LEO ACHILLI
La economía en 3 minutos

#20 | Los lobos no entienden al león

Hay una desconexión entre el mercado y lo que el Gobierno quiere. ¿De quién es la culpa?

Esta semana fue completa. Campeones de América, el affaire Enzo, las expresiones musicales de la diputada Lemoine, varios funcionarios rajados, 30 años del atentado a la AMIA, tema electoral en Estados Unidos. En este contexto es como que no iba a haber lugar para la economía. Pero en este país es difícil encontrar una semana tranquila.

Empecemos por las buenas noticias. La actividad en mayo pegó un salto de 1,3% contra abril. Se sabía que había levantado, pero el 1,3% fue mejor de lo esperado. Ahora la actividad está 5 puntos por debajo de agosto y medio que vengan como vengan los próximos meses, se confirma que el piso estuvo entre marzo y abril. La velocidad para los próximos meses es otro cantar. La impresión que venimos teniendo en base a algunos indicadores es que la economía camina despacio. No hay V corta posible, pero tampoco marcha atrás. El empleo sigue mal; algo de recuperación de salarios y el crédito permiten que la cosa se mueva, pero nada para celebrar.

[ Presenta este newsletter Cushman & Wakefield, especialistas en inversiones inmobiliarias corporativas. Auspicia Galileo Fondos. Invertí con confianza. Invertí con inteligencia.]

La segunda buena noticia fue el superávit de junio. Es claro que se llegó pisando gastos, pero también es cierto que la discusión sobre sostenibilidad ya a esta altura aburre. Lo que te está diciendo el Gobierno es que van a hacer lo que tengan que hacer para que haya superávit. Es quizás la política de Estado más estable de la era Milei. En otras cosas van y vienen. Por suerte, ya nadie habla de cerrar el Banco Central ni de dolarizar, cosas que hace pocos meses eran el norte. La Secretaría de Comercio va sigilosamente tirando buenas noticias, reduciendo trámites y trabas para importar. Bien por ellos.

La inflación en julio no parece que vaya a bajar, aunque las autoridades insisten en que será inferior a 4%. Falta todavía el último tercio del mes. No se puede descartar el 3,7% que tiró el vice del Banco Central a los inversores en Nueva York esta semana, pero digamos que es un número ambicioso. En nuestro criterio, si la inflación no baja, pero se reporta en torno del 5%, no sería un mal número. En julio hubo impacto en algunos precios por el frío y la suba del dólar alguito puede haber influido. Del lado positivo, mayoría de las tarifas quietas, lo que supone algo de inflación futura. Pero la inercia hay que reconocer que viene mejor de lo esperado.

El tema más caliente fue la repercusión de los anuncios de la semana pasada. El Gobierno consiguió reducir la brecha cambiaria del 55% al 45%. Para los de Boca, bajó el contado con liquidación de $1.430 pesos a unos $1.340 el viernes pasado. El problema fue que el riesgo país subió más de 70 puntos con bonos soberanos cayendo, pese a que el Gobierno dice que ya depositó los intereses que tiene que garpar en enero. ¿Es grave? No creo. Pero claramente hay una desconexión entre el mercado y lo que el Gobierno quiere. En privado, la gente del gobierno dice “no nos entienden”. La pregunta es si no los entienden porque son burros o porque no encuentran el mensaje correcto. Alguien diría: los lobos no entienden al león.

Milei con Fantino dio toda la pauta de que la deuda se paga o se paga. Incluso habló de un REPO, algo que luego confirmó por X. Quizás para eso se llevan parte del oro a Londres, lo que no tiene nada que ver con la soberanía. Eso puede ayudar para asegurar liquidez.

Lo que no ayuda es la comunicación estilo “el que apuesta al dólar pierde” y menos cuando le dicen a la gente que va a tener que vender dólares para pagar impuestos. No me imagino algo menos sexy que eso, aunque termine siendo verdad. Ni los locales ni en Wall Street están cómodos con esta retórica. Tanto los inversores como la mayoría del círculo rojo local están de acuerdo con el sentido del viaje de Milei y Toto. Consejo que nadie me pidió: “Escuchar más y putear menos”. Pero el Peluca es así. Está en su naturaleza, como el escorpión.

Para esta semana, seguiremos atentos a los mercados hipersensibles. En la economía real, salen datos de ventas en super y shopping y el índice de salarios del INDEC. También veremos datos de producción de acero y otros sectores clave.

Hasta la semana que viene.

Si te gustó esta nota, hacete socio de Seúl.
Si querés hacer un comentario, mandanos un mail.

Compartir:
Andrés Borenstein

Economista jefe de Econviews. Profesor de economía (UBA y UTDT). Conductor del podcast 'La economía en 3 minutos'.

Seguir leyendo

Ver todas →︎

#33 | Cuando todos la ven

El famoso AL30 vale más de 60 mangos, el riesgo país araña los 1.100 puntos y la brecha sigue bajando. El FMI bajó los sobrecargos y la tasa de la deuda. Pero a no cantar victoria. Argentina es volátil.

Por

#32 | Baja el dólar, ¿se acerca la liberación?

Es la pregunta del millón. Aunque las reservas sean negativas, hay liquidez para intervenir si fuera necesario

Por

#31 | El padre de la kriatura

Aunque era esperado, el dato del 57,9% de pobreza sigue siendo grave. En el revoleo de culpas, la desestabilización de Alberto, Massa y Cristina está en primer lugar.

Por