El respeto religioso de los intelectuales de izquierda por la dictadura cubana se basó en falsos mitos de origen que resulta cada vez más difícil sostener.
Después de los estallidos sociales del año pasado, la dictadura cubana endureció la represión. Pero volverá a pasar: los jóvenes ya no tienen miedo. Ni nada que perder.
El autor creció en un hogar de izquierda que admiraba la Revolución Cubana, pero en una visita a la isla en 1981 comprobó que no había igualdad ni un pueblo feliz. Hoy ya no se considera de izquierda y no necesita relativizar sus críticas al régimen.
Los artistas y poetas del Movimiento San Isidro están poniendo nervioso al régimen cubano, que reacciona de la única manera que sabe: con represión y propaganda.