LEO ACHILLI
La economía en 3 minutos

#38 | Listo para el IPO

Con la economía en calma y fotos con Trump, Macron y Xi Jinping, Milei escala en el escenario global. Si fuera una empresa, ya tendría fila de inversores listos para comprar la 'acción peluca'.

Milei está con la adrenalina a full. Foto y elogios de Trump y Elon Musk. El capo de Tesla parece que será el Sturze de ellos a cargo del Ministerio de Desregulación. Milei se hizo amigo de Macron y de Meloni, dos figuras que se detestan con pasión. Ambos pasan por Buenos Aires, yendo o volviendo de la cumbre del G20. En Río se va a encontrar en una bilateral con Xi Jinping, el todopoderoso premier chino, y en poco tiempo irá también a Beijing. Si fuera una empresa, le diríamos que se apure hacer su IPO (Initial Public Offering) que los inversores están deseosos de comprar acciones de la peluca más grande de Sudamérica.

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En la economía mundana las cosas también vienen bien. El dólar no para de bajar y la brecha ya pasó el 15%. El secreto es que Caputo convenció a todos de que tendremos dólar barato por mucho tiempo y entonces todos los que pueden tomar préstamos en dólares o liquidar exportaciones lo hacen. El riesgo país también siguió bajando y ya los icónicos 800 puntos quedaron atrás. Algunos ya están insinuando que el 5% de crecimiento en 2025 puede quedar corto. No es una tontería.

La Argentina entra al mundo también con una política que es moneda corriente en muchos otros países: podés traer hasta 3.000 dólares con importaciones puerta a puerta. Algunos no estarán contentos, pero los consumidores sí. Esto debería empujar la inflación para abajo y la demanda de dólares para arriba. Los shoppings chilenos lloran.

La semana pasada, el golpe lo dio la inflación, que reportó 2,69%. La encuesta del Banco Central estaba en 2,9%, así que, si bien no fue una sorpresa total, sí fue mejor de lo esperado. La inercia inflacionaria está siendo mucho menor de lo que se pensaba y eso sin dudas es buena noticia. Los salarios vienen subiendo bastante por encima de eso, de manera que si bien tienen mucho espacio para ganar, hay que decir que están en franca recuperación.

La otra buena noticia de la baja de la inflación es que el tipo de cambio no se aprecia tanto. Ahora el lío que tiene el Gobierno es la fortaleza del dólar en el mundo, que desde ya no es culpa de los Toto Boys. Pero sí hace a las exportaciones menos competitivas y a los destinos turísticos en el exterior, sacando a Miami, más atractivos que antes. El tipo de cambio, según la mayoría de las métricas, está atrasado y la Argentina está cara en dólares. Pero hay datos que van para otro lado: los salarios en dólares aún están baratos, casi la mitad que en el 2014 cuando se corrigen los datos por la inflación estadounidense.

Las cuentas fiscales estuvieron en línea con lo previsto. Décimo superávit primario al hilo. Hubo un pago fuerte a las universidades en octubre, pero siguió la motosierra en otros rubros como las transferencias a provincias y sobre todo la obra pública. Los salarios públicos cayeron 17% y los gastos en jubilaciones casi 8%.

El gran riesgo de estos momentos de euforia es el agrande. En general, las macanas más grandes de la economía argentina se hicieron en buenos tiempos. El intento de re-relección de Menem y el “vamos por todo” de Cristina con eso de que “el Estado te salva” son algunos de los experimentos fallidos. Así que ni Argentina potencia como decían los militares, ni del primer mundo como decía Carlos Saúl Primero de Anillaco, ni crecimiento a tasas chinas como decían los kerneristas. Claramente, la cosa va saliendo bien, pero pies sobre la tierra que la Argentina tiene la mitad de la población debajo de la línea de pobreza.

Para esta semana, estaremos pendientes de los precios mayoristas y costos de la construcción. Salen los datos del balance comercial de octubre y hacia el viernes el PBI de septiembre, que debería dar bien en la comparación contra agosto. En la política veremos cómo le va a Milei en Río, en donde es un poco superstar y un poco villano con un anfitrión que lo mirará de reojo y en donde su falta de agenda climática puede ser un tema.

A nivel local, veremos qué pasa en el Congreso con la ley de los DNU.

Hasta la semana que viene.

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Andrés Borenstein

Economista jefe de Econviews. Profesor de economía (UBA y UTDT). Conductor del podcast 'La economía en 3 minutos'.

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