Se instaló en Balcarce cuando empezó la cuarentena, en marzo del año pasado. Sin auto y sin heladera, a Rolo Villar (Los Pinos, 1962) le empezó a costar sobrevivir en ese momento, con los restaurantes cerrados y pocos sistemas de transporte. Las autoridades de Radio Mitre le dieron todos los equipos para salir al aire a distancia y allá se quedó, en la casa familiar, con su mamá y su hermano. Hacía 38 años que no pasaba una semana seguida en su ciudad. Como no tiene celular, sólo se lo puede ubicar a través del teléfono fijo o la casilla de mail, un antiguo Hotmail que abrió a fines de los ’90.
El 2 de enero cumplirá 60. Es soltero, no tiene hijos y hace humor con perfil muy bajo hace 40 años. Sin embargo, en los últimos tiempos comenzó a manifestarse políticamente, después de la bronca que le dio que lo echaran de lo que consideraba su casa, Radio 10.
¿Fue muy desesperante para vos ese momento a nivel laboral?
El futuro era incierto hasta que Longobardi nos dijo que había una propuesta de Radio Mitre y me ofreció ir. Yo dije que sí, porque si no me tenía que volver para Balcarce. Nos reunimos con Marcelo, él dijo que iba a hablar con la gente de Mitre y se arregló. La 10 era mi casa, a mí Hadad siempre me trató muy bien, todo lo que pedí me lo dio, fue un maestro total. Y en Mitre lo mismo. Es toda gente muy profesional, los tipos están al lado tuyo todo el tiempo y cada uno está en el lugar por algo. La tienen re clara, yo siempre les cumplí y ellos siempre me apoyaron. Yo les tengo que agradecer porque me ayudaron muchísimo.
¿En qué?
Tuve muchos quilombos con la AFIP porque la empresa de Cristóbal López nunca me pagó los impuestos. Pasaron casi diez años y todavía tengo problemas por eso. Sigo en juicio.
Justo ahora salió libre Cristóbal.
La Justicia es la Justicia, qué sé yo. Este es un país muy raro. Para mí hay que laburar, es con lo único que se sale adelante. Pienso que hay una palabra fundamental en la Argentina que se llama “ley”. Si no hay ley o si no la respetamos, estamos en el horno. Acá gana más plata uno que no labura que uno que labura. Si vos salís todos los días temprano a laburar y hay una mina o un tipo que está tirado en la cama todo el día y gana más plata que vos, es muy complicado. Y los políticos no hacen mucho por cambiar. Ellos viven en otro planeta. El otro día mataron a un kiosquero, pobrecito… Y como él, todos los días hay cantidad de gente.
¿Te pasó?
Sí. Vivía en el conurbano y un tipo me puso un revólver en la cabeza. En ese momento, él decidía si yo iba seguir viviendo o no. Yo estoy en contra de la pena de muerte, pero el tipo que mata tiene que estar preso porque es un peligro para la sociedad.
¿Qué te pareció la decisión de liberar presos durante la cuarentena?
Una locura total. Hay muchas cosas con las que estoy en contra de este Gobierno. Una es esa, porque defienden a los delincuentes y no defienden a la gente que labura. Yo estoy en contra de toda esa gente, de Luis D’Elía… Los pobres piqueteros son gente que no tiene una moneda, pero atrás están los punteros políticos que se llenan de oro. Yo estoy más a favor de Macri que del kirchnerismo, me siento más identificado con las políticas de Macri, pero no soy fanático.
En 2018 hicimos una entrevista y me dijiste que eras antikirchnerista porque te habían sacado de tu casa que era la radio. Pero, ¿antes qué te pasaba?
El que hace humor político tiene que ser la piedra en el zapato. No podés trabajar a favor del gobierno como humorista, tenés que buscarle siempre el lado crítico. Lo que pasa es que estos están haciendo todo tan mal… Un país como Argentina, llevarlo a que parezca Venezuela o Cuba… Pensá lo que era Venezuela, un país petrolero que ahora está completamente pobre. Yo tengo mis amigos humoristas allá y algunos ya ni laburan de eso porque no se puede hacer humor en Venezuela. Algunos se han ido para Colombia a hacer humor, es muy difícil.
¿Cómo hacés humor con algo que te da tanta bronca?
Buscás la manera de pegarles. No podés hacer humor con los muertos del covid. Yo he tenido amigos que han muerto por covid, pero si no tuviera tampoco haría. Mi trabajo es hacer reír a la gente, no voy a hacer reír a todos, tengo que tratar de hacer reír a una mayoría. A través de la radio, ahora con Mitre, uno forma parte de la familia de la gente. Te escuchan y te quieren. Me pasa que hay gente que no me quiere, pero hay muchísima gente que sí, que me escucha y mucha gente grande para la que soy la compañía. La radio es una cosa muy especial. Es más que la televisión, porque la gente te empieza a querer y sos una parte más de su familia.
¿Y con los que no te quieren, qué onda?
Si vos me decís “vamos a tal lado” y veo que va a haber kirchneristas, digo “no voy”. Porque no le quiero hacer pasar un mal momento al tipo y porque sé que no la voy a pasar bien yo. Donde hay fanáticos, no estoy. No me gustan los fanáticos de ninguna clase.
¿Te agredieron feo alguna vez?
No… Alguno que te reconoce porque te ha visto por alguna foto en algún diario, en alguna revista, por ahí te putea… Pero es más la gente que agradece. Yo trabajo para eso.
¿Qué fue lo más desopilante que pasó en el último tiempo? Eso que vos decís: “No lo puedo creer, esto me da para un montón de chistes”.
Lo que pasó con la fiesta de Alberto. El tipo cagándote a pedos todo el tiempo para que no salieras de tu casa y él haciendo jodas. Eso para mí fue una payasada total. Pero todo lo hacen así, parece que se burlan todo el tiempo de vos. Entonces te superan, es muy difícil hacer humor así. Por ejemplo, ahora Kicillof dice: “Impresionante el crecimiento que estamos teniendo”. ¿Impresionante de qué? ¿De pobres? Es una cosa increíble. Jesús multiplicó los panes y los peces y estos multiplicaron los planes y los pobres.
Una vez dijiste “no quiero que vuelvan más”. ¿Qué sentiste cuando eso, finalmente, pasó?
Volvieron porque se hicieron las cosas mal. El país es así, un día esto implosiona. Ya te dije que donde gana más el que no labura que el que labura, es un país perdido, un cachetazo al tipo que trabaja. Uno que no labura gana una fortuna y otro que va a laburar, llega a su casa a la noche, sin ver a tus hijos y su mujer le dice: “¿Y esto trajiste? ¿Qué hago con esto?”. Le conviene más no trabajar que trabajar. El gobierno le pone cada vez más impuestos a una empresa, a un comerciante, persigue a los empresarios, le cagan la vida al que labura. Los pájaros le tiran a las escopetas, es al revés.
¿Tenés contacto directo con algún político?
No tengo contacto. La única relación que tuve con gente de la política fue cuando Pedro Pompilio era presidente de Boca. Me invitaba siempre los domingos al palco y estaba Macri, ahí lo conocí. Después, nada. Alguna vez me llamó Menem para felicitarme por la imitación que hacía de él, pero nada más.
Alfredo Casero contó que recibió muchas amenazas por decir lo que piensa.
Yo he recibido puteadas en mi casa de Buenos Aires. Siempre te tenés que cuidar, porque siempre hay un loquito.
Pero no te sentís en peligro.
En Argentina estás en una zona de riesgo todo el tiempo. Yo soy austero, no tengo auto, no tengo muchas cosas. Yo siempre digo que hay que tratar de pasarla bien y para mí pasarla bien es pasarla con mis amigos, morfando, tomando un buen vino, un buen champán, contando historias de la vida, de lo largo de nuestras carreras. Tengo 40 años andando por Buenos Aires.
Pero te involucraste en política, cuando uno dice lo que piensa en política en general alguna que otra consecuencia tiene.
A mí me hubiese resultado mucho mas fácil contar “ese negro que le decía al otro tal cosa” y hago reír a todo el mundo, pero el problema es que cuando hay kirchneristas ya no les gusta mucho mi presencia.
¿Te limita los trabajos?
Sí, pero esto es así, yo jugué a esto, trato de pasarla bien, de divertirme, que la gente a la mañana se levante con una sonrisa, ese siempre ha sido mi propósito.
¿Tenés esperanza de que haya algún cambio después de las elecciones?
No va a haber ningún cambio. Esto no se arregla porque más allá de todo el problema, hay una ideología. Una cosa es el peronismo y otra cosa es el kirchnerismo. Una cosa es Evita, Perón y otra cosa son estos muchachos. El peronista honesto va a laburar, el peronista es un laburante, yo tengo familiares peronistas. ¿Conocés el cuento de Stalin y el pollo?
No.
Stalin le da un grano de maíz al pollo y le saca una pluma, entonces el pollo lo empieza a seguir. Le da otro grano de maíz y le saca otra pluma, hasta que el pollo queda completamente pelado, pero lo sigue porque le da el grano de maíz. Esto es igual: si vos te portás bien, Fernanda, yo te voy a dar, y si vos te portás mal, vas a recibir un castigo.
¿Vos sos peronista?
Yo no, algunos familiares míos. Y los respeto. Pero el kirchnerismo trató de colgarse del peronismo.
¿Qué le quedó al kirchnerismo del peronismo?
El kirchnerismo es una mezcla de maoístas, estalinistas y marxistas. Ellos piensan en la Unión Soviética: critican a los ricos y viven todos en Puerto Madero. ¿Cristina va a cobrar 120 palos de retroactivo y putean a los ricos? Los intendentes del conurbano viven todos en Puerto Madero, ninguno vive en el lugar de origen.
Entonces no le queda nada del peronismo al kirchnerismo.
Es otra cosa, usaron al peronismo para entrar, pero al peronismo es otra cosa. Ojalá siga habiendo peronistas. Pero acá tenemos otro problema y es que en las escuelas me cuentan que directamente dan ideologías, estamos todos locos. Te hago una pregunta, ¿has visto balseros ir a Estados Unidos?
Sí.
¿Has visto algún balsero norteamericano huir a Cuba?
No.
Claro, no. Hay un viejo dicho japonés que dice: “Si nadie pudo hacerlo, yo puedo ser el primero en hacerlo y lo voy a hacer”. El pensamiento argentino es: “Si nadie pudo hacerlo, ¿por qué carajos tengo que hacerlo yo? Que lo haga otro”. Una enfermera atiende a 50 tipos y un diputado tiene 60 asesores. Acá en Balcarce vinieron a inaugurar el hospital… ¡Desde el año ’70 funciona el hospital!
¿A quién votás?
Estoy entre Juntos por el Cambio y Milei. Estoy dudando, porque el otro día vi algo de Milei que no me gustó. Le tiraba dardos a la imagen de Alfonsín. Me parece una falta de respeto total, eso es entrar en la agresión, no me gustó.
¿Te afectó la decisión de Longobardi de dejar su programa?
Lo entiendo. Nosotros tenemos 60 años, y nos queda mucho. No soy una persona negativa, tampoco soy un pesimista: soy un optimista bien informado. A la vida hay que tratar de disfrutarla y si vos podés hacerlo, hay que hacerlo.
¿Vos podrías?
No podría porque no tengo una moneda. Me gasté todo. Pasaron mujeres rápidas y caballos lentos. Y a mí me encanta trabajar, hay mucha gente que está mal y necesita reírse.
¿Sos un cómico simpático o abonás el mito de los cómicos que dice que fuera de cámara son mala onda?
Por ahí me ves en la calle y soy serio. No estoy todo el día haciendo chistes, pero siempre tengo buena onda.
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