Falta de un coordinador/a –luego de transcurrido un semestre– entre algunos de los miembros del equipo gobernante.
3. Ante cualquier catástrofe natural o provocada, sea local o en el exterior, no disponer de un comité de crisis preventivo y de actuación rápida.

d) Recursos legales defensivos “antigolpistas” de los que dispone el Gobierno:

1. DNU.
2. Plebiscitos vinculantes y no vinculantes.
3. Emisión de pesos con fecha de vencimiento destinados a lubricar una economía recesiva pero sin generar una inflación acumulativa. Evita, además, que se utilicen para el atesoramiento de divisas.
4. Crear una moneda digital o en papel sólo para transacciones de bajo valor.
5. Preparar listas de candidatos cuidadosamente seleccionados y con suficiente antelación para las elecciones de medio término de 2025.

Cordialmente,

–Adolfo Luis Ruiz

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