Una semana a toda orquesta. Empecemos con el drama alrededor de la Ley Bases: 22 horas de sesiones en el Senado. Nadie pudo haberlo visto todo, pero a riesgo de generalizar, se puede decir que con estos representantes es un milagro que estemos vivos. Final feliz en un cabeza a cabeza de 36 a 36. Menos mal que la votación no la organizó la AFA. Desempató la vice la Ley Bases y luego pasó el paquete fiscal por un cómodo 37 a 35.
Pero si bien las leyes llegaron desguazadas al Senado, faltaba un capítulo más: que los legisladores que dicen ser abanderados de los humildes y otros que estudiaron economía hayan perdonado el impuesto a las Ganancias de los trabajadores más ricos es una cosa que no se puede entender ni comprender, como decía Victor Hugo cuando era una persona sensata. Pero bueno, como decíamos hace dos semanas: que sea ley. El contenido es un problema para otro momento. Falta ver si los diputados insisten y esa controversia jurídica sobre si pueden insistir en lo que el Senado rechazó de plano como Ganancias y Bienes Personales. Los mercados, pum para arriba el jueves.
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Ese mismo día se conoció el dato de inflación. El 4,18% fue algunas décimas mejor de lo que se suponía y la inflación núcleo en 3,7% fue un golazo de media cancha. Las dos primeras semanas de junio los datos fueron buenos, pero difícilmente se repita el 4,2%, porque los precios regulados ya no generarán tanta buena onda. Algunos cálculos indican que los precios regulados pueden llegar a aportar 2 puntos en junio, cuando en mayo sólo aportaron alrededor del 0,7%.
Además, el Banco Central de China renovó el swap y evitó que la Argentina tenga que garpar 5.000 millones en los próximos meses. Una tranquilidad que se extiende hasta 2026, cuando todos esperamos que la Argentina tenga buen acceso a los mercados de capitales, cosa que por ahora no tiene. También entraron los 800 palos del FMI, pero eso no generaba incertidumbre. Sí entra en el combo comunicacional de buenas noticias.
Mucho más importante en el plano internacional es que Milei participó de la cumbre del G7 y fue beneficiario de las sonrisas de la anfitriona, cosa que no pueden decir ni Macron ni Lula. Más allá de la simpatía de Giorgia Meloni, suma que la Argentina vuelva a tener más visibilidad aun cuando sea sobreactuado. Recordemos que Menem también hacía cosas parecidas en 1990 cuando mandó tropas a Medio Oriente, cuando Iraq invadió Kuwait.
Con todos estos avances, se puede decir que cerramos el primer capítulo de esta novela. Ahora vienen lindos desafíos. Por ejemplo, bajarán 10 puntos el impuesto PAIS, como prometió Toto, o usarán para mantenerlos la excusa de que perdieron Ganancias. Mientras no piensen en sacar el cepo, parecería que bajar ese impuesto puede poner en riesgo una de las vacas sagradas del gobierno de Milei: el superávit fiscal. Y la tesis es que el superávit, aun con algún truquito contable, es lo que más credibilidad le da a este gobierno. Además, el PAIS es un impuesto a las importaciones transparente que con este tipo de cambio morigera los efectos de la apreciación. Recordemos que las monedas latinoamericanas se devaluaron feo en las últimas semanas. El real, por caso, tradea a 5,4 por dólar.
La otra gran incógnita es el tema del cepo. Como dijimos varias veces, el Gobierno está intelectualmente en contra del cepo, pero no parece tener apuro en salir. Se entiende, porque salir implica ir a un dólar de mercado, digamos 1.300 o 1.350 pesos hoy, y eso genera un lógico temor. Los de afuera hablamos, pero hay que estar ahí. Lo que sí decimos es que en la medida en que sigan los superávits y la credibilidad vaya en aumento, ir a un tipo de cambio de mercado no generará una explosión de inflación sino un pequeño salto manejable. Además, el efecto positivo en las expectativas, sumado a que ayudará que se pongan en marcha algunas inversiones, también aportará un efecto positivo. Suena todo muy fácil, pero no lo es. Es una arquitectura complicada en donde se deben pensar bien los pasos. El FMI va a estar de acuerdo y, si no, se lo va a pedir. Si hay alguna ambición de conseguir fondos de Washington, habrá que trabajar en estas alternativas. Lo que no vemos es que la brecha baje tanto que se pueda salir del cepo casi sin tocar el tipo de cambio. Sería sacarte la lotería dos semanas seguidas.
Para esta semana corta de dos días hábiles, estaremos pendientes de los datos fiscales de mayo y de las noticias sobre si José Luis Daza finalmente se convierte en el secretario de Política Económica. Salen los precios mayoristas y las ventas en shopping y supermercados como para confirmar que lo peor ya pasó.
Hasta la semana que viene.
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