LEO ACHILLI
La economía en 3 minutos

#19 | La vida por bajar la brecha

El Gobierno se asustó con el dólar a 1.500 y Caputo hizo una movida rara. Somos resultadistas: si funciona, punto para los Toto Boys.

El sábado es un día que muchos usamos para ir a ver cómo nuestros hijos juegan al fútbol, al hockey, al rugby, al básquet o a alguna otra actividad, o a hacer deporte nosotros mismos. Este sábado, además, estuvimos pendientes de Twitter más que lo habitual. Arrancó el Toto con un nuevo cambio de política monetaria. Después, otros miembros del equipo fueron aclarando y explicando más detalles, en una comunicación un tanto desordenada, para llamarla de alguna manera.

[ Presenta este newsletter Cushman & Wakefield, especialistas en inversiones inmobiliarias corporativas. Auspicia Galileo Fondos. Invertí con confianza. Invertí con inteligencia.]

En esencia, el Gobierno se asustó un poco con el nuevo ensanchamiento de la brecha cambiaria y el dólar blue en 1.500 mangos. Entonces, creó un esquema que te lo venden como el cierre de una canilla de emisión, pero que básicamente lo que hace es comprar dólares a 900 y venderlos en el contado con liquidación, a 1.400 y pico al cierre del viernes. Esto es lo que hacía Massita y el FMI le dijo que no iba más. Es una movida que reduce la acumulación de reservas, porque se gasta parte de lo que entra en bajar el dólar de mercado. Dado que el Banco Central tiene poco y nada de reservas, este es un tema que puede repercutir en los precios de los bonos.

Por otro lado, como no se espera que el Banco Central compre muchos dólares por la estacionalidad y porque el dólar está barato, en la práctica el impacto de esto puede ser mucho ruido y pocas nueces. Si el ruido hace bajar la brecha, el Gobierno ganó. Al final somos resultadistas. Hay muchas inconsistencias, pero si con esto bajan la brecha, punto para los Toto Boys.

Las reacciones en Twitter son siempre acaloradas y exageradas. En un rincón, los que creen que esto va a bajar la brecha hasta el piso. Ahí se encuadran los fanáticos que apoyan a Milei haga lo que haga. Y, del otro lado, critican los expertos en política monetaria que dicen que en economía no se puede controlar todo. Básicamente, si controlás la tasa, la cantidad de dinero es endógena. Si controlas la cantidad de dinero, bancate la pelusa de una tasa más alta. Los monetaristas también vienen cebados, porque en el discurso que dio en la Bolsa, Milei llamó burros a media docena de premios Nobel.

Para buscar una posición intermedia, está claro que monetariamente es raro lo que hacen, pero la apuesta es que con una brecha más baja (esa es la prioridad ahora), se pueda salir del cepo con un dólar, digamos, de 1.250 en vez de 1.500. Por ende, los costos de salir en términos de inflación y apoyo popular serían más pagables. Nuestra visión es que sacar el cepo tiene más beneficios que costos. Pero entendemos los riesgos y los miedos de los ejecutores.

En la coyuntura, la gran cosa de esta semana fue el muy buen dato de inflación. 4,58% para junio, con una inflación núcleo de 3,7%. En esta materia, los datos vienen casi siempre mejor de lo que pensamos los analistas. La canasta básica, que es la que determina la pobreza, subió menos del 2%. En julio la tienen más difícil, porque el frío hizo volar los precios de las verduras y, como decía Elsa Isabel Bornemann, “Qué disparate, se mató un tomate”. Pero como volvieron a pisar precios regulados, la combineta podría dar valores cercanos al 5% por más que el pollo y el tomate se hayan rebelado.

Para esta semana, lo principal es la repercusión de las nuevas medidas monetarias. Un ojo para ver las repercusiones en Estados Unidos del ataque al Peluca de ellos. En precios, veremos seguramente un buen dato en mayoristas y una desaceleración del costo de construcción. El jueves sale la balanza comercial de junio y el dato de actividad de mayo. Esperamos que, tras el fiasco de abril, los datos de mayo sí muestren recuperación. De hecho, el salario promedio sí mejoró en abril y mayo y está 12 puntos reales arriba del piso de febrero. Pero aun así, el salario perdió más de 16 puntos en términos reales el último año.

Hasta la semana que viene.

Si te gustó esta nota, hacete socio de Seúl.
Si querés hacer un comentario, mandanos un mail.

Si querés suscribirte a este newsletter, hacé click acá (llega a tu casilla todos los lunes).

Compartir:
Andrés Borenstein

Economista jefe de Econviews. Profesor de economía (UBA y UTDT). Conductor del podcast 'La economía en 3 minutos'.

Seguir leyendo

Ver todas →︎

#42 | Un diciembre distinto

Con inflación controlada y esperanza social en alza, la economía sigue recuperándose con matices: mejora el empleo privado y el crédito, pero persisten desafíos sectoriales y fiscales clave.

Por

#41 | Nadie quiere dólares

El peso pasó este año de ser excremento a convertirse en moneda escasa.

Por

#40 | Un 10 en economía, instituciones a marzo

Los números siguen dando bien, pero las malas señales políticas a la larga pueden impactar en las inversiones.

Por