Después de Alberto golpeador, el progresismo enfrenta una derrota irremontable. La derecha debería aprovechar para adueñarse de sus banderas, no para pisotearlas.
Algunas activistas feministas quieren instalar que son perseguidas en la Argentina. No es cierto. La única verdad es que su agenda ya no representa a casi nadie.
A pesar de los relativistas occidentales, en Irán rige un ‘apartheid’ de genéro contra mujeres y niñas, violento y legalizado, que está siendo desafiado con valentía en las calles.
La reacción de la ministra Gómez Alcorta a la violación en Palermo muestra que la gestión oficial encubre su inoperancia con ideología, culpas diluidas y tratamientos selectivos.
La autora cuenta su experiencia en Libia, donde vivió dos años, para mostrar la crueldad y el sufrimiento que generan en las mujeres los regímenes de apartheid misógino.
Después de la legalización del aborto, el movimiento de mujeres debe encarar sus próximos desafíos con una actitud abierta y tolerante, sin sectarismos ni violencia.