El dólar blue y el dólar MEP cerraron la semana debajo de los 1.200 pesos. Una bicoca. Hay distintas teorías sobre por qué baja el verde. Desde vencimientos de impuestos a una demanda más sólida por el peso, anteriormente bautizado excremento. Nadie nunca sabrá la verdadera razón, pero en el Gobierno sonríen.
El sector privado volvió a ser tomador de préstamos en dólares, lo que ayudó a que el Banco Central contra la mayoría de los pronósticos haya comprado reservas en el mercado, y no pocas: fueron 508 millones en la semana. Buen comienzo de octubre.
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El blanqueo cerró con un aumento de depósitos de 12.240 millones de dólares en septiembre. El 1ro de octubre ya hubo una pequeña caída, dado que siempre hay algunos apurados por llevarse a casa los billetes. Por eso de que quien puso cara grande, recibirá cara grande. En cualquier caso, se trata de un blanqueo exitoso. Además, la facilidad de adelantar cinco años de Bienes Personales generó 1.000 millones de dólares de recaudación extra, un clink caja para las provincias, que se llevan aproximadamente el 60% de esa torta.
La pregunta del millón es la misma de siempre: ¿se acerca el fin del cepo? Los precios de mercado parecen indicar que no. Los futuros de dólar bajaron. Pero parece que hay una oportunidad. Septiembre será el noveno mes de superávit fiscal. Los bonos argentinos subieron y las empresas colocan deuda a tasas bajísimas en Argentina y en el exterior. Las energéticas más que nada, pero esta semana se sumó un banco consiguiendo dinero a menos del 8%.
Hay confianza como para presumir que la liberación no será un Waterloo. Aunque las reservas sean negativas, hay liquidez para intervenir si fuera necesario. Si a eso le sumamos algo más, producto de las muchas operaciones que la prensa comenta, las autoridades podrían sentirse fuertes frente a una mala reacción del mercado, que, de todas maneras, nosotros no vemos.
Obviamente la economía no es sólo el dólar. También hay temas políticos. Esta semana volvió la marcha por las universidades públicas. Fue menos clase media y más aparato, lo que deslegitima un poco el relato. Los organizadores ponen el foco en si universidad sí o no. Pero ese no es el foco, sino cuánto dinero merece el sistema. No creo que Milei quiera cerrar la universidad y, en cualquier caso, no creo que tenga la legitimidad para hacerlo. De todas maneras, con Sergio Tomás y Moyano marchando, quizás le vino bien al Gobierno esta movida.
Lógicamente, hay cierto malestar con el PRO y eso puede ser un pasivo político más gravoso si se quiere sostener el veto. Mientras los focos estaban en la marcha, Milei cerró una compañía de trenes, un hospital y parece que reestructura la Casa de la Moneda. Y vamos a ver qué pasa con Aerolíneas. La motosierra aún tiene nafta.
Los datos de actividad de agosto y septiembre claramente no fueron tan buenos como los de julio, pero tampoco fueron un desastre. Los salarios y el crédito se siguen recuperando, pero otros datos no muestran una dinámica parecida. El mercado de trabajo todavía sigue muy débil.
Para esta semana estaremos atentos a la inflación, que parece venir en torno al 3,5%, el número más bajo del año. El lunes tenemos los datos de la ciudad de Buenos Aires y el jueves los oficiales. También habrá datos de construcción e industria de agosto, que serán regularcitos.
Hasta la semana que viene.
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