Petter Moen estuvo preso durante la ocupación nazi en Noruega y murió cuando naufragó el barco que lo trasladaba a Alemania. Queda su diario escrito en la cárcel, con un clavo y papel higiénico.
Todo lo que a los intelectuales kirchneristas les llevó años construir a fuerza de neologismos, lo agarra Milei, lo traga, lo mastica y lo devuelve devaluado.