ELOÍSA BALLIVIAN

Las formas o el fondo

¿El populismo es sólo una cuestión de formas?

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Aun compartiendo en general las afirmaciones y, sobre todo, la duda que plantea Montero, desde hace algún tiempo tengo para mí que la definición que mejor describe al populismo es la que dice que se trata del sacrificio del futuro en el altar del presente. No, no la tomé de nadie. Sufrirlo me llevó a ella. Y en función de ella es que creo que Milei no es populista, pues creo que el populismo versa sobre el fondo y no sobre la forma.

No me gustan las formas de Milei. Y sigo creyendo que se nos fue la gran posibilidad de cambio en el mejor sentido con la derrota de Patricia (el plan de Sturzenegger estaba pensado para su presidencia, y hubiera tenido una mucho más grande base de apoyos), pero eso no alcanza para tildar a Milei de populista.

Zanatta es, quizás, el pensador y politólogo que más admiro. Y aún así creo que tampoco pondera esta distinción adecuadamente.

El tiempo dirá.

–Enzo Prestileo

¿Julián Schvindlerman? Un grande. Mi hermano era medio de izquierda en Filo, encontró Tierras por paz, tierras por guerra, de Julián Schvindlerman (Ensayos del Sud, 2002) de casualidad en una librería y lo compró. Poco después se fue a vivir a Israel.

–Hugo E. Glagovsky

Excelente la nota de Luz Agüero. Yo mandé carta al toque de leer la nota de Uki Goñi, por mentirosa. Manden esta nota a The Guardian. Súper. Congrats!

–Marcela Lauría

¡Hola!

Hermosa nota sobre lo que es Susana Giménez y lo que representa para sus seguidoras. Su figura nunca representó ser una contrincante para nosotras, al contrario, ella era una más de nosotras. Su presencia, sus peinados, su ropa emanaban alegría.

Los felicito, supieron sintetizar lo que fue Susana para las generaciones de mujeres que fuimos atrapadas por su inigualable carisma.

¡Gracias!

–Mabel Aranguren Magariños

Gracias, Don Julián.

Como misionero que he sido en Centroamérica, ya anciano, le comparto que veo este artículo un tanto tendencioso. Y a todo lo que sea tendencioso le falta espíritu evangélico.

En mis años jóvenes estudié en el bíblico de Jerusalén y tuve la triste oportunidad de ver los crueles atropellos (demolición de viviendas y ametrallamientos) que los israelíes cometían contra palestinos musulmanes y también cristianos.

Ruego que reflexione, en nombre de Dios, lo que le digo.

–Fernando Antonio Bermúdez

Desde el título de la nota hacia abajo no podría estar más en desacuerdo con Rolando Rivera. El título, sólo interpretable por quien tenga fresca la tabla periódica de los elementos, repite la letanía oficialista de que “no hay plata”. La misma letanía lleva a la afirmación que el autor repite en el cuarto párrafo de su artículo, “no queda otra opción”, burda copia de la letanía TINA de Margaret Thatcher (“there is no alternative”), mientras destruía a la clase trabajadora británica en los ’80.

Rivera Pomar es de los que creen que el mantra oficialista “primero hay que saber sufrir” (Homero Expósito dixit) es novedoso. Si usted escuchó: “Lamentablemente nuestro punto de partida es muy bajo. Muchos años de desatinos y errores nos han conducido a una situación muy crítica. Es muy difícil que este mes puedan pagarse a tiempo los sueldos de la administración pública. Todavía seguiremos por algún tiempo la pendiente descendente que recorremos desde hace más de diez años. Dejaremos que cada uno de los habitantes del país viva como pueda y como quiera. Las medidas en curso permiten que podamos lanzar hoy una nueva fórmula: «Hay que pasar el invierno»”. No hay error con el invierno, no es el discurso de Milei, es de Álvaro Alsogaray de 1959. Y si se esmera en buscar. es la misma que la de Martínez de Hoz en 1976 y la de Cavallo con la convertibilidad y en el 2000 también (como decia Discépolo). El problema no es el Conicet, es la política mi amigo (para parafrasear elegantemente lo que dijo Clinton) y no es cierto que no hay plata.

Rivera Pomar se identifica con los que se creen el centro del universo en medio del páramo de los problemas argentinos, reduciendo el aporte del Conicet a unos granos de arena. Si se toma un momento ahora que está de vacaciones, lea Gestionando ciencia con conciencia, de mi autoría, publicado el año pasado (lo baja gratis de Google Play Books). Encontrará una descripción de los múltiples esfuerzos por hacer ciencia durante quince años desde un instituto del Conicet ubicado en el páramo de la pobreza del interior del norte argentino. Y hay muchos institutos más, pero para aprender tiene que venir al norte, Rivera.

Los recursos del Estado siempre son finitos, acá y en la China. Por eso hay que invertirlos cuidadosamente y no regalarlos alegremente a las grandes corporaciones. No sólo porque está mal, sino porque los “recursos” se cuentan en número de vidas de personas.

Rivera, genuflexionando al mandato neoliberal, critica un comunicado del Directorio del Conicet que pide a su presidente que busque los recursos necesarios. El Directorio simplemente produjo un comunicado que posiciona su visión de la política científica nacional. A nadie debería volarle el flequillo, es lo que un cuerpo directivo debe hacer: velar por la política institucional.
Más allá de que lanza una denuncia sin ningún fundamento al decir que la administración del CONICET fue desastrosa, hace una afirmación con la que coincido plenamente: el actual gobierno “no tiene mucha idea de cómo funciona el sistema científico” (sic). Está claro que el Gobierno asumió sin un plan para ciencia y técnica, aunque tampoco asumió con un plan para salud, ni para educación, etc.

En el último párrafo, Rivera hace la más errada afirmación: “Sin una economía sana, no hay desarrollo científico posible (y “no se cansa de repetirlo”). Nadie desconoce que la economía argentina viene enferma desde hace bastante más de veinte años, pero lo que Rivera no debería desconocer es que el sistema de ciencia, técnica e innovación de Argentina creció cualitativa y superlativamente durante esos años.

En 1994, Cavallo nos mandó a lavar los platos y cerró la carrera del investigador, en 2001 Caputo (Dante) quiso cerrar el Conicet, en 2015 Macri lo desfinanció. Rivera: ¿usted cree que con eso la economía fue saneada?

–Dr. David E. Gorla
Investigador Superior CONICET
Laboratorio de Ecología y Control de Insectos
Instituto de Diversidad y Ecología Animal
CONICET – Universidad Nacional de Córdoba

Rivera no dice una palabra de como está estructurado el CONICET.

Ver los post @AlcidesSaldivia del 18/8/23 y @ahsaldi del 17/11/23.

+

Atentamente,

–Alcides Saldivia

Hola, Hernán, ¡¡gracias por volver!!

Abrí Seúl con la intención de escribirte, ya que no recuerdo semejante bombardeo a un presidente, desde todos lados. Los que aguardamos 50 años para implementar un cambio, sobre todo en la economía argentina, asistimos azorados a la embestida contra Milei. Me alarma la prensa: sitios como Letra P, La Política Online, Perfil, elDiarioAR, etc.; periodistas que no son “ningunos tontos o termos” y entienden adónde nos llevaron las políticas de los últimos, sobre todo, veinte años, cuya andanada es impactante. ¡Hasta Diego G. escribió que Milei se despeinaba a propósito, a cada rato! Nos queda La Nación (sobre todo Joaquín!), Clarín, Crivelli en La Prensa, algo de El Informador y alguno que otro. ¡¡Y los columnistas de Seúl!! En fin. Estas de vuelta. Paso a leer tu nota.

¡¡¡Abrazo grande!!!

–Daniel Stoessel

La nota de Luz Agüero, –espantosamente titulada “Pekerwoman”–, más allá de la pobreza periodística y de la nubosa lectura de la realidad, me parece un acto de bronca personal. Poner el apellido de una colega en la nota, pegarle en el contenido y, a través de ella, pegarle burlonamente al feminismo, está en las antípodas del ejercicio del periodismo en serio y de un análisis en serio sobre el estado de los derechos de las mujeres en el actual gobierno y su futuro.

Esta nota parece escrita por la líder del equipo de porristas contras las chicas que se quejan del bullying en una película hollywoodense sobre conflictos en “high school”.

Saludos,

–Cecilia Guerty

Óptimo, útil, merece ser difundido. Con una minucia como salvedad: el falso uso de “Palestina / palestinos” como sinónimo de árabe. Palestina no es un Estado, sino una región geográfica, denominada así ya desde tiempos griegos (Heródoto), y cuyos habitantes originarios eran… judíos.

–Luciano Tanto

 

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