Excelente. Aguante Milei. Que Dios lo acompañe y proteja.
–Carlos Onco
Querido y admirado Gustavo. Sólo darte las gracias por este escrito. La paz que me produce saber que hay quien puede expresar así mis propios pensamientos es muy grande.
Totalmente de acuerdo con vos.
–Rubén Hermosilla
“Las piedras a Macri“. ¿Sobre la mochila que significa y significará el crédito de 45 mil millones de dólares tomado por el insigne estadista nada que decir? ¿”El bullying polarizante a la democracia” de Cristina K es o fue más dañino que la postura de la vicepresidenta electa nostálgica de la dictadura y su reaccionarismo cerril? ¡¡Rápido a hacer negocios antes de que troskos y perucas nos saboteen!!
El liberalismo argento no se quema. Nos deja prendidos fuego, más pobres y endeudados. Como siempre. Esta es Rápido y furioso número mil, ahora en clave gore con el psycho y el as del bridge.
Continuará.
–Horacio Zabaljáuregui
Mismo derrotero. Agregale lo de vieja meada, dije “no voy a votar, a pesar de Patricia y Mauricio”.
Cuando el duro de Massa empezó a hablar como presidente electo, sin dudar me propuse fiscalizar. Aportaría mi gran experiencia. Fui sola porque Juntos por el Cambio local tuvo una pésima actuación, se fueron a querer hacer los capo di tutti i capi. Los oyeron y bye.
Por uno de mis hijos me contactan y me vengo a enterar de que fuimos muchos solos. Cuando empezaron choros varios a escribir cartas, avisé que capaz votaba. Dos cosas me afirmaron. Debate, visto con ojos de sólo un votante más. Los periodistas de Buenos Aires no lo vieron. Uno mintió salvo en su nombre, y el otro, Milei, un tipo sin ambages. Voto decidido.
Y cuando Sánchez de España escribió su cartita, me dije, diez para Milei. Trabajé como cuando tenía 20. Al final soy millennial.
Lúmpenes afuera. 74% a 26%.
–María Elisabeth Noria Martínez
¿Liberalismo popular, populismo liberal?
Luis Valiña: hay un jefe. No dos. Y eso no es populismo.
Mucho Puán.
–Roberto Volpe
Sebastián supone que Milei es liberal. No consigo entender por qué. Hasta ahora no ha mostrado tal cosa, ni ideológica ni políticamente.
Preferiría que aclarara este punto.
Gracias,
–Vicente Palermo
Solo sé que quiero un cambio.
No soy kirchnerista, no soy libertario y no soy macrista. No soy trotskista ni socialista. Soy parte de un enorme grupo de personas que no logró identificarse con ningún candidato o partido político. Parte de un colectivo disperso que, más allá de no ser seguidores de La Libertad Avanza, nos acercamos a las urnas a votar por la única opción que representaba un cambio. Una comunidad que, con mucha mesura, sin hacer un gran escándalo, sabiendo que lo que vendrá en el corto plazo va a estar lejos de ser un camino de prosperidad y abundancia, festejó que Javier Milei se impusiera sobre Sergio Massa en el balotaje.
Este lunes me desperté con la esperanza y con el miedo de que las cosas cambiarán, para bien o para mal. Pero había una cosa que sí sabía con seguridad: el cambio era necesario y obligatorio. No podía avalar el desastre en el que se ha convertido nuestro país eligiendo a uno de los artífices del colapso económico de la Argentina. En mi cabeza, votar al oficialismo significaba elegir la continuidad de lo que viví en los últimos cuatro años.
Entiendo que una parte del 44,3% del país que eligió al actual ministro de Economía lo haya hecho por oposición al candidato que se paseaba con una motosierra en su campaña. Me cuesta mucho más entender a los que realmente creían que Massa era el que nos iba a sacar de esta tormenta. No comprendo por qué piensan que Massa no es uno de los responsables de este desastre de gobierno encabezado por Alberto Fernández, del que ahora todos se quieren despegar.
La realidad es que yo no pensaba que Milei tenía que ser nuestro presidente hasta que todo se redujo a una única opción, a una única pregunta: ¿cambio o continuidad?
Por otra parte, me sorprendió que, a pesar de haber tenido a la gran mayoría de los medios de comunicación, músicos, artistas, clubes de fútbol y demás figuras que influyen en la opinión pública en su contra, Milei haya ganado la elección. Este punto me llevó a pensar que al final no estamos tan alienados como pensé que estábamos. Evidentemente, los argentinos aún mantenemos la capacidad cognitiva de razonar y pensar por nosotros mismos. Entendí que aún somos capaces de mirar a nuestro alrededor y tomar una decisión basada en lo que vemos y no en lo que nos dicen que debemos ver. Eso lo festejo.
Como dije al comienzo, lo que viene no será fácil. Hay un viejo proverbio chino que dice: “Ten cuidado con lo que deseas, porque podría hacerse realidad”. ¿Deseábamos un cambio? Votamos la opción más drástica de todas, ahora a hacerse cargo.
En las palabras del futuro presidente de la nación: “No hay lugar para el gradualismo, no hay lugar para la tibieza y no hay lugar para medias tintas”. Ahora es el momento de ponerse de pie y empezar a luchar para que se haga realidad. Porque ninguna política o medida que venga desde los poderes del Estado va a funcionar si no está el pueblo argentino empujando este tren desde atrás.
–Santos Bosch
Hola. Como la otra vez, va una carta. Espero guste.
Contento y atento.
Escribo esto el martes 21 a la mañana. Lo anoto porque quién sabe lo que ocurrirá esta semana, bajo el lema de que “Argentina es el país donde en 20 días cambia todo, pero en 20 años todo sigue igual”.
Y del viernes pasado a hoy cambió todo. Si bien mi pronóstico siempre fue que ganaba Milei, era inevitable pensar que podía no pasar. Con tanta campaña corporativa a favor de Massa hasta de la ACCA (Asociación de Criadores de Cucarachas Albinas), las encuestas, las inmolaciones propuestas si ganaba Milei –desde el gobernador que iba a renunciar (jodita para Tinelli) hasta L-Gante dejando de cantar (chiste y esperanza fake)–, ¿cómo podía no dudar? Ni contra Macri hubo una campaña tan grande, incluyendo asociaciones civiles, artistas, “intelectuales”, gasto público y trucos bajos. Alguien me decía que le sorprendía cómo había mucha gente no peronista impactada por la campaña del miedo, y que también “al final trabajan sostenidos por el Estado”. Ah, la magia del Estado Presente (en mi bolsillo).
Tengo que reconocerle a Massa una capacidad política inmensa. Además de una cara de piedra increíble. El tipo logró estar relativamente cerca de ganar la primera vuelta (3-4 puntos), sacar 44% de los votos en un balotaje, y todo en un caos del que no tenemos dimensión, sólo salvados de un desastre total porque gobiernan los que hacen quilombo. Ojalá usara esa capacidad a favor del país, pero no por nada le dicen “ventajita” de un lado y “fullero” del otro. Inclusive, ¿qué dijo Néstor de él?
El de Milei realmente es un triunfo contra el sistema o “la casta”. Si, ya sé que Macri y Bullrich le dieron apoyo, fiscalización, etc, y algo habrán traccionado, llevando alguna tranquilidad al estilo de “este está loco pero nosotros lo vamos a controlar”. Confieso que conmigo funcionó así, aunque ya tenía decidido mi voto, pero también sé de personas que, aun coincidiendo con las ideas, tenían miedo al loco.
Le decía a mi esposa y un amigo que estaba tomando unos mates en casa el domingo que cada vez que voy a perder las esperanzas por completo, Argentina me asombra y me las devuelve. Van tres o cuatro veces así. Pará, tampoco estoy exultante. En esta carta que envié a Seúl decía: “Milei me da un poco de miedo. Massa me da pánico-terror-susto” (acá tengo que rectificar el copyright de pánico-terror-susto, que es una frase de mi esposa). Y sigo pensando exactamente igual.
El “Pelado” Trebucq lo decía bien: es un triunfo de la gente. Contra todos los aparatos. Mensaje contundente si los hay. Y, como liberal, me da esperanza.
Macri le decía ayer a Morales Solá, en el inicio nomás, que él no tuvo mandato de hacer las reformas profundas, y que Milei sí lo tiene. No puedo estar más de acuerdo. La falta de mandato de Macri considero fue real, y por las dudas la UCR y la Coalición Cívica se encargaron de bombardear desde adentro los intentos de hacer las reformas. Muchos han puteado y putean a Macri por tibio. Creo que no lo merece. Ahora Milei tiene el mandato de ir a fondo, lo dijo siempre, y ganó con eso. ¿Ganó con eso? ¿O el voto de Juntos por el Cambio que se fue para Milei es mucho más moderado y lo votó espantado por Massa? Seguramente hay parte y parte. Pero elijo creer, basado en que el voto en blanco y el anulado fue bajísimo en comparación a lo que se preveía y que la participación fue en línea con lo histórico. Escuchaba ayer que los dirigentes de la UCR están más a la izquierda que sus votantes, y puede que sea así, y también que muchos que son UCR ala izquierdista ya estaban del otro lado (¿y habrán votado a Massa en primera vuelta?).
Entonces estoy contento. Mucho porque perdió el peronismo después de haber hecho taaaantas cosas mal estos últimos cuatro años, porque no podía ser que el superministro y virtual presidente gane con el caos económico que generó (¡y todo lo que deja para adelante!), porque el no-presidente fue tan malo que se nos va de parámetro, porque la vicepresidente de su no-gobierno, como de costumbre, tiró bomba de humo en las malas. Y mucho porque ganó la propuesta de un país distinto, liberal, occidental. Con un loco carismático (miedo) liderando y el partido que hizo posible la primera derrota del kirchnerismo apoyando (alivio).
Pero atento. Se vienen tiempos duros objetivamente, inevitables. La fiesta populista de Massa de alguna manera hay que pagarla y la economía va a empeorar antes de mejorar (si lo hace, yo creo que sí). Y también van a ser duros “subjetivamente”. Vamos a tener que estar atentos a varias cosas.
1. Cómo se comportan Milei y su núcleo. Dudo que se convierta en dictador, como me sugirió alguien. Pero tengo varias dudas respecto a los impulsos populistas, el respeto por las instituciones, la habilidad política en general. Hay una banda de cuestionables (e impresentables) en LLA. Capaz en más proporción que en el peronismo, y eso es mucho. ¿Designaciones poco agradables? Seguro va a haber.
2. Sigo pensando también que Massa – Dr. Frankenstein tuvo mucho que ver en el crecimiento de Milei para enterrar a JxC (exitosamente). ¿Cómo reaccionarán los que están en las filas de LLA por el carguito, alineados con Massa? ¿Se quedarán al calor de la victoria? Creo que sí. La duda, para mí, es cuándo van a traicionar. Y si los van a detectar a tiempo.
3. Cómo el PRO puede ayudar efectivamente, y qué tanto quiere y puede hacerlo. Eso depende mucho del punto 1.
4. Cómo se comportan la UCR y la CC. Esto me parece, en principio, lo menos relevante, o al menos lo que menos incertidumbre me trae. Sólo que hay que ver cómo funcionan (o son funcionales) con el punto siguiente.
5. Cómo se comporta el peronismo, especialmente el kirchnerismo. Tampoco tengo mucha incertidumbre acá: lo van a limar desde antes de que asuma y, eventualmente, lo van a tratar de voltear usando como ariete a la izquierda, que “no representa a nadie” pero son especialistas en generar quilombo (el furgón de cola del peronismo, Fernando Iglesias dixit). Lo que hay que ver es cómo neutralizarlos.
6. Quizás lo más importante, junto con la anterior: cómo se comporta el electorado que votó a Milei. Una parte grande sabe que las reformas son necesarias y van a ser dolorosas. Quizás el 30% que lo votó en primera vuelta. Esos no pueden llamarse a engaño, ¿no? El resto… no sé. Una parte también creo que lo sabe, el ala dura de JxC (el voto a Bullrich) o al menos una fracción grande de eso. Y otra, quizás, no sabe o no lo acepta, que serían los que votaron a Milei más por el espanto que les genera Massa. ¿Qué tanto de ese 26% adicional que sumó en el balotaje se la va a bancar y lo va a bancar?
Hoy soy optimista, y tengo con qué. La historia me desmiente, qué le voy a hacer. Pero a veces, la historia cambia.
–Jorge Madoz
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