ELOÍSA BALLIVIAN

Basta de caer en la trampa

Un lector se arrepiente de haberle dado plata a Fontevecchia.

Gonzalo Sánchez está tan convencido de que existe un “periodismo puro”, del cual él mismo se considera un brillante exponente, al punto de refutar a sus compañeros diciéndoles que “no son periodistas”, que él mismo sería capaz de presenciar una sesión de torturas sin intervenir, con el objetivo de “registrar el abanico de sensaciones que sienten torturador y torturado” para luego descibirlo “asépticamente” como “periodista”.

Todos los Roger Waters, agradecidos.

–Aldo Rizzi

De acuerdo, Hernán. Siempre caen los ¿nuestros? en esa trampa/extorsión. Y eso, a la larga, contribuye –esto creo yo– a meter a todos en la misma bolsa para el ciudadano de a pie. Y, peor aún, a que cuando hay una chance de quitarles el poder por un rato, esas (y otras) extorsiones terminen por dinamitar cualquier avance en el sentido, creo, correcto. Es decir, en el sentido contrario al que nos llevan desde hace muchas décadas.

Pero otra cosa que ha contribuido, a mi juicio de manera mucho más determinante, en que el intento anterior (el de Macri, no considero que haya habido otro antes; el de Menem fue un aquelarre propio del peronismo) no prosperara, fue la falta de una representación política institucional acorde al mérito de acceder al poder. Pregunto: ¿cómo habría sido el gobierno de Macri con mayorías legislativas? Ok, contrafáctico, pero convengamos que la posibilidad de éxito y continuidad habría sido muy distinta.

Ahora ocurre algo parecido. Milei, con quién no coincido 100% pero sí en la dirección del cambio, se va a ver en la necesidad de “negociar” cambios con otras fuerzas, y corre serios riesgos de desnaturalizarlos. Ni siquiera el sector más afin de Juntos por el Cambio alcanza para avanzar sin ceder demasiado. Y los radicales… en fin, hay demasiados todavía que tienen mucho aparato y pocos votos, aun cuando varios más parecen haber evolucionado bastante.

Algo habrá que cambiar en las reglas electorales (además de, con urgencia, el sistema de votación) para subsanar ese problema de legitimidad de origen versus imposibilidad de facto. El peronismo/kirchnerismo, recordemos, gobernó prácticamente siempre sin ese impedimento.

A Macri le costó caro.

A Milei parece que también.

Para el país fue trágico.

–Enzo Prestileo

Estimados seulenses,

Una de las manifestaciones más preocupantes de la última campaña, más allá de la elección de Milei, es la mediocridad argumental de todos los actores públicos: eslóganes vacíos y frases hechas por doquier. La marginalidad de ideas y argumentos es temeraria. Será difícil discutir cualquier política cuando las ideas están ausentes y la extorsión y violencia a flor de piel.

¿Alguien está preocupado por elevar el debate? Pues no mi ciela.

Saludos, seules.

–Maxi Bongiovanni

Siempre útiles, por certeros, los análisis políticos de los “coreanos”, pero con algunos tropiezos semánticos, como el uso de la malhadada (y peor traducida) palabrota “ballottage”, que significa “empate” y no segunda vuelta.

–Luciano Tanto

No me van alcanzar los años de vida para arrepentirme de haber colaborado con el diario Perfil cuando el kirtchnerismo lo ahogó financieramente con la publicidad y Fontevecchia salió a manguearles a los lectores.

–Carlos Bianchi

 

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