Esta semana cumplimos un mes de vida y aunque sabemos que es un poco goma y adolescente festejar los “cumplemés”, lo vamos a hacer porque estamos muy contentos. El comienzo de Seúl ha superado nuestras expectativas más optimistas. Ya somos protagonistas de los domingos de miles (sí, miles) de lectores que esperan cada número con impaciencia e interés.
Pero no solo eso. También empezamos a marcar agenda. La nota del domingo pasado sobre la Hidrovía, un asunto que a priori parece poco ganchero y difícil de explicar, no solo fue la más leída sino que también tuvo repercusiones. El miércoles nuestro colaborador Darío González Mardjetko fue entrevistado por Diego Scott y Carola Gil en el podcast El primer café y ayer Maia Jastreblansky publicó una nota en La Nación sobre el tema. Cumplimos nuestro objetivo: alertar sobre cuestiones que quizás no tengan “rabiosa actualidad” pero que afectan a nuestro país más que ninguna otra. Y la nota de Darío maridó a la perfección con la de Iván Ordoñez sobre el futuro del campo.
El análisis de Luis Tonelli sobre las estrategias electorales provocó algunas polémicas. Su llamado a conquistar a los votantes “centristas” llevó a más de uno a acusarlo (y acusarnos) de Corea del Centro. ¡El colmo de Seúl es ser acusada de Corea del Centro! Hay que hacer una aclaración importante: su nota era sobre estrategias electorales. Se puede disentir con él pero sus ganas de ganarle a Corea del Norte son claras. Como dijo él mismo en Twitter: “No existe Corea del Centro. Existe el norte de Corea del Sur y el sur de Corea del Norte”. Pero bueno, nos estamos armando un terrible lío geográfico.
Hablando de Corea, otra novedad esta semana fue que llamamos la atención algunos twitteros de ese país que, por supuesto, no entendieron cómo puede ser que haya una revista al otro lado del mundo llamada como su capital. En algún momento habrá hacer el intento de explicarle a un coreano que su país es metáfora de la grieta en el nuestro.
¿De qué Corea serán estos coreanos? Bueno, más allá de sus opiniones políticas podemos saber que son del sur, porque en el norte está bloqueado Twitter. Así que son nuestros amigos.
Y sobre quienes no son nuestros amigos –quienes son, digamos, nuestros “adversarios”– no queremos hablar demasiado. Pero creemos que en este tweet se condensa bastante bien lo que piensa el kirchnerismo de nosotros.
Desconocemos las costumbres onanistas de Videla pero no hay manera de ver en nada de lo que hayan dicho Osvaldo Bazán o Hernán Iglesias Illa en esa charla algo siquiera cercano a la ideología del exdictador. ¿O quizás Doctor Lecter asocia la crítica al régimen cubano con la dictadura argentina? Creemos que es al revés: tanto Fidel Castro como Jorge Rafael Videla fueron dictadores. Perdón por la obviedad.
Pero lo más probable es que Doctor Lecter no haya siquiera leído la entrevista. Para ellos, digamos lo que digamos, somos “la derecha”. Endosándonos esa palabra, no solo pueden desligarse de la necesidad de argumentar, sino que ellos mismos, por oposición a lo malo, quedan en el lugar de lo bueno. Pueden robarse las vacunas de un anciano o encerrar a la fuerza a una embarazada, pero no son “la derecha”.
Estos comentarios nos alientan a seguir en este camino, a decir las cosas que pensamos y en las que creemos. Estamos orgullosos de Seúl.
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