Las elecciones llegan con la crisis y la pandemia sin terminar. En otros países eso se habría llevado puesto a los partidos políticos. Los nuestros, en cambio, están sorprendentemente fuertes.
En el oficialismo triunfó el “unidad hasta que duela”. Y dolió. La oposición debería aprovechar en 2023 la ocasión que desperdició en 2021 de hacer una gran primaria amplia y abierta.
No por repetida la frase deja de ser cierta. No hay que dejar que nos corran con el ‘Ah, pero Macri’, pero también hay que mirar para adelante, con propuestas explícitas y concretas.
La elección le da a Juntos por el Cambio la oportunidad de representar a los nuevos votantes, que valoran la libertad, la autonomía y la diversidad más que ninguna otra cosa.
Demonizar kirchneristas es una mala estrategia. Hay que convencer a los que tienen buenas intenciones para que comprendan que el liberalismo es el único camino al desarrollo y la libertad.
Aunque más de un millón de chicos no volvieron a la escuela, el ministro Trotta sigue diciendo que la presencialidad completa no volverá hasta 2022. Contra toda evidencia científica.