¡Hola, Hernán y equipo de Seúl!
Leyendo el correo de lectores de hoy, sábado 5, me causa un gran placer ver que las notas de los columnistas están generando un rico debate. En esa “segunda vuelta” es donde se termina de valorar la calidad del artículo.
Ver incorporarse al portal a Silvia Mercado, Fernando Petrella, García Gorostidi, Alvarenga, etc., dando su punto de vista, nos impulsa a pedir más. ¡Ahora “queremos flan”!
¡¡Felicitaciones, Seúl, y abrazo afectuoso!!
–Daniel Stoessel
Buenos días, amigos de Seúl.
Respecto del arancelamiento: la UBA se enorgullece, con justa razón, de ser la única universidad latinoamericana que formó premios Nobel en ciencias. ¿Cómo era la universidad que formó a esos científicos? Arancelada y con examen de ingreso. No más preguntas, señor juez.
Saludos,
–Sebastián Rodríguez
Muy buena charla. Coincido en todo con Gonzalo. Avelluto no logra definir qué políticas o medidas habría que adoptar. Gonzalo sí lo hace. Avelluto se pone en un lugar de “no me gusta esto ni lo otro”. Entonces, ¿qué?
Se declara amplio y critica a opositores fuertes del kirchnerismo. Sin embargo, si Gonzalo expresara esto en un intercambio por X, Avelluto lo bloquearía. Así hizo con muchos de nosotros, que lo seguíamos e íbamos a expresar diferencias con respeto. Entiendo que se bloquee al grosero. No es el caso.
Me parece valiosa la postura de Gonzalo, permeable a la duda, a seguir analizando.
Buena idea. Quedó la problemática bien planteada.
Perdón por la extensión,
–Patricia Rossi
Excelente comentario de Victoria Liendo al libro La llamada, de Leila Guerriero, que también leí. Es difícil encontrar las palabras adecuadas (como sí lo hace Victoria) para narrar las sensaciones que a uno lo recorren a lo largo del relato.
–Roberto Baschetti
Si escribo todas las respuestas, ideas y sensaciones que me disparó la charla entre ambos, no me publican la carta.
Estoy bastante más cerca de lo que expresa Gonzalo, sin dudas. De lo que sí tengo dudas es acerca de si Pablo no estará en el, por así decirle, lugar político equivocado.
El ámbito donde se dan discusiones como esta –muy enriquecedora y “desmalezadora” para mí– tiene una palabra en neón sobre todas nuestras cabezas: Seúl. Nacida, me gusta imaginar, de la idea de Iglesias Illa de contraponerse al posicionamiento que expresa la corriente, más que nada periodística, de quienes abrevan en Corea del Centro (ya sabemos: ET, MO’, JF, etc.). Después de repasar la charla nuevamente, me resulta difícil no ubicar las ideas de Pablo mucho más cerca de las de este colectivo que de las de Seúl.
Creo que tengo reparos y hasta aversiones hacia Milei como persona y como político, iguales o mayores a las que expresa Gonzalo. Y deseo para el futuro de Argentina que alguien bastante distinto pueda sucederlo pronto. Pero de ahí a no ver que está en juego la primera posibilidad real de salir de la trampa populista en muuuuchas décadas, y lo terrible que sería que eso no sucediera para las siguientes generaciones de argentinos…
Por último, una aclaración para un planteo que podría desprenderse del párrafo anterior. En mi concepción, el populismo es, centralmente, el sacrificio del futuro en el altar del presente. ¿Que hay maneras o modales populistas? Ok. Touché. Son las de Milei, entre otros muchos. Pero las formas ni hacen ni matizan al fondo. Simplemente son desagradables.
Gracias por la charla. ¡Que haya más!
–Enzo Prestileo
Hola, Seúl.
Hace tiempo que los leo y me gustan la mayoría de las notas de los domingos y los newsletters de la semana.
A propósito de la nota de referencia, me gustaría acotar lo siguiente.
En principio estoy más de acuerdo con Gonzalo que con Pablo. Tengo muchas críticas a Milei y no lo voté como primera opción, pero sí por el espanto que me produjo Massa y que me genera el peronismo en general.
Quizá mi posición sea un tanto extrema, pero así como Pablo no encuentra nada bueno en Milei, yo nunca pude encontrar nada bueno en el peronismo… en cualquiera de sus ropajes y estadios.
Por otro lado, siento (y recalco “siento”, porque no es un análisis técnico-sociológico, porque carezco de las herramientas para tal cosa) que la sociedad se comporta con una lógica atávica o primitiva. Mi impresión es que aquellos que se resisten a las imposiciones de cualquier tipo estuvieron durante todo el kirchnerato soportando iniquidades, como las restricciones económicas, los relatos de la juventud maravillosa, la mentira de los pueblos originarios, las mentiras de los 678, la persecución fiscal, la chabacanería de los actos de fechas patrias, etc.
Todo esto fue una gran represión para la sociedad no-peronista, que generó una profunda frustración que, según mi modo de ver, tuvo una forma de resistencia, canalizada en la actitud y los dichos de Fernando Iglesias (y otros también, pero me refiero a su forma de pelear contra esa imposición). Esta represión fue como tener pisado un resorte durante mucho tiempo. Cuando se lo suelta, salta.
Para terminar, quiero expresar mi visión del problema argentino. Antes de entrar en disquisiciones ideológicas o económicas, creo que el drama argentino pasa por la corrupción, tanto del Estado como de la sociedad. Creo que el pueblo argentino está afectado por una gran corrupción. Es por eso que sostuvo durante 80 años a gobiernos peronistas a sabiendas de que eran corruptos (“roban pero hacen”), porque es aspiracional para el argentino promedio llegar a ocupar un cargo público para poder robar, tener privilegios y “pararse para toda la cosecha”.
Por eso creo que es inútil entrar en disquisiciones ideológicas, porque el problema es más básico. Y en este tema, la participación estelar es la de la Justicia, que tiene el mismo nivel de corrupción que todo el resto del Estado. Cuando hablan de los ’90, yo no creo que el fracaso de la gestión de Menem haya sido el fracaso del neoliberalismo. El quid de la cuestión lo veo en la corrupción: en las transas que implicó la venta de las empresas estatales, en la gestión para favorecer a los entenados, en la típica corrupción peronista que no es otra que la corrupción argentina. Menem empezó a caer cuando empezó a ceder a las prácticas populistas y no cuidó el equilibrio fiscal.
En resumen, creo que el problema más profundo que tenemos recae en la Justicia.
Ojalá podamos superarnos como sociedad.
–Marcela P. Ruiz
Estimados, ¿alguno de ustedes puede escribir sobre por qué Carrió se tira tanto contra Milei?
¡Gracias!
–Mariano Gecik
Difícil que le dediquemos toda una nota, pero algo dijo al respecto nuestro editor general Hernán Iglesias Illa en su último newsletter: “Se despierta el progresismo“.
–Seúl
Hernán y equipo de Seúl.
“Republicanos a la intemperie“. Si tuviera que escribir un resumen, lo titularía “Somos Garcés”. Y la bajada: “Las ideas de Pablo llevan un atraso doloroso en concretarse para llegar a su país ideal; en cambio, para Gonzalo, ha llegado, usando la frase de Lugones, «La hora de la espada»”.
En el apuro por opinar y agradecer este debate, esta es mi opinión, y el deseo ferviente de que el resultado del Gobierno, dentro de cuatro años, sea el ideal que plantea Gonzalo.
¡¡Saludos!!
–Daniel Stoessel
Estimados:
Con respecto al artículo “Terraplanismo ambiental“, quería hacer mención de lo siguiente. El autor comenta, con buen tino, que aquí consumimos harinas fortificadas, conforme lo exige la ley citada en el texto. Lo que no es correcto es que por ello dejamos de indicar la ingesta de ácido fólico tanto antes como durante las primeras semanas del embarazo. Así lo que expresa el Ministerio de Salud en su sitio: “Sin embargo, los alimentos no ofrecen una prevención suficiente y por eso es importante que el equipo de salud aconseje a las mujeres en edad fértil que consuman un suplemento de ácido fólico desde antes de quedar embarazadas”.
El período sugerido previo es de tres meses y se extiende hasta la semana siete del embarazo, quizá un poco más según criterio, y la ingesta mínima recomendada es de 0,4 mg/día, con excepciones que requieren más.
Considero importante que no se genere confusión al respecto, aunque no sea el quid del artículo en cuestión.
Muchas gracias,
–María Isabel Morgner
Hola:
Sí, me gustó leer este diálogo, algo largo para mis pobres ojos. Me inclino a pensar más como Pablo. No me gusta este Milei, a quien le hacen tanta propaganda, creo que es un desinflado total. Y nunca me gustaron los K, ni ese Néstor K. Los que roban, mienten, tratan de dominar y crean corrupción, matan, y desean cambiar la historia son totalmente desagradables e inaceptables para mí. No creo en este Milei tampoco, porque no lo veo diferente, y ambos, los kirchneristas y estos de ahora, huelen a traidores a la patria.
Sé que si digo “patria” me juzgarán, pero soy argentina y he visto desde adentro y desde afuera, donde estoy ahora, cómo destrozaron a nuestra querida Argentina. La Argentina es un bello país muy mal administrado, lleno de injusticias para los más vulnerables que nunca pueden levantar cabeza y sufren desde hace muchísimos años. Sólo se regocija una minoría y unos cuantos niños con dinero y demás, se los ve en los aviones cada vez que viajan. ¿Y los demás? Viven pobres, sin educación, sin comida necesaria en un país rico como el nuestro. Parece que siempre hemos tenido malísimos políticos y, repito, traidores a la historia, la tradición, y a todo lo bueno que una vez existió.
Menem es otro ejemplo indigno de la Argentina. Cerró los ferrocarriles y creó pueblos fantasma que vi con mis ojos, y así nacieron los Moyano y su imperio.
Este hombre, Milei, que se cree sabio y dice escribir libros, no tiene el menor concepto de lo que es la verdad. Más ama a sus perros clonados que a los niños. Cree que hará de la Argentina similar a los Estados Unidos y eso es de terror y una mentira, porque la está vendiendo. Alaba a los ingleses, a una Thatcher, Churchill, Reagan, etc. Para mí, eso es más que necesario para saber quién es. Encima se cree el gran judío y rabino y va a Israel a hablar con gente que no desea el bien de nuestros ciudadanos, menos de nuestros niños. Hasta creo que miente que es provida y pienso que no lo es.
Sin embargo, en los Estados Unidos hay ciertas personas que lo alaban, a él y a su amigo el cordobés Laje. Ese sí escribió libros. Más pura teoría que otra cosa. No desprestigió sus conocimientos, yo también fui a varias universidades. En este diálogo no hablaron y ni tocaron el punto de a quién se está vendiendo la Argentina y sus riquezas. Menem ya nos destrozó con los canadienses y dejó un rastro muy triste de maldad en Catamarca, en los Andes, etc. Eso es lo que no puedo tolerar. Los K nos venden a los chinos, éste a los Estados Unidos y a otros más. Entonces, ¿cómo hablamos de su política y si nos quedaremos sin nada, más que con pobreza y miseria? Creo que Don Atahualpa ya lo cantó: “Las penas son de nosotros,/ las vaquitas son ajenas”.
Encima promoverán la inteligencia artificial, que destruye al ser humano. Soy argentina y creyente y por eso tengo una visión diferente. Además, como Dra. en Lenguas, me hierve la sangre ver cómo destruyeron al castellano importando tantas palabras del inglés. La lengua castellana es parte de nuestro patrimonio y no se la debe pisotear. Creo que los franceses no hacen eso. Tenemos un país muy dividido, sin educación, y hasta nos sacaron nuestra fe católica para ser cualquier cosa. Ni Bergoglio es lo que debe ser. Mi corazón se llena de tristeza y digo como el gran general Belgrano: “Pobre patria mía”. Sin la verdad y sin fe no llegamos a nada, aunque crean que la economía sea lo más importante. Leamos la historia y reflexionemos.
Gracias por el espacio,
–Rosita Chazarreta Rourke (Ahora me podréis juzgar, pero no me den nombres ni rótulos que no me correspondan. En mi haber, mis héroes son otros y nunca se habla de ellos; son los que hicieron la Argentina.)
¡Lindísimo el reportaje! Gracias.
¡¡¡Un capo, Diego!!! Coincido con Hernán en que es uno de los mejores (si no el mejor, por lejos) conductores, hoy por hoy.
Una pena que le redujeran el espacio.
Saludos,
–María Semmartin
Les comparto una nota de un medio insospechado de liberalismo, The Guardian.
Les sonará parecido.
–Eduardo Zaratiegui
Es verdad. Musk recomienda invertir en Argentina. Sobre todo a sus competidores.
–Walter Savy
Entiendo la posición constitucional de la educacion gratuita en la Argentina y la apoyo pues he usufructuado la misma desde mi infancia hasta hoy. Pero las circunstancias actuales tornan injusta esa gratuidad para extranjeros que arancelan sus estudios en su patria de origen, y más para el 45% de argentinos pobres e indigentes que, al comprar pan y carne, están subvencionando desde su precariedad esta formación de élites.
Sobre esa idea paso a la práctica y propongo un impuesto progresivo a todos los profesionales que tengan título universitario argentino y ejerzan en el exterior, pactado en su ingreso a la facultad respectiva e implementado en su ejercicio real, tal como el impuesto a las profesiones liberales aplicado en Entre Ríos.
Sería justo y puede ser destinado a becas para aquellas familias pobres que ayudaron con su esfuerzo y orgullo a profesionalizar la vida en Argentina de tantos extranjeros.
–Dr. Carlos Garcia
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