Partes del aire

#112 | Preguntame cualquier cosa #4

Cincuenta preguntas de los lectores, respondidas.

Por cuarta vez, el lunes les pedí a lectores como vos que me enviaran preguntas sobre cualquier cosa y, otra vez, la respuesta fue espectacular. En estos tres días recibí más de 100 preguntas y creo que acá abajo están las respuestas a la mayoría. Fusioné varias que eran parecidas y sólo dejé afuera a las que eran muy largas, las que no entendí o los que mandaron muchas preguntas juntas. Pido disculpas a quienes no respondí. Mi consejo para la próxima: pregunta corta y concreta mata todo.

Las contesté rápido, durante la tarde de ayer, sin querer convertir cada respuesta en un mini-ensayo. Salió lo que salió. Me divertí mucho, espero que a vos te diviertan también. Y me ayudaron a ordenar mis ideas sobre un montón de temas. Voy a tratar de hacerlo más seguido.

Quedó un newsletter largo, pero lo podés leer salteando las preguntas (o las respuestas) que te interesen menos.

¿Qué pensás del armado electoral de centro que se está dando en Provincia de Buenos Aires? ¿Le ves futuro? –Javier Martínez

Cada año impar arranca con un grupo de dirigentes políticos que dicen “este año es finalmente el año de la ancha avenida del medio”. Y al final no ocurre, al menos en los últimos cuatro o cinco ciclos electorales. No veo muchas razones para que este año sea distinto. La elección de octubre será sobre Milei.

 

Sé perfectamente que en Argentina dos años son dos siglos, pero me gustaría saber tu intuición sobre la posibilidad de que en 2027 haya una especie de “síndrome agosto de 2019”, es decir, un escenario electoral que haga retroceder al país cuatro años. Por qué podría haberlo y por qué no. –Sergio Petrella

Lo veo improbable, por al menos un par de razones. La primera es que veo a una mayoría de los ex votantes de Juntos por el Cambio con un miedo similar al tuyo: revivir 2019. Eso los tendrá muy atentos a ver qué opciones apoyan, más allá de cómo se sientan económicamente. La otra es que veo al peronismo todavía muy desorientado sobre su rol y su oferta a la sociedad, especialmente a la clase media, a la que necesita (al menos a una parte) para ganar. Si el PJ unido no se encolumna detrás de un líder que proponga una economía más o menos sensata y que, además, diga “la corrupción está mal”, veo difícil una reconstrucción del vínculo del peronismo con la clase media. Como eso por ahora parece improbable, porque la fuerza dominante en el peronismo sigue siendo el kirchnerismo y el principal desafío interno surgió de Kicillof, una rama del propio kirchnerismo, las chances de un cambio de rumbo las veo bajas.

Nunca son cero, obviamente. El plan económico de Milei ha sido exitoso, pero estamos lejos de llegar a la otra orilla de la normalización. La estrategia de LLA es errática e impredecible, por lo cual podría seguir alienando a sectores y votantes que en otros escenarios podrían apoyarlo. Pero es cierto lo que dice el gobierno de que “esta vez es distinto porque no hay déficit fiscal”: las chances de una corrida o una espiral inflacionaria son bajas. Esto juega a favor del gobierno pero también en contra: si un porcentaje de la población ve que una crisis es improbable, quizás vaya a buscar opciones de futuro que le gusten más. Pero son todas especulaciones, apenas escenarios. Con el tiempo lo iremos viendo.

 

¿Guillo Dietrich se perfila para candidato a Jefe de Gobierno de CABA en 2027? –Elber Tori

Para eso primero habría que descartar a Jorge Macri, que tiene todo el derecho de intentar ser reelegido y todavía falta mucho tiempo. En cualquier caso, hablando en general, para mí Guillo sería un gran candidato y un excelente Jefe de Gobierno.

 

Me gustaría hacerte la siguiente pregunta, dada mi condición de “pibe” de 23 años de edad. Muchas veces me siento abrumado por la cantidad de información disponible: libros, autores, noticias, ideas… Hay tanto para elegir que cuesta saber qué vale la pena leer o estudiar. En ese contexto, quisiera preguntarte: ¿cómo hacés para distinguir lo importante de lo urgente en lo que consumís? ¿Qué criterios usás para elegir ciertos textos o autores sobre otros? ¿Qué peso tienen en tus decisiones la experiencia, los años de lectura y las recomendaciones ajenas? –Tomás Martino

Lo primero que te digo es que cuando yo tenía tu edad recién empezaba Internet y, por lo tanto, estaba condenado a lo que me ofrecían los diarios, la radio y la TV locales, donde había cosas buenas pero muy generales y bastante provincianas. No lo digo en el mal sentido, en todos lados era así. La Internet nos abrió a un mundo infinito, casi literalmente. Pero lo que ahora es normal, que cada persona participe en conversaciones y comunidades que le interesan, con gente de todo el continente o todo el planeta, era inimaginable. Si tenías intereses específicos o extraños, era difícil encontrar a tus pares.

Lo segundo es que esta sensación de estar “abrumados” por la cantidad de información disponible existe casi desde los inicios de la Internet. Recuerdo este tipo de comentarios ya en 1999 y 2000, cuando la información disponible era (a ojo) el 1% de lo que hay hoy.

Y lo tercero que te digo es que no tengo un sistema para distinguir lo importante de lo urgente. Cuando estoy enfocado en un proyecto, puedo aislarme y avanzar. Cuando no lo estoy, sucumbo a Twitter y los reels de Instagram como cualquier hijo del vecino. Esto me genera, como a cualquiera, frustración y culpa. Pero también sigo a gente interesante, que me recomienda a otra gente interesante o me sugiere lecturas.

 

¿Cuáles clubes llegarán a la final de la Libertadores? ¿Club que sale campeón de la Liga Profesional 2025? Club que desciende por promedio 2025? ¿Club que desciende por tabla anual 2025? –Gustavo Ibarra

1. Palmeiras y Racing
2. Argentinos (con la aclaración de que este formato es una ruleta, puede salir campeón cualquiera).
3. Sarmiento
4. San Martín (SJ)

 

¿Qué uso le das a la IA? ¿Escribe notas en Seúl? ¿Hace recopilación de información? Creo que todavía nadie sabe cuál será su verdadera utilidad. ¿Cuál es tu impresión? –Leandro Venezia

El otro día me crucé con una publicidad en Instagram que preguntaba “¿Sos uno de esos que usa la IA como un súper-Google?” y ofrecía un curso para aprender a usarla de verdad. Me sentí identificado, porque la uso sobre todo para buscar información. Uso Perplexity para información más reciente, ChatGPT (pago) para todo lo demás. A veces los resultados son impresionantes. En unos días me voy de vacaciones con mi familia a Catamarca y La Rioja y fue impresionante la ayuda que me dio ChatGPT para programar los itinerarios, elegir las excursiones y calcular las rutas. Muy útil. Ahora estoy empezando un nuevo camino, en el que todavía no soy tan bueno preguntando: pedirle a ChatGPT que me ayude a hacer algunos cambios (finos) en el diseño de la web de Seúl. Ahí estoy teniendo menos resultados, pero creo que es porque es algo de lo que sé menos y debo mejorar como preguntador.

 

No entiendo cómo el Senado puede ser co-gobierno con el Ejecutivo en el área “administrativa”. ¿Para qué votamos a un presidente si no puede desarrollar un programa de gobierno? Es como si estuviera manejando un auto con dos volantes, para colmo los dos volantes van para lados distintos. Seguro que vamos a chocar. –Guillermo Huarte

No es normal que la oposición le encaje una ley con impacto presupuestario a un Gobierno. Pero tampoco es normal gobernar sin presupuesto, como estamos por segundo año consecutivo. Es una disputa política y hay que tomarla como tal, en la que algunos simulan estar preocupados por los ingresos de los jubilados y otros exageran el efecto que la ley tendría en el equilibrio fiscal. En la Argentina, siempre, desde tengo uso de razón, los jubilados han sido caballito de batalla de la oposición, gobierne quien gobierne y sea quien sea la oposición. A veces con más argumentos, a veces con más demagogia.

 

¿Qué posibilidad real tiene el gobierno de Milei de conseguir un cambio duradero en la macro y la micro con estos modos de pelear e insultar a todo lo que se le cruza, sea opositor o no? –Alberto Kreimer (Pablo Mugica hizo una pregunta parecida)

Los países cambian cuando cambia una masa crítica de sus élites y sus votantes. Para tener el riesgo país de Chile o Uruguay (100-200 puntos básicos, el síntoma más claro de macro ordenada), lo que tienen que percibir los mercados es que el país cambió. Para eso no alcanza con la gestión de un gobierno o un grupo político, tiene que incluir a algunos de sus opositores (no al kirchnerismo, por supuesto, al que no le interesa esta discusión a pesar de que sus ídolos Pepe Mujica o Michelle Bachelet se pasaron todos sus mandatos con riesgo país de 100-200 puntos). ¿Puede hacerlo? Puede. ¿Quiere hacerlo? Menos.

 

No pedís que te pregunte una sola cosa, así que (me) aprovecho. 1) Fuiste a Corea del Centro, el programa de Tenenbaum en Cenital. ¿Por que no lo traés a Tenembaum a Seúl Radio? Plan B, María O’Donnell. 2) Cuando, como creo, el pero-kirchnerismo deje de ser el cuco y podamos elegir, ¿creés que estará en el menú la opción PRO o equivalente (o algo en ese espectro)? 3) ¿Streaming en vivo? ¿Soon? 4) ¿Por qué no publican más las cartas de lectores? ¿O están escondidas en algún recoveco? –Enzo Prestileo

1. Eh, por ahora no.
2. Dependerá de muchas cosas. Por ahora el “pero-kirchnerismo” sigue siendo el cuco.
3. Not soon.
4. Volverán.

 

Una pregunta que seguramente no podés responder pero quizás me puedas ayudarme a entender. ¿Por qué tengo la terrible sensación de que estamos tan cerca de ser un gran país y los que están en el poder, que nos llevaron a esa cercanía, se han confabulado en arrastrarnos nuevamente hacia el precipicio? Tengo 79 años y estoy cansado. –Alberto Oliver

Todos estamos cansados, Alberto. Yo tengo 51 años y el PBI per cápita de Argentina es similar a cuando nací. Pero te digo esto: salvo algunos estadounidenses muy patriotas, casi nadie más en el mundo cree que está viviendo en un gran país. Lo más probable es que si hacemos el laburo y tenemos paciencia, nos acerquemos a un país con un ingreso digno y convivencia razonable para complementar las otra virtudes que tenemos como sociedad. Pero adiviná qué: nos quejaremos en cada paso del camino. Las sociedades no son de festejar sus éxitos graduales, mucho menos las contemporáneas. Casi todo el mundo cree que vive en un país de mierda. La mayoría no tiene razón, pero es así.

 

Voté por primera vez en 1983 y desde entonces, he observado que todos los partidos políticos tienen una extraña vocación autodestructiva. Ahora observo la descarnada rencilla que atraviesa LLA y cómo este hecho va erosionando y rifando el enorme consenso que lograron en noviembre de 2023. He hablado del tema con decenas de personas y todos coinciden en esa sensación de desencanto y decepción ante tanta falta de “mirada común”. La pregunta, entonces, es:  ¿por qué creés que ocurre esto con el partido de Milei en particular y con los otros partidos en general? –Daniel Rivera

Creo que es un momento difícil para los partidos políticos en casi todo el mundo. Partidos que dominaron medio siglo en la política de, pongamos cuatro ejemplos, Chile, Francia, México e Italia se han transformado en testimoniales o menos que eso. Está cambiando muy rápido el modo de representación que piden las sociedades y los partidos políticos se armaron para una sociedad más vertical, donde el conocimiento iba desde arriba hacia abajo.

La situación es más “democrática”, en el sentido de menos elitista, pero también más caótica e impredecible. En este contexto, La Libertad Avanza parece tener un gen caótico y autodestructivo particular, un proceso acelerado de todas estas tendencias, que le permitieron ascender rápido pero que, si no las modera y controla, lo podrían llevar a derrumbarse rápido (estoy hablando de años, no de meses) también bastante rápido.

 

Me preocupa mucho el avance de la tecnología, específicamente de la IA, en relación a las cuestiones laborales del ser humano. Es decir, me parece que más que una herramienta de ayuda en muchos casos viene a ser directamente un reemplazo del hombre. Entiendo que la mía es una visión un tanto pesimista, que atrasa. ¿Que opinás al respecto? –José Galliano

Diría que tu visión sí es pesimista, pero no que atrasa. ¿Quién sabe qué atrasa y qué no? Yo soy pro-tecnología por temperamento, es algo que casi no puedo explicar. Tengo mis argumentos, pero me doy cuenta de que hay algo anterior dentro de mí que ve los cambios tecnológicos con curiosidad y no con temor. Sobre la IA sí pienso esto: lo que sea que vaya a pasar pasará más despacio de lo que a veces parece y nos vamos a adaptar (te vas a adaptar) mejor de lo que parece. Pensá en una IA operando de cataratas a un niño wichi en el monte formoseño y por ahí te sentís mejor.

 

¿Cuáles son las cinco mejores películas argentinas de los últimos 10 años? –Rafa Robles

Zama (Lucrecia Martel, 2017)
Puan (María Alché & Benjamín Naishtat, 2023)
Los delincuentes (Rodrigo Moreno, 2023)
Clorindo Testa (Mariano Llinás, 2018)
Permitidos (Ariel Winograd, 2016)
Bonus – Viola (Matías Piñeiro, 2012)

 

A mí me interesa saber cuánto tiempo más puede durar el actual enfoque de comunicación del gobierno. ¿Es un limite este lío que se armó con el programa de Fantino? Los errores de los amigos, ¿qué peso tienen? –Lilia López

Esto que llamás enfoque de comunicación (el conflicto, la provocación, la burla, los medios amigos) es más que un enfoque, está en el ADN político de la fuerza de gobierno. Será difícil que eso cambie, además porque va bien con la época y está respaldada por este momento de la tecnología. Lo que sí puede pasar, si el Gobierno lo necesita, es que se complemente con otras estrategias de comunicación o de relacionamiento político. Es un poco lo que ya pasa: la batalla cultural extrema de las redes y de algunos de sus militantes convive con un armado político, el de Karina Milei y Lule Menem, mucho más pragmático, menos idealista, más de la política tradicional.

 

¿Qué hacemos los que comulgamos con las ideas (y las formas) de María Eugenia Talerico pero entendemos que no votar a la alianza PRO-LLA es beneficiar al kirchnerismo? Estoy en una dicotomía. –Diego Almeida

Sospecho que tendrás esta dicotomía hasta el último sábado de octubre y que eventualmente decidirás o no sumarte a aquellos practicantes del llamado “voto útil”. Como consuelo, te digo: es una elección políticamente clave pero que en los hechos se decide poco. Si ves que Talerico puede llegar al Congreso, un diputado menos para LLA-PRO no cambiaría tanto.

 

Un tema que me llama poderosamente la atención sobre el juicio de YPF es que, en la discusión sobre el 30% que le corresponde a Petersen/Eskenazi o su quiebra, nadie menciona que si eso alcanza para pagar a los acreedores en la quiebra, aunque no sobre nada, los Esquenazi retendrían el 25% de las acciones de YPF. Sería un negocio espectacular, mejor que el inicial para la dupla Eskenazi/K. –Jose Astolfi

Entiendo que los bancos acreedores de la quiebra de Petersen ya ejecutaron la garantía de las acciones de YPF y las vendieron en el mercado, por lo que veo improbable que los Eskenazi vuelvan a tener un rol en YPF.

 

Tengo una pregunta sobre la droga contra la obesidad. ¿Qué pasa con el placer de comer? Uno no come sólo para alimentarse, sino también para disfrutar combinaciones de sabores, incluso para disfrutar la propia comilona en sí. ¿Se pierde eso, se ve afectado? –Federico Reggiani

Un poco se pierde, porque no podés comer grandes cantidades. Restricciones dietarias no tengo, lo único que trato es de comer mucha proteína. Igual mi plan en principio es seguir el tratamiento sólo tres meses. Voy por la mitad.

 

¿Cuáles son los libros o autores de culto –de cualquier género, ficción o ensayos– del siglo XX o XXI que a tu criterio podrán ser leídos con el paso del tiempo? Pienso en Fritz Zorn, Natalia Ginzburg, Robert Walser, Emil Cioran, Felisberto Hernández, Amelie Nothomb. –Rodolfo Fessler

Para muchos de los que mencionás ya ha pasado el tiempo, se convirtieron en clásicos y sus libros se consiguen en cualquier librería. De tu lista mi favorita es Natalia Ginzburg. Para Amelie Nothomb todavía falta que pase el tiempo. Pero predecir el futuro es difícil, por supuesto. Hace poco conté la historia de la escritora inglesa Vita Sackville-West, muy leída cuando vivía, y su amistad con Virginia Woolf, a quien no leía casi nadie. Hoy es al revés: Woolf es universal y nadie se acuerda de los libros de Sackville-West (sí de su vida amorosa, bastante ajetreada). Philip Roth, por ejemplo, muy popular y prestigioso en vida. ¿Sigue siendo tan popular? ¿Se lo seguirá leyendo en 2040 o 2050? Honestamente no tengo una respuesta. Y eso que leí no menos de una docena de sus libros.

 

¿Qué impacto creés (si es que alguno) va a tener la caída de la tasa de natalidad en nuestra vida diaria? No hablo de lo que afecta al Estado (seguridad social, etc.) sino en lo que vivimos los argentinos en nuestro día a día. Pienso por ejemplo en lo que ya se está viendo de cierre de jardines de infantes y guarderías por falta de demanda. –Martín Ruete

Es una gran pregunta. Ya hay menos argentinos entre 0 y 5 años que entre 5 y 10 años, y los de entre 5 y 10 años son menos que los de entre 10 y 15. Al mismo tiempo, la ciencia y la tecnología nos permitirán vivir mejor y más tiempo. Un país y un mundo con pocos niños y muchos viejos. ¿Cómo será ese mundo? Pienso en voz alta: será un mundo quizás menos vibrante, con menos energía creativa, aunque sólo sea por menos masa crítica de gente empujando por entrar y ganarse su lugar. ¿Menos innovación también? Quizás. Temo que cada vida sea excesivamente preciosa, demasiado valiosa, cada nuevo niño esculpido hasta la perfección por sus padres, que lo adoran y tienen buenas intenciones. Pero niños demasiado supervisados, llenos de oportunidades pero también de presiones y obligaciones, sin colegas generacionales que los lleven a romper el mundo de sus padres. Serán adolescentes eternos y adultos tempranos al mismo tiempo, si eso es posible.

 

Para la bola de baccarat: ¿cómo estimás que termina el plan económico y político de Milei? ¿Logrará la reelección? Abrazo, muy buenos los artículos. –Gustavo Wengrovski (Jonathan Finchelson y Víctor Curci hicieron preguntas similares)

Para la bola de baccarat: el plan económico termina razonablemente bien, es decir, si termina mal no será con una gran crisis. Reelección de Milei: too soon. Si algo aprendí después de cuatro años en la Casa Rosada es que los mandatos presidenciales son más largos de lo que parecen.

 

¿Cómo seleccionás tus fuentes de lectura? ¿Utilizás algo para coleccionar textos o simplemente memorizás? Actualmente padecemos un caudal de noticias contaminantes del cual cuesta mantenerse alejado y me causa curiosidad la capacidad de algunos escritores como vos, que tienen conocimientos profundos aún en temas de actualidad, donde abunda la desinformación. –Alejandro G. Baine

Siempre fui bastante desordenado para leer y era un sistema que me gustaba. No seguir las recomendaciones obligatorias y dejarme sorprender por cosas que encontraba en librerías de usados o en conexiones improbables. Con el tiempo (la edad) me di cuenta de que si no empezaba a leer clásicos con más planificación, quizás no los iba a leer nunca. Así que hace un par de años me puse como objetivo leer tres grandes obras clásicas por año.

Para guardar ideas y citas, uso diversos tipos de apps, a veces con más rigor y a veces menos. Muchas veces igual no tengo tema para el newsletter y lo encuentro en citas o apuntes que tengo guardados en Evernote, el Kindle o el Bloc de Notas del iPhone.

 

Poco se dice que él “no hay plata” aplica al fútbol y otras disciplinas deportivas y que el fracaso de los equipos argentinos en competencias internacionales se debe a que no se puede desarrollar talento y retenerlo si hay que competir con mercados más grandes y desarrollados. No sé un pingo de fútbol pero escucho mucho un cuestionamiento a la organización (que seguramente es muy mala) y a que los clubes no retienen a los pibes y poco se habla de que si te gusta mucho el fútbol argentino deberías querer tener la economía ordenada y pujante y que no se puede tener un gran fútbol en un mercado muy chiquito y empobrecido. –Alejandro Wyler

Para competir por los buenos jugadores con Brasil, México y Estados Unidos (no ya con las grandes ligas europeas), el fútbol argentino necesita más plata. En parte porque está mal organizado y el torneo es poco atractivo, en parte porque el esquema de asociaciones civiles es rígido para recibir capitales, de a poco nos vamos quedando atrás de otros con una visión más de crecimiento.

Es cierto que una macroeconomía ordenada ayuda mucho: desde 2024 y sobre todo ahora, sin cepo, con un peso más fuerte, muchos clubes están haciendo contratos más generosos, reteniendo jugadores. Pero ese efecto dura poco. Para competir en el mediano-largo plazo el fútbol argentino tiene que a) organizarse mejor y ser más atractivo, para tener mayores ingresos, de hinchas dentro y fuera del país, o b) cambiar sus estatutos para permitir (no hacer obligatorio) el ingreso de capitales privados. Quizás las dos cosas.

 

Si vivieras fuera del país, ¿volverías hoy? ¿O a qué esperarías para volver? Es una pregunta con interés personal. –Darío González

Esperaría un poco más. Si lo que te expulsó de Argentina es la inestabilidad económica o los saltos políticos, creo que todavía es demasiado temprano para volver. Si estás bien donde estás, te diría de esperar a enero de 2028 para volver a pensar la decisión.

¿Cuándo empezó la idea de preguntar “cuándo se jodió la Argentina”? ¿Vos qué opinas sobre la pregunta en sí misma? Tengo la sospecha de que a vos el tema te genera sospecha, más allá de la curiosidad lógica. Nota personal: me parece que es una discusión medio pavota, orientada a servir al presente, que nos saca agencia y que aplana la historia medio a lo bruto. Cómo si no podría haber sido de otra manera en múltiples instancias. –Patricio Echagüe

En esos términos la pregunta la debe mucho al primer capítulo de Conversación en la Catedral (1969), donde uno de los personajes la hace pero sobre Perú. Muchos países creen que se jodieron en algún momento y en la Argentina hay desde al menos un siglo gente lamentando un pasado mejor y un desvío de su esencia original. El revisionismo nacionalista de los años ‘20 fue eso.

Pero yo coincido con vos en que no me gusta la idea de los “paraísos perdidos”, porque paralizan y reducen la imaginación política. En lugar de avanzar despacito por el buen rumbo, buscamos impacientes un regreso a algún momento. Los mileístas dicen ahora 1916, los peronistas dicen siempre 1949. Eso no sirve para pensar el futuro.

 

Me interesa saber algo sobre Seúl. ¿Cómo es el tránsito de estar en un lugar muy definido (ser opositor al gobierno de Alberto Fernández) a ser una revista de ideas? ¿Tiene repercusión en la audiencia? –Manuel M. Novillo

Para Seúl , el triunfo de Milei fue lo mejor que podría haber pasado. Si ganaba Patricia, en cuya campaña trabajé y a cuyo equipo conozco un montón, nos habría costado mantener una sana distancia. Si, en cambio, ganaba Massa, habría sido deprimente estar otros cuatro años más enojados por la deriva del país. Con Milei, en cambio, podemos hacer eso de lo que nos burlábamos antes: apoyar lo bueno y criticar lo malo. Ja. Tampoco igual opinamos tanto sobre el Gobierno, la Seúl de este año es menos coyuntural que las de años anteriores, me parece. Pero sí traemos voces que se expiden sobre el gobierno. Y a mí me gusta que convivan en Seúl, a la que me gusta pensar, como vos decís, como una revista de ideas.

 

¿A qué atribuís que Sudamérica sea una “zona de paz”, comparada con otras regiones del mundo? Si bien existen conflictos internos (FARC, Sendero, Comando Vermelho, etc.), no hay guerras entre naciones. –Javier Sanz de Urquiza

No sé si tengo las credenciales para responder esto por mí mismo, pero los argumentos que más veo es que casi todas las fronteras actuales están consolidadas hace mucho tiempo (no hay grandes disputas territoriales irresueltas); que la integración regional (Mercosur, Unasur, etc.), aunque limitada, fomenta el diálogo y la resolución pacífica de eventuales diferencias; que Sudamérica carece de los conflictos étnicos o religiosos entre países (y también dentro de los países); y que la distancia geográfica con las grandes potencias (su discreto valor geopolítico) también ha ayudado a mantenerla al margen de rivalidades globales. Como decís, el principal desafío sigue siendo la violencia interna. La ausencia de guerras es algo distintivo y valioso (la última, creo, es la de Perú y Ecuador en los ‘90), pero aún así sigue siendo un continente violento.

 

¿Qué series recomendás para ver? Tanto de política como no políticas. –Lucas Ghioldi

Casi no estoy viendo series. Me enfoco en películas, que a menudo dan la misma recompensa (o más) en mucho menos tiempo.

 

¿Vas a escribir un libro sobre tus años en Nueva York? –Daniel Zalcman

No desde cero. Sí quizás una recopilación de algunas de las cosas que escribí y publiqué cuando vivía allá. Igual qué rápido queda todo atrás. Volví hace 11 años y por momentos siento que nunca viví en Nueva York, a pesar de que pasé ahí todos mis 30s.

 

¿Por qué pensás que todavía hay mucha gente sigue apoyando al kirchnerismo? –Mariano Gecik

Intento no meterme con las motivaciones de las personas. Los votantes, sobre todo los más humildes, siempre tienen razón y hay que reconocerle al kirchnerismo haber sabido representar a un sector importante de la población. Al revés que el propio kirchnerismo, que cuando perdió contra Macri y Milei dijo que los votantes habían sido engañados, yo prefiero pensar que la representación es misteriosa y que uno nunca sabe. Y que la representación del kirchnerismo y el peronismo en el conurbano es, aunque menguante, todavía muy fuerte.

Distinto es el caso de los militantes K de clase media o universitarios, refractarios a cualquier argumento y aun así poseídos de una soberbia intelectual inexplicable. De estos jamás diría que siempre tienen razón. Quizás lo hagan por inercia, por intereses o por resentimiento, porque en algún punto la ideología es un lujo burgués derivada de predisposiciones psicológicas.

 

¿Sabrá usted por qué los argentinos tenemos la facilidad de justificar lo injustificable y no medir con la misma vara un mismo hecho? –Gustavo Gonz

Me parece que es un mal mucho más extendido de lo que creemos. Pasa en todos lados.

 

Tasa de natalidad en baja. ¿Creés que es tendencia irreversible? ¿Puede venir en algún momento un nuevo baby boom, impulsado por una guerra o por políticas gubernamentales muy fuertes? –Silvio Plem

Por ahora la veo irreversible. La gran fuerza detrás de la caída de la natalidad (que para mí es la mayor autonomía de las mujeres y su deseo de posponer el nacimiento de su primer hijo) todavía tiene mucho reocrrido.

Pero estas cosas nunca duran para siempre. En los ‘70 y los ‘80 los expertos se tiraban de los pelos todos los días advirtiendo sobre la population bomb. Decían que la población mundial iba a explotar y que no iba a haber comida para todos. En fin. No la vieron. Por lo que quizás nosotros tampoco la veamos ahora.

 

¿Qué opinás sobre el desinterés político de los jóvenes de hoy en dia y su abstracción de todo lo que sucede en el país, mas aún si tienen la posibilidad de trabajar como developers para el exterior? ¿Va a afectar en algo el futuro de la Argentina? –Iván Szeftel

Todas las generaciones creen que la generación siguiente escucha música horrible y está desinteresada por el futuro del país. Hasta no tener más datos, elegiría no preocuparme por esto. Además, sí tenemos este dato: la principal energía política del mileísmo viene de varones muy jóvenes, menores de 25 años. O sea que algo late ahí todavía.

 

¿Hay país posible si los espacios políticos con posibilidad de acceder al poder insisten en la lógica de “cancelar”, desaparecer, demonizar al adversario? ¿Cómo se hace para recuperar una mínima perspectiva de construcción de consenso sin quedar como un ñoño republicano? ¿Tiene algo para hacer la comunicación política en eso? ¿No creés que a esa profesión le está faltando estudiar la “bolilla” siguiente al capítulo “cómo ganar una elección”? –Alejandro Perandones

Para que el país se enderece, en algún momento tienen que aparecer los consensos. Eso es cierto. Pero también es cierto que en la “grieta” clásica de estos años las diferencias de visión de país eran profundas, reales. No era sólo una cuestión de cancelaciones o demonizaciones. Había una disputa real entre dos modelos que no podían convivir. Para no quedar como un “ñoño republicano”, lo que yo intento, aunque lo soy, es darle mucha importancia a los procesos (la república) pero sin perder de vista el lugar de destino, hacia donde quiero ir.

 

¿Te satisface más la idea de que el mundo actual es bipolar (una guerra fría renovada, ahora entre EE.UU. y China) o multipolar (muchos actores regionales importantes emergieron y rompieron esa lógica binaria)? –Santiago García Vence

Bipolar me parece que todavía no es, en el sentido de que no hay dos grandes bloques políticos e ideológicos enfrentados, como sí los había en la bipolaridad de posguerra. Y China no quiere convencer a nadie, no te pide que te hagas marxista-capitalista. Por lo tanto es un situación rara, en movimiento, en la que uno hasta podría decir que no hay polos, ni siquiera Estados Unidos. Es decir, si aclaro mis ideas: veo un unipolarismo (Estados Unidos) atenuado, en decadencia, en parte por decisión propia, que Trump duda entre acelerar o revertir.

 

Cuando un país establece aranceles de importación generalizados, sus industriales dejan de invertir, dejan de investigar y pierden eficiencia, porque quedan liberados de la competencia extranjera. En el caso de EE.UU., el mercado interno es tan grande y competitivo que eso no ocurre, tanto más cuando los mecanismos gubernamentales anti-monopolio son eficientes. ¿Verdadero o falso? –Horacio García Prieto

Diría que falso. Por un lado, la reacción del mundo industrial a los aranceles arbitrarios de Trump ha sido mixta. Son una economía globalizada que usa muchos insumos importados. Por el otro, en buena parte de las industrias en crecimiento, como los microchips para IA, EE.UU. se dio cuenta de que necesita la cooperación de otros países para competir con China.

 

¿Quién es más traidor, Victoria Villarruel o Maxi Salas? –Alejandro Romero

Ninguno de los dos, en mi humilde opinión. A Villarruel la fueron empujando desde el primer día y Maxi Salas tiene todo el derecho de ejecutar su cláusula para irse de un club al que nunca le había prometido amor eterno.

 

¿Cómo ves el futuro de Boca, ya que el presente y el pasado reciente es horroroso y preocupante? –Oscar Romo

La debilidad principal de este Boca es la poca profesionalidad de su Consejo de Fútbol, que toma decisiones basadas en intuiciones o caprichos sin un equipo técnico atrás. A Boca le falta gestión. Mientras no cambie eso, que es una decisión de su presidente, veo difícil que mejore.

Mi visión es que los jugadores te sacan campeón, los técnicos te llevan a la final y los dirigentes son los que te clasifican a la Libertadores todos los años. Una buena dirigencia por sí misma no te garantiza títulos, pero sí estar bien arriba como para darte la posibilidad de pelear títulos, gracias a una buena gestión de reclutamiento de jugadores, la contratación de buenos cuerpos técnicos, el mejoramiento de los lugares de entrenamiento, el incremento de los ingresos comerciales, etc.

 

A mí solo me interesa saber si realmente pensás que, más allá de detestar el terraplanismo económico y cultural K, hay que seguir apoyando a este gobierno. Realmente me parece cada minuto más espantoso. Porque la verdad, ni siquiera creo que estén haciendo las cosas del todo bien en la macro. Extraño a JxC la verdad. –Marcelo Berraz

No hay que apoyar ni dejar de apoyar al Gobierno. Uno debe apoyar las ideas con las que está de acuerdo. Y yo creo que la gran deuda de la clase política en estos 41,5 años de democracia es la estabilidad económica. Si el gobierno avanza en esa dirección con las herramientas que vengo pidiendo hace años (equilibrio fiscal, apertura comercial, desregulación de tongos), entonces no veo por qué debería esforzarme por criticarlo aun si me disgustan algunos aspectos de su estrategia política. Lo que digo es que no es trivial poner las bases de una macroeconomía sana: es un antes y un después, con una enorme influencia política en sí misma e incontables beneficios democráticos.

 

Mi pregunta es sobre el pésimo manejo político del gobierno, respecto a salud, educación, infraestructura, sociedad, jubilación mínima, discapacidad. ¿No se está autoboicoteando? La paciencia no es infinita. –Renata Arpa

Hay que mirarlo como una apuesta. El superávit fiscal cueste lo que cueste, tratando de que el costo político no sea demasiado. La novedad es que cualquier otro gobierno, a esta altura del año electoral, habría aflojado y empezado a repartir. Estos no. Convicción o testarudez, ya veremos.

 

Me gustaría tu visión sobre el futuro político de Argentina, me encantaría que le hagas una entrevista a Juan Carlos De Pablo sobre su visión sobre el futuro economico. Y quisiera saber tu opinión sobre el adoctrinamiento en las escuelas argentinas y la batalla cultural. –Gloria Mazzini

Lo primero está respondido en otra pregunta. De Pablo: gran idea, me pongo en campaña. Adoctrinamiento: no existe, pero que lo hay, lo hay. Todos mis amigos de las universidades públicas lo niegan rotundamente, incluso se burlan del Gobierno cuando dice eso, pero yo retruco diciendo: si tus profesores firman un comunicado diciendo que Cristina Kirchner es una perseguida política, u otro donde dicen que si gana Milei la democracia está en peligro, ¿eso no es adoctrinamiento? Esto pasa en muchas facultades de las universidades públicas. ¿Cómo se siente un estudiante votante de Milei si ve que la estructura de la facultad donde estudia lo considera un cómplice de la ultraderecha? Quizás la palabra no sea adoctrinamiento, pero tampoco es tan distinto.

 

¿Cómo ves el actual nivel cultural de Argentina? Recientemente y a partir del fallecimiento de Mario Mactas, sentí como un shock, y siento que cada vez hay menos reemplazo de gente de ese nivel. Me resulta difícil no contraponer lo actual con relación a lo que viví en mi infancia (los ‘60) y adolescencia (años ‘70 y ‘80). Más allá de los cambios obvios que genera cada tiempo y contexto, ¿cuánto hemos caído en cuanto a cultura general y calidad?  –José Rozados

A mí no me gusta comparar con el pasado, porque uno tiende a comparar lo mejor de lo que recuerda con lo peor de lo que ve hoy. Además, uno está conectando afectivamente con su infancia como con pocas otras cosas. Uno puede extrañar a Mario Mactas, claro que sí, pero creo que también extrañaremos a Ariel Tarico y quizás digamos “ah, qué buen nivel había en 2025”.

Dicho esto, el panorama “cultural”, por ponerle un nombre, ha cambiado mucho en estas décadas, sometido a enormes presiones tecnológicas y comerciales. Se acabó lo que los gringos llaman la “monocultura”, ya no estamos todos mirando lo mismo, el paisaje se ha fragmentado en decenas o cientos de mini-culturas. La multiplicidad de opciones a veces hace que la calidad de cada una de esas opciones sea inferior pero que la totalidad agregada de las opciones (más difícil de ver) sea mayor. Todo esto pensando en voz alta, sin tener las ideas del todo desarrolladas.

 

Más que preguntarte, se me ocurre sugerirte que, luego del podcast con Fernando Iglesias y sus dichos, correspondería darles derecho a réplica o algo parecido a los aludidos (Timerman y Llinás). Si no, se me ocurre, podría dar la impresión de haber generado las condiciones de una “emboscada periodística” a estos últimos. Puede que esté equivocado, pero bueno, viene en línea con preservar lo que me parece a mí que es bueno: ampliar el espectro de entrevistados (ej. Pablo Semán) para enriquecer la discusión y contrastar en el buen sentido las propias ideas. –Fabio Germán Achinelli

En Seúl Radio todo el mundo tiene derecho a decir lo que quiere, menos insultar. Por eso le pedí a Fernando que no lo hiciera. Derecho a réplica me parece que tampoco tiene sentido, ¿en qué formato? Igual no te preocupes que la idea es continuar con el “amplio espectro de entrevistados”.

 

¿Es la ausencia de batalla cultural la razón por la cual no se le destacan virtudes al menemismo, con el frugal “pizza con champán”? ¿Fue el Frepaso y el consecuente kirchnerismo los artífices de crear ese relato de que todo lo bueno vivido en los ‘90 era vacuo y fantasioso? ¿Por qué gran parte de la gente sigue creyendo que la corrupción y las cloacas del poder eran tan o más graves que con el kirchnerismo? –Martín González Araujo Esquerré

El primer kirchnerismo es heredero del antimenemismo, una fuerza política de enorme potencia política que en su momento incluía a Horacio Verbitsky y a Mariano Grondona. Eran los años del reinado intelectual del progresismo, que, como decís, armó exitosamente un retrato de los ‘90 excesivamente enfocado en sus fracasos, que por supuesto los hubo. Eso sirvió para un objetivo central: desprestigiar las ideas del liberalismo económico por dos generaciones. Tuvieron éxito. Recién ahora estamos empezando a salir.

 

¿Qué lectura tenes sobre la opinión pública respecto de la reciente votación de leyes en el senado que ponen en riesgo el equilibrio fiscal? ¿Estamos ante un cambio de paradigma donde la sociedad entiende que no se puede gastar más de lo que se recauda, pero la vieja política sigue insistiendo con el déficit crónico? –Diego Chevallier Boutell

La votación la vi como un clásico conflicto entre un gobierno en minoría que no quiere soltar un mango y una oposición agrandada que le pide soltar. Un clásico de la política de toda la vida y en cualquier lugar. Sobre si la sociedad cambió el chip: ojalá. Sobre la vieja política y el déficit: es su modo por defecto.

 

¿No la vieron venir? ¿Cómo es posible que los dirigentes de JXC no hicieran caso a los avisos que la gente que hace trabajo de campo les advertíamos sobre el crecimiento de Milei en todo el interior y el rechazo paulatino de Rodríguez Larreta? Los que trabajamos en serio en el interior en opinión pública les avisamos. –Alejandro Bermejo

Otro clásico de la política: el del Interior que conoce el país real y se queja de porteños que no le dan bola. Mi respuesta es: quien no se sorprendió con el resultado de Milei en las PASO (primer puesto, 30 puntos) está mintiendo.

 

Me gustaría conocer tu opinión sobre los libros de José Ignacio García Hamilton, sobre todo respecto de las biografías de San Martín, Alberdi y Sarmiento. –Leandro Mariano García

Sólo leí la de Sarmiento, que me pareció correcta y simpática. Igual siento que todavía falta una biografía definitiva de Sarmiento.

 

Me sorprendió una crítica tuya de Ana Karenina. Para mí es una novela increíble, no sé si no es mejor que Guerra y paz. Me fascinó. No entendí tu crítica, casi ninguneando la novela. Como soy humilde y considero que me puedo equivocar te pregunto tu opinión. Me pareció que no valorás los clásicos, como cosas interesantes pero fuera de tiempo, anacrónicas, no sé, como si lo nuevo fuera mejor. –Eduardo de la Rua

No me pareció que mi comentario sobre Ana Karenina fuera negativo. Estoy muy contento de haberla leído. Sí me acuerdo de que escribí que el personaje de Levin me había parecido más interesante que el de Ana. Pero hablaba sólo del personaje. No tengo nada contra los clásicos. Más bien al revés: siento que debería leer más y por eso me puse como objetivo leer al menos tres por año.

 

¿Para cuando un Seúl Radio con Calamaro? Me lo imagino hablando sobre Frondizi, Escohotado, toros y wokismo. –Augusto Coda

Excelente idea. Me pongo en campaña.

¿Considerás posible la amistad entre el hombre y la mujer? ¿O en algún momento alguno de los involucrados confunde las cosas (con mayor frecuencia el componente masculino)? –Esteban Peralta

Cuando era joven pensaba que era imposible, por las mismas razones. Ahora, que tengo amigas, cambié de opinión. Quizás sea la edad y el paso del tiempo. Quizás en la juventud sea más difícil.

 

Volvamos a 2014 cuando en tuiter eras HernaniiNY. ¿Volverías a tomar la misma decisión de venirte? ¿Te sirvió a vos? ¿Pensás que le sirvió al país? –Fede Tito

Volvería a tomarla, sin dudas. Al país le debe haber sido indiferente mi regreso, pero a mí no. Lo que pasa acá me importa, me compromete, tiene un sentido que viviendo afuera no tenía. Esto no es una recomendación ni una ley escrita en piedra: a mí me hizo mucho bien vivir diez años en Nueva York y me hizo mucho bien volver.

 

Gracias por las preguntas y por leer las respuestas. Me hicieron pensar, lo que es importante. ¡Hasta el próximo jueves!

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Hernán Iglesias Illa

Editor general de Seúl. Autor de Golden Boys (2007) y American Sarmiento (2013), entre otros libros.

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