Semana corta de poco movimiento. Volvió Milei de Europa, tocó en Rosario un discurso mucho más conciliador que su estilo y se volvió a ir. Back in Argentina se viene una semana crucial con la promulgación de la Ley Bases, para lo cual será interesante ver cuántos de los cambios que introdujo el Senado se mantienen. Algunos sí o sí deben mantenerse porque fueron compromisos políticos del Gobierno. Otros, como Ganancias y bienes personales, veremos qué pasa.
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En lo económico sobresalió el mega superávit que tuvo el Gobierno en mayo. La tendencia del gasto fue parecida a meses previos. En mayo cayó 28% interanual mientras que, tomando los primeros cinco meses, la caída es 31%. Hay que decir que al menos los jubilados están perdiendo menos que antes. Hoy el gasto de los últimos doce meses es ya 25% menor al del último año de Cristina y 4% menor al del último año de Macri. Para fin de año, cuando tengamos el año completo del Peluca, seguramente estará mas abajo todavía. El superávit es su marca registrada y lo que le debería comprar la credibilidad necesaria para salir del cepo sin mayores sobresaltos.
La diferencia en mayo la hizo la recaudación, ya que se había recaudado bocha de Ganancias en diciembre por los efectos de la devaluación, que inflaron los estados de resultados de las firmas que tenían bonos dollar linked y depósitos ajustados por tipo de cambio. También hubo en mayo ingresos por impuesto PAIS, fruto de la venta de los últimos Bopreal. En junio no habrá nada de eso y por eso Milei ya avisó que quizás se corta la racha de cinco superávits seguidos, porque además hay que pagar aguinaldos de jubilados y empleados públicos. Igual, vieron que Milei es un maestro en bajar expectativas, así que quién te dice si no pisa algún gastito aquí y allá y se despacha con un pequeño superávit.
Los datos de inflación siguen bastante tranquilos en junio, pero por efecto de las tarifas los precios van a crecer algo parecido al 6%, quizás algunas décimas menos. Los precios mayoristas sólo subieron 3,5% en mayo, pero ojo que este indicador sólo tiene bienes y está claro que mientras haya ajuste de precios relativos los bienes tienen que ir más despacio que los servicios. El costo de la construcción, en cambio, creció más del 10% en mayo, por efecto de los salarios. Otra prueba más de que los servicios van más rápido que los bienes. El costo de mano de obra trepó 24%, pero los materiales sólo 1,5%. Lo interesante es que si miramos qué pasó en el último año, la inflación de materiales aun es más alta que la de salarios.
La conversación del círculo rojo pasa por qué va a hacer Caputo con la política monetaria y cambiaria. El FMI, en ese lenguaje sutil pero firme, le dice que levante el cepo, flote el tipo de cambio y suba las tasas. No son tres cosas independientes. No se puede levantar el cepo y pretender que el tipo de cambio único se quede en valores similares al oficial de hoy. Eso podría pasar sólo si entra mucha plata a la Argentina luego del día de la liberación. Y las tasas son parte de lo mismo. Si el Gobierno quiere que la gente no compre dólares e incluso algunos traigan verdes, deberá ofrecer algo más que plazos fijos al 32% anual o bonos al 4% mensual. A menos que la inflación se desplome. Pero eso no parece que vaya a ocurrir tan rápido. Cuándo hacerlo es la clave. Va a depender de cómo le vaya al Banco Central comprando dólares en el mercado y de algunos precios internacionales. La última semana fue brava porque la soja tocó 415 dólares en Chicago y el real, 5,44 en San Pablo. El jueves y viernes, con los mercados locales cerrados, cayeron bonos y acciones. Más allá de qué camino elijan Toto y equipo, no tienen un desafío sencillo. Mientras tanto, la economía parece moverse un poco más, pero todavía carretea y hay algunos sectores que siguen yendo para atrás. Eso es lo que empieza mirar la gente ahora que la inflación salió de terapia intensiva.
Para esta semana estaremos atentos a lo que pase en diputados con el capítulo final de la Ley Bases. Salen varios indicadores de mayo que faltan para tener un panorama más completo de la actividad. Conoceremos los datos del PBI del primer trimestre que, si bien son historia vieja, aportan mucho detalle para la autopsia. Sale también el proxy PBI de abril y el primer dato de desempleo de la era Milei, que casi seguro será no positivo. También habrá licitación de bonos, una instancia en donde el Gobierno y el mercado se mandan señales.
Hasta la semana que viene.
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