El indeleble acento andaluz de Fleur Hassan-Nahoum (Londres, 1973) irrumpe en estos días en los programas de radio y televisión de habla hispana. Con paciencia y precisión, la vicealcaldesa de Jerusalén desmonta en vivo la desinformación sobre Oriente Medio y educa en público a periodistas en general hostiles a Israel, enfrascado en la guerra que le impuso Hamás el 7 de octubre. Nacida en Londres, criada en Gibraltar e instalada en Israel desde 2001, esta experta en diplomacia conversó con Seúl sobre el trasfondo ideológico del conflicto y sus posibles puertas de salida.
¿Qué ha cambiado en Israel después del 7 de octubre?
Ha cambiado todo. Siento que hemos perdido nuestra inocencia y un poquito de nuestro optimismo. Nunca pensamos que íbamos a tener escenas tan, tan crueles en nuestro territorio. Desde el Holocausto que el pueblo judío no había sufrido un ataque así, algo tan bárbaro. Y la razón por la que creamos un Estado después de 2000 años de exilio era exactamente para que esto nunca pasara, y pasó.
Usted ha trabajado intensamente para implementar los Acuerdos de Abraham, en particular en la parte económica con el UAE–Israel Business Council. Fue la primera funcionaria israelí en visitar los Emiratos Árabes Unidos. ¿Cree que el ataque del 7 de octubre fue una manera de interrumpir ese histórico proceso de integración regional?
Claro, lo llevo diciendo ya mucho tiempo. El país al que no le conviene que nosotros sigamos adelante con los Acuerdos de Abraham es Irán. Irán también es el país que está subvencionando a Hamás. Lo que está ocurriendo es que estábamos desarrollando ya un plan bastante concreto para la paz con Arabia Saudita y al que eso le viene peor es a Irán. Aquí no hay ninguna casualidad. La normalización que existe ahora en el Medio Oriente no le viene bien a los radicales, empezando por Irán. Irán es el que está formando todo esto.
Después de haber vivido en Europa, usted emigró a Israel en 2001 durante la Segunda Intifada. Es un momento en el que en el Viejo Continente se disparan los ataques antisemitas ligados a la importación del conflicto. También es cuando empiezan las agresiones antijudías, ya no de la vieja ultraderecha, sino desde la población islámica y con la complicidad de la izquierda, que relativiza esos ataques para “no estigmatizar”. ¿Cómo vivió este proceso?
Lo del el antisemitismo subiendo en el mundo lo llevamos viendo hace ya un tiempo. El conflicto ha sacado todo lo que ya estaba ahí, a la calle. Pero ya en la academia había mucho radicalismo en Europa, y nadie quiere enfrentarse a ello. Nadie quiere enfrentarse con la realidad de que el radicalismo ya está en los países de Europa. Y ellos tienen un problema: el antisemitismo es un problema para la comunidad judía, pero también es un problema para todas las sociedades libres porque siempre empieza con los judíos, pero nunca acaba con los judíos.
¿Cree que Israel es el “canario de la mina” en un enfrentamiento de civilizaciones mucho más amplio?
Totalmente, lo llevo diciendo desde el primer día. Es una guerra casi de proxy porque Irán está subvencionando, pagando, entrenando y dando inspiración a Hamás, pero no sólo. También al Hezbolá, al Líbano lo han destrozado, están en Siria, a la que controlan totalmente. Están parte en Afganistán, en Yemen, en Irak, están un poquito Qatar y también en Turquía. Irán tiene un plan que está desarrollando de manera muy efectiva y el mundo todavía no se ha dado cuenta de lo que está ocurriendo.
¿Cómo ve a esta alianza entre el islam radical y la izquierda, tan crítica hacia Israel?
Yo creo que eso es el antisemitismo, cuando la izquierda, cuando todo el mundo, se olvida de sus valores, porque Israel representa los valores liberales. Esta gente está muy liada. Piensan que de alguna manera aliarse con un grupo terrorista palestino es una expresión de progresismo, porque son ellos las víctimas y que la víctima siempre tiene la razón. Primero, desde el 7 de octubre no nos han dado ni dos días de ser víctimas aquí en Israel, a los pobrecitos que todavía siguen de rehenes, ni a la gente que perdió familias enteras. Ni dos días nos dieron de víctimas.
¿Cómo interpreta la reacción del progresismo, por ejemplo desde el gobierno español de Pedro Sánchez, con el que ha habido un entredicho diplomático, y la izquierda cultural en general?
Yo creo que es una vergüenza porque, o son completamente ignorantes o son antisemitas, no hay otra opción. No puedo comprender cómo la izquierda, como algunos ministros del Gobierno, pudieron celebrar la masacre que ocurrió, que mató a bebés, niños, mujeres, viejecitas sin discriminación. Es que no lo comprendo. O es totalmente burrada, ignorancia, o es maldad, y la maldad tiene que ser antisemitismo.
¿Qué piensa del tratamiento mediático en Occidente de la guerra con Hamás?
Yo creo que hay muchos que dicen la verdad y hay muchos que están completamente ciegos. Y en España yo, bueno… ya lo sabe porque me ha visto. Yo he tenido muchas entrevistas. Primero, estoy educando al periodista que tiene que saber un poquito mejor el tema, si me están a mí crucificando en una entrevista.
¿Qué debe hacer Israel en este contexto? ¿Cuál es la salida?
Yo creo que Israel tiene que trabajar con el mundo árabe moderado para quitar de en medio a Hamás. Que nadie se equivoque. A los Hermanos Musulmanes los han echado de los Emiratos, los han echado de Baréin, de Marruecos, los están echando de Arabia Saudita. Ellos también se han quitado de en medio a sus radicales. Yo creo que los Acuerdos de Abraham pueden servir para poder ver en la práctica cómo se gestiona Gaza el día después de la guerra.
¿Existe algún escenario moderadamente optimista para Israel?
Nosotros aquí siempre tenemos optimismo, porque si no, no hubiéramos podido construir un país con enemigos en toda la frontera que nos querían destrozar desde el primer momento. También el optimismo que vemos es la fuerza de la gente, la resiliencia de la gente. Cómo se ha organizado aquí la ayuda para todo. Han pensado en todo. Yo estoy también muy involucrada en esa ayuda. Y a nosotros no nos van a vencer, esto no es una cuestión de si vamos a ganar o no, esta guerra la vamos a ganar. Estamos muy tristes porque estamos pagando un precio muy alto. Esa es la tristeza que hay.
Tiene previsto ver pronto al presidente electo argentino, Javier Milei. ¿De qué van a hablar?
Espero verlo cuando venga a Israel. Primero le voy a dar las gracias por su apoyo y vamos a hablar de los argentinos que todavía siguen en cautiverio.
¿Y cuáles son sus expectativas de Argentina con respecto a la lucha contra el terrorismo? Recordemos que Argentina tuvo dos atentados en los años ’90 de la AMIA y la Embajada de Israel.
Ustedes saben lo que es el terrorismo. Lo que esperemos de todo el mundo y claro, de Argentina también, es que sepan distinguir el bien del mal. Aquí nosotros estamos en una guerra defensiva, una guerra que no empezamos, y una guerra no es algo bonito. Es algo muy, muy duro y siempre van a haber inocentes que se mueren en una guerra, pero nuestra intención no es matar inocentes, mientras que la intención de ellos es la de matar inocentes solamente porque son unos cobardes. Entonces yo espero que la gente siga distinguiendo el blanco del negro, es lo más importante.
¿Qué tiene pensado decirle a Milei sobre el anunciado traslado de la embajada a Jerusalén?
Que yo me ocupo personalmente del traslado y le encontraremos un lugar muy bonito para que Argentina pueda abrir su embajada aquí.
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