Estimado Hernán:
Estuve observando la discusión sobre Malvinas. El estéril debate entre “invasión” o recuperación. A unos y otros les recuerdo que el almirante Jorge Anaya usó la palabra “ocupación” en su primera orden para planificar una operación militar en las islas. Además, habla de Puerto Stanley.
Es toda una polémica inútil que no nos cansamos de dar. Lo real, lo concreto, es que este escrito lo firmó el 22 de diciembre de 1981, el mismo día en que asumió Galtieri la presidencia de facto de la nación, lo que quiere decir que estos dos personajes ya tenían acordada la operación militar, o como quiera llamársela: recuperación, invasión u ocupación.
Deciles a tus “críticos”, simples protestones, que vayan a Google y lean qué quiere decir ocupación:
“Permanencia en un territorio de ejércitos de otro Estado que, sin anexionarse aquel, intervienen en su vida pública y la dirigen”. “Ocupación” o su sinónimo “invasión”.
Ya lo he demostrado, reiteradamente: Malvinas se realizó para salvar al decadente y fracasado Proceso de Reorganización Nacional. Aquí te acerco el documento y que dejen de discutir. En la Argentina se ha mentido demasiado, por eso el documento “mata relato”.
El 22 de diciembre el almirante Anaya le pasó a su jefe de Estado Mayor, vicealmirante Alberto Gabriel Vigo, una orden escrita a mano que contenía tres puntos, tal como se desprenden de su minúscula letra. Fue la primera orden del conflicto armado que se avecinaba:
1. MALVINAS
1.1.- El CON [Comandante de Operaciones Navales] presentarme un plan actualizado.
1.2- Enviar personal seleccionado para reconocimiento.
1.3.- Plan después ocupación.
1.3.1. – Efectivos para permanecer en STANLEY.
1.3.2. – Apoyo a dichos efectivos.
1.3.3. – Logística para STANLEY.
1.3.4. – Defensa de STANLEY.
2.- SUPER ETANDARD
Deben ser traidos al país con todo su armamento a medida que estén listos. Antes del 01 JUN 82.
3.- P3 – Ant 01 JUN 82
–Tata Yofre
Estimados:
Me encantaría que, como complemento a la nota de Mora Jozami donde plantean el Índice y sus primeras mediciones, se adjunte una pequeña nota metodológica a lo que dice la propia nota. Al mismo tiempo, me imagino que sería muy útil contar con mediciones que digan cómo se relaciona su nivel (¿o acaso lo importante son las variaciones?) con otras mediciones disponibles sobre la confianza y expectativas, además de –si fuera posible– trackear cómo hubiera sido su medición en eventos de comprobada irritabilidad del pasado.
Muchas gracias,
–Ezequiel Tacsir
Desde que se dieron a conocer tengo por costumbre leer las notas que publican los domingos. Eso me permitió apreciar cómo, de una actitud bastante imparcial y racional, se fueron deslizando insensiblemente al mismo periodismo de anticipación, al mismo periodismo astrológico, que los medios tradicionales. Cada vez importan menos los hechos y más lo que el columnista adivina como futuro posible.
Mi profe de escritura me dejó una máxima que les puede ser útil: si pretendés escribir sobre la realidad y no tenés nada para decir, no escribas, dedicate a las novelas, la fantasía o la cifi.
–Rajanikant
Brillante nota de Sabrina Ajmechet, poniendo el real contexto histórico de la lucha por los derechos humanos y cómo actuaron los protagonistas, desenmascarando los años de mentiras y relatos del peronismo, poniendo luz sobre uno de los períodos más oscuros de la democracia argentina.
¡¡Fuerza y adelante diputada!! ¡¡Tiene el respaldo de muchos argentinos!!
–Ernesto Russo
Se superan con cada número. Es bueno ver que el periodismo sobrevive al publicismo.
Gracias,
–Alfredo Chies
Creo que puede haber unos cuantos argentinos interesados en saber si sería bueno o malo organizarse un poco desde la base tratando de que la CORDURA y los RASGOS DE SABIDURÍA y no tanto las necesidades de las cúpulas del poder o castas tengan algún peso en diseñar el futuro de nuestras próximas generaciones. ¿Movimiento sería una palabra gastada?
–Edmundo Lingo
¡Muy bueno el artículo de Sabrina Ajmechet! Creo que no solamente es clave disputarle al kirchnerismo la bandera de los derechos humanos con todo lo que sintetiza ese texto, sino que es importante para recuperar el centro (y de paso construir una opción de centro tan necesaria) ocupar espacios que quedaron vacantes mientras se establecen consensos básicos de equilibrio macro y economía sin la intervención enfermiza del Estado.
Me pareció muy buena la reivindicación que propone sobre el reclamo que hace Villaruel con una crítica atendible y sin embargo elemental: ¿tan díficil es condenar una dictadura? (Obviamente hay problemas prácticos sin soluciones teóricas ni prácticas concretas cuando a una democracia la atacan desde adentro de cada institución organizaciones que quieren desmantelarla con apoyo externo y aparecen preguntas incómodas sobre qué hacer, pero eso es otro debate que no inhibe adherir a consensos básicos).
Creo que el trabajo que Sabrina va a encarar al frente de la comisión de Derechos Humanos en el Congreso debería decantar en una especie de Conadep de la cuarentena (salvando las distancias por la escala de las violaciones a los derechos humanos). Además de funcionar como un Nunca Más del nuevo milenio desde lo testimonial, podría aportar un apunte básico para la hoja de ruta de una próxima eventual pandemia o evento caótico que requiera facultades especiales para el Poder Ejecutivo.
–Ezequiel Baum
Todo lo que dice la nota [sobre Télam] es absolutamente cierto, me consta de primera mano. Y hay más, pero es tan inverosímil que hay que verlo para comprobarlo. Con 26 años de experiencia como Editor Jefe y Jefe de Redacción de EFE, fui contratado por el gobierno de Macri para tratar de rescatarla y hacer una agencia decente. Me acompañaron otros tres grandes periodistas ex-Reuter, ex-ANSA y ex-Télam. Al cabo de cuatro años de esforzarnos, enseñar, vigilar zancadillas y evitar operaciones, el diagnóstico es que Télam NO TIENE ARREGLO. ES UN GASTO QUE NO DA NINGÚN RÉDITO. ES GASTAR EN PROPAGANDA.
¿Por qué?
Los buenos periodistas se cuentan con los dedos de las manos. No alcanzan para sostener el servicio y como son buenos se los carga de trabajo mientras ven cantidad de vagos e inútiles que no hacen nada. El resto de la plantilla de Télam: no sirve más que para copiar y pegar gacetillas, es vaga, “militante” o inútil. Todos están convencidos de que son “grandes profesionales”. Ganan el triple que un periodista de empresa privada a costa del menor trabajo posible. No defienden la libertad de expresión ni el pluralismo, atentan a diario contra la gramática castellana, defienden su beca muy bien paga.
Con la llegada del gobierno de Fernández me acosaron, me discriminaron, me llamaron traidor (incluso algunos cuyo despido evité durante el conflicto de 2018; siempre he sido independiente, jamás hice periodismo “militante”). Mi pecado fue tratar de hacerlos trabajar bien, con honestidad, como se debe.
Con más de 40 años de experiencia profesional, me mandaron a escribir las efemérides diarias. Se ve que también necesitaban humillarme. Y terminaron echándome “por abandono de trabajo” cuando estaba de vacaciones. Esos son los héroes defensores de Télam.
Disculpen que me haya extendido demasiado. He guardado documentación de las barbaridades que evitamos publicar, estadísticas de productividad (muy baja) y anécdotas.
Quizás algún día escriba un libro o aporte a quien quiera hacerlo.
A v/disposición.
Abrazo,
–Alejandro L. Méndez
¿Cuánto dura el apoyo a Milei? Espero que mucho.
–Ana de Elía
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