Un nuevo libro colectivo busca llenar el vacío alrededor de la Batalla de Caseros, un episodio muy politizado, pero poco escrito, de la historia argentina.
Silvina Bullrich, Marta Lynch y Beatriz Guido vendieron cientos de miles de ejemplares y marcaron la Argentina de los ’60 y los ’70. Hoy están olvidadas, más por razones ideológicas que literarias.
En ‘Encrucijadas’, Jonathan Franzen vuelve a mostrar que la ficción puede ser un vehículo de conocimiento de las almas ajenas. Hace política sin responder ninguna pregunta política.
El libro de Juan Carlos Torre es injusto con el radicalismo y con el propio Alfonsín, en parte porque tiene una visión de laboratorio que ignora las complejidades políticas de la época.
En ‘La salud sí tiene precio’, compilado por Daniel Gollán y Nicolás Kreplak, se hace un diagnóstico simplista, sesgado y prejuicioso del sistema de salud, sin proponer ninguna mejora.
Perón fue esencialmente antiliberal, pero no abandonó del todo las instituciones: las modificó a su gusto para que respondieran a sus concepciones políticas y construir así su hegemonía.
En ‘Peronismo para la juventud’, Natalí Incaminato repite los lugares comunes del mito peronista con una pretendida pátina humorística y un lenguaje pseudo-joven.
En ‘Pantalla partida’, Natalí Schejtman cuenta la historia de nuestra TV estatal, que nació populista y a sus 70 años, ya casi jubilada por el público, sigue siéndolo incorregiblemente.
En ‘El ocaso de la democracia’, Anne Applebaum alerta sobre la complicidad de intelectuales y periodistas en el ascenso de los populismos. Las redes sociales, la pandemia y el caso argentino.