El progresismo busca argumentos para oponerse a la venta de Twitter y a veces los encuentra, pero lo que más les molesta es que Musk no es uno de ellos.
Ahora que su uso se extendió y vuela de acá para allá sin límites, es un buen momento para preguntarse qué implica decirle a alguien “tu gobierno”. Es un chiste, por supuesto, pero también algo más.