El jueves el INDEC publicó el dato del desempleo: subió de 6,4% en el último trimestre del 2024 al 7,9% en el primer trimestre de este año. Lo correcto, sin embargo, es compararlo contra el primer trimestre de 2024, ya que hay efectos estacionales. En esta comparación, la suba es mucho más moderada, ya que la aguja había marcado 7,7% el año pasado. ¿Cómo puede ser que con una recuperación en V crezca el desempleo? La matemática es inexorable: la Encuesta Permanente de Hogares dice que se crearon 1,1% más de empleos, pero la población económicamente activa creció más rápido: 1,4%.
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El problema más serio es que en el último año se destruyeron empleos formales y se crearon 4% más de empleos informales, de acuerdo a la encuesta que el INDEC hace en 31 grandes ciudades. El mercado de trabajo es una variable rezagada. Es decir, no se podían esperar milagros acá. Pero también es cierto que esta no es una recuperación rica en generación de empleo. ¿Es grave? No; pero tiene que ser una llamada de atención para lo que transmitan las encuestas políticas. No parece que esta suba moderada del desempleo pegue en las elecciones de medio término. Pero a no dormirse en los laureles.
Hay que decir que los datos de consumo de abril no fueron malos. Los supermercados crecieron en ventas respecto de marzo. Los shopping, si bien registran un 19% más de ventas que el año pasado, en abril vendieron menos que en marzo en términos desestacionalizados.
Los números fiscales fueron buenos, chocolate por la noticia. El superávit fue menor que el año pasado, pero ya explicamos que la recaudación de ganancias de mayo de 2024 fue una cosa rara. Lo importante es que el gasto público es 2% más bajo que el año pasado, pese a que el gasto previsional subió 15%. El Gobierno viene bajando el gasto en subsidios y en empleo público y subiendo jubilaciones. Este año será parecido al 2023 en términos de gasto previsional. Por eso es que la intención de la oposición de buscar más recomposición parece chocar indefectiblemente con el veto. La obra pública sigue planchada. Entendemos por qué, pero es un tema que el Gobierno debería acelerar porque la infraestructura hace a la competitividad de la economía. Justamente, los que pensamos que el tipo de cambio no es la única variable relevante necesitamos el argumento de que al menos se proveen bienes públicos que ayudan a bajar costos, exportar, etc.
El superávit comercial de bienes llegó a 600 millones de dólares, gusto a poco en un mes de alta exportación del complejo oleaginoso. Pero ojo que las importaciones cayeron respecto de abril. ¿Será por una economía más quieta? ¿O será que los empresarios entendieron que acumular mercadería en el depósito se volvió muy caro? De todas formas, si se miran las importaciones de bienes de capital en cantidades, el crecimiento en lo que va del año fue de 67%. Esto habla de que hay un proceso de inversión dando vuelta que, tarde o temprano, ayudará a mejorar la productividad. Porque digamos todo: el tipo de cambio puede estar un poco atrasado, pero la productividad de la economía argentina está superatrasada.
La política va decantando. Cristina tuvo su marcha, tiene su tobillera. Los sindicalistas y muchos gobernadores decidieron seguir en la suya. Los analistas inventaron la palabra “centralidad” para definir la situación de la expresidenta. Parecería que se irá corriendo a alguno de los “wines” con el correr de las semanas, aunque intentará influir en la confección de las distintas listas, en particular en la Provincia de Buenos Aires. Esa centralidad le sirve al Gobierno para mostrar un peronismo viejo con un discurso más preparado para la poscrisis del 2001 que para el mundo de la inteligencia artificial. Por eso no se ve demasiado riesgo para octubre. La apuesta del peronismo es desmarcarse del kirchnerismo para tener un candidato viable en 2027. Y si ese candidato es un político moderno, lejano al kirchnerismo, empresarios y mercados desconfiarán menos de la Argentina.
Para esta semana, tenemos el PBI completo del primer trimestre, en donde veremos un crecimiento robusto contra el primer trimestre de 2024. Tenemos datos de la balanza de pagos, entradas y salidas de turistas en mayo, salarios y datos sobre la distribución del ingreso. Veremos si alguien que yo sé se asoma al Balcón de San José y cómo reacciona el Peluca frente a la “centralidad” de la doctora.
Hasta la semana que viene.
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