ZIPERARTE
Nota mental

#14 | ¿Para qué fingir?

Casi todo el mundo se vio obligado a elogiar desmedidamente el último disco de Charly García. Él merece que se lo tome en serio.

No entiendo a los que hacen los mismo que yo hice ayer,
pero como hasta ahí nomás;
como viviendo en el pasado.
–Charly García, «Vos también estabas verde»

 

Tengo un gato blanco y gris que se llama Charly y adquirí el ejemplar 2001 de la edición limitada de La lógica del escorpión. A pesar de que no saca un disco realmente bueno desde Filosofía barata y zapatos de goma (1990), unas declaraciones de Roberto Pettinato, que ahora no logro encontrar, me ilusionaron. ¿Me las habré imaginado? Decía que este disco era bueno de verdad. Elegí creer.

No me dedico a la crítica musical, pero la promoción que hizo Sony Music me pareció bastante inusual. Organizaron un evento de escucha integral del disco para invitados y prensa, como si fuera un preestreno cinematográfico. Fue entonces cuando empezaron a salir las reseñas.

La primera que leí fue la de Walter Domínguez en Clarín y ya desde la bajada encontré una frase que me hizo reír: “Si se busca dicción o afinación perfecta, es por otro lado”. Me resultó muy graciosa la manera de decirlo y me dejó pensando. Claro que uno no espera de Charly dicción y afinación “perfectas”, pero ¿cuán desafinado e ininteligible sonará como para poner la advertencia en el primer párrafo?

Casi todos los comentarios sobre este nuevo disco de Charly vienen con un disclaimer, con una nota al pie, con instrucciones, con salvedades, aclaraciones. A todos se les huele la falsedad y terminan logrando el efecto contrario al que pretenden. Son condescendientes e infantilizan a Charly, quien, en su mejor momento, los hubiera despreciado.

Peor todavía es la reseña de Diego Batlle en elDiarioAR. Atención a este párrafo extraordinario:

Lo primero que hay que decir, sin condescendencias ni indulgencias, es que La lógica del escorpión es un muy buen disco, mejor incluso que el mencionado Random. Está claro que no llega a las cimas de Yendo de la cama al livingClics modernosPiano barParte de la religión ni Cómo conseguir chicas, por citar solo a su majestuosa obra de la década de 1980, y que la voz de Charly está lejos de los matices y la potencia de sus épocas de gloria, pero el flamante álbum que Sony Music presentó este lunes en dos eventos organizados en el centro ArtLab en Chacarita demuestra que varias de las canciones están a la altura del mito, que la creatividad en muchos casos se mantiene inalterable.

Es decir: La lógica del escorpión es mejor que Random (bueno, qué suerte), pero peor que todos sus discos de los ’80 (nombrados uno por uno, para llenar espacio), “por citar solo a su obra de los ‘80”. Entonces, ¿sería peor también que su producción de los ’90, 2000 y 2010? Menos Random, claro. Entonces resulta ser el segundo peor disco de Charly García, pero aún así es “un muy buen disco, sin condescendencias ni indulgencias”. Mejor “incluso” que Random.

Las críticas sobre su voz, que está “lejos de los matices y la potencia de sus épocas de gloria”, y lo de “si se busca dicción o afinación perfecta, es por otro lado”, en lugar de preocuparme, despertaron mi curiosidad. Pero era evidente que ni a Domínguez ni a Batlle les había gustado el disco y no se atrevían a admitirlo. Domínguez por lo menos hizo un picadito de los temas, Batlle gacetilleó.

El miércoles a las nueve de la noche me acosté, me puse los auriculares y le dí play. Finalmente se develó el misterio de su voz: suena sin dientes. Le cuesta afinar hasta cuando no canta. De todas maneras, cargar las tintas sobre su voz es demasiado fácil, mala leche y pierde de vista lo importante: que el disco bien cantado no sería gran cosa tampoco.

Pero como dije antes, no me dedico a la crítica musical. Tampoco me dedico a la crítica gastronómica pero sé perfectamente cuando una lasagna está incomible. Y fue muy divertido ver esa noche a todos masticar esa cosa insípida y gomosa, mientras se deshacían en elogios hacia el chef.

El informe de Telefé Noticias me dio bastante vergüenza ajena. Empezó con dos minutos de imágenes de archivo y una voz en off que recitaba un collage de letras de canciones, comenzando con: “Charly nos enseñó a mirar con otros ojos, desde Sui Generis nos enseñó qué pasa cuando comenzamos a nacer, nos advirtió que este mundo te dirá que siempre es mejor mirar a la pared”. El falsete de «Eiti Leda» no predisponía bien al espectador a escuchar el nuevo material.

Después, Rodolfo Barilli puso el primer tema, «Rompela», en un tocadiscos y dijo: “muy Charly”. Me hizo acordar a un consejo que me dio una vez una productora de cine: si no me atrevo a confesarle a alguien que su película no me gustó, siempre puedo responder con un ambiguo “es muy vos”. Barilli y Florencia Scarpatti pasaron de un tema a otro sin escucharlos realmente, dejando apenas cinco segundos de cada uno, mientras hablaban por encima. El verdadero acontecimiento era que Charly había sacado un disco, no las canciones, que a nadie le importaban.

Algunos dieron su opinión sincera. Richard Coleman dijo: “Che, discúlpenme el atrevimiento, pero no sé… ¿tiene productor La lógica del escorpión? ¿Soy yo o sufre de «las ropas del emperador»?” Pablo Strozza también fue directo: “Pero al escuchar su voz, rota y disminuida, por momentos balbuceante; y una producción a veces descuidada, que pone a esa voz al frente y en muchos casos fuera de sincro, todo análisis positivo cae en un saco roto difícil de rescatar”.

Es por eso contrastan los que soltaron panegíricos inverosímiles,  en lo que parecieron esfuerzos por convencerse a sí mismos.

Charly además metió temas para bailar. Le regaló otro disco a este país y en este tiempo. Como si el Diego nos regalara otro partido. (*)

Volver a abrir el corazón aunque nos desintegre la transformación. La sombra de Lennon y Bowie, la voz del último Dylan, la sangre en los tracks, la reencarnación, la fábula, el karma de vivir al sur y la máquina de mirar. Ser contemporáneos de Charly García es un milagro. (*)

Y el que se lleva todos los premios:

Instrucciones para escuchar La lógica del escorpión, el nuevo disco de Charly García.

Abro hilo

1. Anule todo jucio crítico y entréguese a la fe poética. (*)

Como yo lo quiero, lo respeto y lo admiro a Charly García, sé que su disco es una basura. Y no me da pena, porque toda su obra sigue intacta, y seguirá ahí después de que se muera. Tampoco me entristece su estado actual; todos sabemos que le ganó unos cuantos años a la muerte y hace rato que vive de yapa. Ojalá viva muchos más y saque todos los discos de mierda que quiera. No necesita que ningún lameculos se los elogie. Como dijo él mismo en «A punto de caer»: “¿Para qué fingir? No vale la pena”.

Mi gato Charly

Nos vemos en quince días.

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Diego Papic

Editor de Seúl. Periodista y crítico de cine. Fue redactor de Clarín Espectáculos y editor de La Agenda.

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