No existen semanas aburridas en este país. Uno de los temas que dominó la agenda fue la caída del dólar. En el caso del blue, ya está a menos de un 5% del dólar mayorista oficial. El contado con liquidación, apenas un 7% por encima. Hay quienes sostienen que, si no hubiera cepo, no sólo no habría devaluación, sino incluso más apreciación cambiaria. No lo vamos a saber por ahora.
Para que sepamos qué pasa, el gobierno debería eliminar el dólar blend y permitir compras minoristas al oficial, más allá de los 200 dólares por mes. Quizás lo estén estudiando. Mientras tanto, el peso pasó este año de ser excremento a convertirse en moneda escasa, aunque en diciembre será menos escasa.
[Presenta este newsletter Cushman & Wakefield, especialistas en inversiones inmobiliarias corporativas. Auspicia Galileo Fondos. Invertí con confianza. Invertí con inteligencia.]
El segundo tema monetario fue la baja de tasas, del 35% al 32%. Esto tiene sentido, porque el Gobierno no quiere tasas muy positivas en términos reales para no incentivar ningún tipo de carry trade, es decir, la entrada de dinero de corto plazo. Al mismo tiempo, una tasa más baja debería favorecer la continuidad de la buena tendencia del crédito y, desde ya, hará que crezca la base monetaria, ya que los bancos tendrán menos incentivos para mantener Lefis. La baja de tasas incrementará la emisión monetaria, y eso está bien. Recordemos que, cuando se fija la tasa, la cantidad de dinero es endógena.
Una tercera explicación para la baja de tasas es que la curva de bonos en pesos estaba demasiado invertida, es decir, los papeles cortos rendían más que los largos. En este contexto, los bancos preferían optar por papeles a un día, lo que podría complicar la licitación de esta semana. Un último factor es que, si el Banco Central bajó la tasa, seguramente tienen una perspectiva más favorable sobre la inflación que la que circula en el mercado, algo que sabremos el miércoles a las 4 de la tarde.
Los datos de actividad no fueron tan buenos como venían, pero tampoco un desastre. Octubre cerró para abajo en industria y construcción. Noviembre arrancó bien en la recaudación y producción de autos, pero menos bien en los datos de cemento. Seguramente habrá crecimiento en el cuarto trimestre del año respecto del tercero, pero será pequeño. Nada que ver con el tercer trimestre, que se pegó una recuperada fenomenal. No hay V corta, pero sí movimientos en la dirección correcta.
Siempre hay arrugas para planchar en todo modelo económico, pero, a un año del comienzo del gobierno del Peluca, hay que reconocer que las variables económicas son mejores de lo que muchos pensábamos. La inercia inflacionaria fue bastante menor, el ajuste fiscal, superior a 4 puntos del PBI y acompañado por algunas provincias, luce sólido. Los focos de inestabilidad parecen, en su mayoría, apagados. Siempre puede surgir un fenómeno global o climático que te haga descarrilar, pero eso no lo podemos controlar desde estas tierras.
La política es, quizás, una fuente de riesgo. Milei goza de mucha popularidad, pero, como decíamos la semana pasada, las instituciones no han sido su fuerte. La historia del senador con las 200 lucas verdes deja mal parado tanto al peronismo (partido de origen del senador) como al mileismo, que le había ofrecido presidir la bicameral de inteligencia. El amague con la ficha limpia y la tozudez respecto al tema Lijo generan dudas en muchos que están conformes con la marcha del gobierno. Ninguno de los dos temas, como tampoco el presupuesto, fueron a sesiones extraordinarias.
Los permanentes cambios de equipo tampoco son necesariamente bien vistos. En estos días, los cambios llegaron a la AFIP y se realizaron distintos enroques que afectan a Cancillería, Economía y Producción. Esto es más allá de los nombres propios. La sensación es que hay poca paciencia, y eso, organizacionalmente, puede llevar a la parálisis si el primer error decreta una expulsión. Esto es una diferencia muy grande con los ’90, cuando Carlos I de Anillaco bancaba más a su gente.
Para esta semana, el dato más importante será la inflación: el lunes en la Ciudad y el miércoles a nivel nacional. Veremos algún dato más de actividad y seguiremos la política, que parece ser lo más hot del verano, ya que, por ahora, el dólar viene frío, frío.
Hasta la semana que viene.
Si te gustó esta nota, hacete socio de Seúl.
Si querés hacer un comentario, mandanos un mail.
Si querés suscribirte a este newsletter, hacé click acá (llega a tu casilla todos los lunes).