LEO ACHILLI
La economía en 3 minutos

#17 | El cepo está vivito y coleando

El mercado no festejó la aprobación de la Ley Bases y los anuncios de Caputo tuvieron sabor a poco.

Se aprobó la Ley Bases. Justo antes de que arranque julio y empiecen los memes. Es un hito político de magnitud y, como ya se dijo en varios lados, quizás su principal valor es por el daño que se evitó más que por lo que genera. De todas maneras, hay temas relevantes, como la mini reforma laboral y varios temas fiscales que son claramente positivos: blanqueo, Ganancias, Bienes Personales, moratoria, Monotributo, etc. Se vienen ahora un conjunto de leyes destinadas a desregular la economía. La Argentina necesita mucha micro, además de estabilidad macro.

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En la macro hay que decir que el mercado no festejó la aprobación. Esa información ya estaba contenida en los precios. El mercado en junio fue hostil para el Gobierno. El riesgo país subió 144 puntos en el mes y más de 300 puntos desde el mínimo, al que se llegó el 22 de abril. El mercado no siempre tiene razón, pero no oírlo puede ser necio. Al mismo tiempo, el Banco Central no pudo comprar reservas, lo que no es un tema exclusivamente del mercado. Cada vez se pagan más importaciones, dado que el esquema 30-60-90-120 hace que las importaciones de marzo ya se estén pagando a full. A esto se suma que los autos se empiezan a pagar, ya que en el primer semestre se pagaba a 180 días, a partir de ahora la cuenta baja a 120. El combo riesgo país alto-menos reservas es un problema. A esto se suma la discusión sobre la apreciación del peso, que viene exacerbada por la baja del real, que ya se acerca a los 5,6 por dólar, y precios agrícolas que cayeron fuerte. El viernes, la soja cotizó en Chicago un 20% por abajo del promedio de 2023. No es culpa de Toto, pero es la realidad con la que nos tocó bailar.

El Gobierno respondió con un anuncio con sabor a poco y muy enfocado en su visión de limpiar el balance del Banco Central. Sin dudas, está bueno que eso sea así, pero no es que cambie mucho la cosa. Hasta ahora los bancos tienen su liquidez en instrumentos del Banco Central, que les paga una tasa y por ende tiene que emitir pesos para hacer frente a los intereses. El Gobierno dice, correctamente, que no puede controlar la cantidad de dinero porque esos intereses los tiene que emitir sí o sí. Y si llegara a subir la tasa, peor: más emisión. Entonces va a pasar toda esa deuda al Tesoro. El Banco Central gana autonomía para hacer política monetaria, pero empeora el balance del Tesoro. Los que miramos el balance del sector público de manera unificada, decimos mucho ruido y pocas nueces.

Hay algunos temas sutiles acá. La forma de contabilizar los intereses del Tesoro es distinta que en el Banco Central y, por ende, el déficit que genera esto se puede maquillar. Ya viene pasando con las Lecaps. Aumenta la deuda, pero no la carga de intereses. Esto es perfectamente legal en el marco de la Ley de Administración Financiera, pero los economistas no podemos no decir que hay un temita ahí. Quizás la jugada de Milei es que como va a abultar el déficit del Tesoro, esto va a ayudar a que se sigan achicando gastos, porque todo el mundo sabe en el Gobierno que con el superávit no se jode.

Cuando Cavallo privatizó la seguridad social, generó un agujero fiscal y pensó que iba a persuadir a la política de curarlo. No lo logró. Pero quizás ahora haya más chance y son montos menores. Falta ver algunos detalles y la famosa negociación por los puts que tiene que hacer el Banco Central. Los bancos tienen bonos por 18 billones de pesos sobre los que tienen una opción de venta y podrían generar una emisión involuntaria del Banco Central. Ese es el próximo hito en la negociación.

La única palabra que hasta ahora no mencioné fue el cepo. A cuarteles de invierno. Muchos economistas creen que hay que ir pensando en cómo salir. Pero hay muchos detalles que no se pueden improvisar, de manera que no puede ser ya. Quizás Toto ya esté en esos detalles y no los quiera decir. Estaría perfecto. Pero patear el cepo para muy adelante casi con seguridad atrasaría la recuperación de la economía argentina y nos llevaría a un atraso cambiario más severo que el actual.

Breve mención a los datos de actividad de abril. Fueron peores de lo esperado. En parte porque corrigieron marzo para arriba, pero ahora parecería que el piso de actividad estuvo en abril y no en marzo. El riesgo es ir corriendo el arco cada mes. En este newsletter tenemos alguna fe en la corrección hacia atrás de los datos y que haya sido marzo. Pero lo que es seguro es que la V está archivada.

Para esta semana estaremos pendientes de la recaudación impositiva de junio y de las reglamentaciones de la Ley Bases que empezarán a aparecer. Salen también datos de producción industrial y construcción de mayo. La ciudad de Buenos Aires nos dará el índice de inflación de junio el próximo viernes y esperamos que empiece con 5.

Hasta la semana que viene.

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Andrés Borenstein

Economista jefe de Econviews. Profesor de economía (UBA y UTDT). Conductor del podcast 'La economía en 3 minutos'.

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