Lejos de llamar la atención sobre la precarización laboral, los videos publicitarios de esta semana muestran a una institución alienada y escindida de la sociedad.
Mientras Exactas de la UBA no tiene clases presenciales desde marzo de 2020, sus autoridades sacan comunicados y arman charlas que traicionan el método científico y se encolumnan con el Gobierno.