LEO ACHILLI
La economía en 3 minutos

#27 | Se viene un mes clave

La baja del impuesto PAIS y el blanqueo pueden ayudar a la reactivación.

Agosto termina mejor de cómo empezó. El Banco Central compró más de 300 millones de dólares luego de haber sido vendedor neto en junio y julio. El dólar blue se acercó al MEP en la zona de 1.300 mangos. Los depósitos en dólares tuvieron un buen desempeño, lo que siempre es una buena señal. La inflación parece haber cerrado un poquito debajo de julio. La mayoría de las consultoras midió entre 3,5% y 4%, aunque otra, como el de IPC online de Bahía Blanca, estuvo en 4,8%. El riesgo país, un indicador que sí importa, bajó 74 puntos respecto del fin de julio, y más de 200 respecto de los días de pánico de la primera semana de agosto.

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Septiembre es clave. Arrancamos con la baja del impuesto PAIS. El Gobierno apuesta a que eso empuje una nueva baja en la inflación. Es probable que esto ayude a un número más bajo en septiembre, pero es un efecto de única vez. No hay que confundir niveles con variaciones. En cualquier caso, que se rebaje el impuesto PAIS es una buena noticia y cuando desaparezca en diciembre, será mejor todavía. Hay un efecto fiscal, pero entre ganancias, blanqueo, moratoria y algo de reactivación, es probable que se pueda compensar más no sea parcialmente. De todas maneras, la apreciación cambiaria venía menguando la base de cálculo en los últimos meses. Lo mismo ocurre con las retenciones. El Banco Central la tiene difícil para volver a comprar reservas, pero el partido hay que jugarlo.

Septiembre también es clave por el blanqueo. Los números que dan vuelta son grandes. El mercado parece esperar 20.000 millones de dólares. El gobierno tira 40.000 millones. Recordemos que el impacto fiscal es bajo porque mucha gente podrá blanquear pagando nada, ya sea porque son menos de 100.000 dólares o porque invierte el dinero en algunos de los destinos permitidos. En términos de dólares, para el Banco Central subirán las reservas brutas pero no las netas, que es lo que importa.

La mayor externalidad es que si parte de esa plata se invierte en bonos y acciones, generará una demanda por activos argentinos y en el margen ayudarán a la reactivación. Además, siempre que haya más dinero registrado es por definición una buena noticia. La gran pregunta es si la actividad, es decir el flujo que se genere desde ahora, se blanqueará o quienes declaren activos pasarán a tener en blanco los stocks, pero los flujos son otra cosa. El 10% de descuento en efectivo nos dará algunas pistas.

La otra noticia importante de esta semana pasa por la agenda de desregulación, desburocratización y simplificación. Esta estrategia moldeada a imagen y semejanza del decreto de desregulación del Mingo de 1991 puede ser una fuente de productividad importante. Es claro que nada ocurre de un día para el otro y esto no compensa los desequilibrios que pueda haber hoy, pero sin dudas es algo positivo. Si se le pregunta a un industrial promedio cuáles son los tres principales obstáculos, probablemente diga el costo de los insumos, el tipo de cambio y las leyes laborales. Pareciera que dos de tres están en agenda. No está mal.

Nota final para el mercado cambiario de julio, cuyos datos el Banco Central publicó el viernes. Déficit de cuenta corriente de 1.668 millones de dólares contra 645 millones en julio pasado. Parte de la historia es que se pagaron 400 millones más en intereses y 700 millones más en importaciones. El déficit de servicios también creció, pero se exportó algo más, ya que el año pasado estábamos en sequía. Es claro que hay un tema cambiario que se nota en la cuenta financiera. Después de un otoño razonable, en el invierno las empresas argentinas volvieron a cancelar financiaciones. Esto suele ocurrir cuando las empresas no se quieren financiar con dólares que tienen que vender a 950 con incertidumbre de tipo de cambio cuando llegue el momento de devolver el préstamo. Esto es algo que pasó durante los cuatro años de Alberto y se había revertido en los primeros meses de Milei.

Para esta semana estaremos pendientes de la recaudación tributaria de agosto y de los primeros datos de actividad del mes, que suelen ser los despachos de cemento y la producción de autos, cuyas ventas fueron buenas. Sobre el viernes, esperamos ansiosos el índice de precios de la Ciudad, que nos dará más pistas sobre la inflación de agosto.

Hasta la semana que viene.

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Andrés Borenstein

Economista jefe de Econviews. Profesor de economía (UBA y UTDT). Conductor del podcast 'La economía en 3 minutos'.

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