Previously on «The Cerdanos»: un empresario preso por una causa de hidrocarburos —Víctor de Aldama— pacta en noviembre del año pasado con el juez que lo libere a cambio de información sobre otra trama de la que nadie sabía nada todavía. Cuenta que él le vendió barbijos al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con sobreprecio y coima. Señala a Koldo García (asesor del ministro, expatovica en un puterío), José Luis Ábalos (mano derecha del presidente Pedrosánche, ministro de Transporte y secretario general del PSOE) y a Santos Cerdán (nombrado como secretario general del PSOE cuando a Ábalos lo echan por este caso).
Koldo, Ábalos y Santos Cerdán eran quienes habían acompañado en una “humilde” gira de proselitismo en las primarias de 2018 a Pedrosánche en un Peugeot. Por eso se los conoce como “la banda del Peugeot”.
El PSOE, con Pedrosánche a la cabeza, niega todo y culpa a los medios no afines y a políticos opositores, nombrándolos como “la fachosfera”, “la máquina del fango” y “laderechaylaultraderecha”.
Hay otros casos de corrupción ligados con esto, que incluyen a Begoña Gómez, que está siendo investigada por delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional por una cátedra en la Universidad Complutense y en el salvataje de Air Europa (tú decides), y también al hermano de Pedrosánche, porque le crearon un cargo ad hoc como “director de la oficina de artes escénicas” en Badajoz, y cuando la jueza le preguntó qué era la oficina de artes escénicas, se lo pensó bien y dijo: “pues, la oficina de artes escénicas”.
Como si todo esto fuera poco, Koldo se dedicó durante años a grabar todas las conversaciones que tuvo, tanto con sus socios mafiosos como con otros integrantes del gobierno y empresarios.
“Se filtran” esas conversaciones a la prensa y son un festín de puterío, en donde, en charla con Ábalos, se reparten prostitutas como ganado: “Tienes a la Carlota, que se enrolla que te cagas”, le dice Ábalos a Koldo, entre otras bellezas.
Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO), el órgano central de la policía judicial de la Guardia Civil española que se encarga de la investigación y persecución del crimen organizado, demostró que el curro iba mucho más allá, con “mordidas” (coimas) millonarias en euros en obra pública.
Todos desfilan por el juzgado: primero Koldo, después Ábalos, finalmente, el 30 de junio, es Santos Cerdán, el número dos del gobierno español, quien entra al juzgado asegurando que a la salida hablará con los periodistas.
No pudo ser. Quedó adentro.
Julio
Sí, ni que fuera a propósito que me lo hacen con esta actualización mensual.
El último día del mes pasado todo vuelve a explotar. El que en ese momento era diputado y secretario general del PSOE (él mismo había echado al anterior por corrupto), una de las personas más importantes del país, iba a declarar ¡y quedaba adentro!
La pregunta era: si Koldo y Ábalos eran los que mandaban las operaciones y Santos Cerdán sólo uno que pasaba por ahí, ¿por qué Santos Cerdán quedaba preso en la cárcel de Soto del Real (VIP, pero cárcel al fin), mientras que los otros eran sólo imputados?
Porque el juez intuyó que Santos Cerdán era el verdadero cabecilla de todo, y porque son todos honestos pero la guita no aparece. Se demostró que Santos Cerdán “gestionaba” al menos 620.000 euros en comisiones ilegales, pero nadie sabe dónde fue a parar la plata.
¿La tiene Santos Cerdán escondida en algún paraíso fiscal?
Porque Koldo y Ábalos, se sabe, la gastaron en putas, viajes, casas carísimas (Koldo compró al contado un departamento en Benidorm y lo puso a nombre de su hija de dos años), pero a Santos Cerdán no le reconocen mayores gastos, excepto un departamento en el caro barrio madrileño de Chamberí que alquilaba por 2.500 euros por mes, del que este mes su familia se fue porque, dicen, ya no lo pueden pagar.
Como el juez cree que Cerdán puede, en libertad, destruir pruebas, apretar testaferros, cambiar la plata de lugar, entonces ¡adentro! Y por cargos nada menores: cohecho, tráfico de influencias y pertenencia a una organización criminal.
Paréntesis argentino
Con todos los puntos en común que hay entre los sinvergüenzones españoles y argentinos, hay que decir que lo que allá apenas camina, acá corre.
Santos Cerdán, un día antes de que saliera el informe que lo catapultó a los infiernos, era diputado, secretario de Organización del partido gobernante (en la práctica, el tipo que manejaba al PSOE después de Pedrosánche) y amigo del presidente desde hacía más de diez años. Dos semanas después entraba en Soto del Real, una cárcel apenas mejor que las cárceles comunes, con régimen de preso común.
Acá se tardó 16 años, 7 meses y 16 días desde que entró el caso Vialidad a la justicia para que mamacita entobillada sea encerrada en su coqueto departamento con acceso a redes sociales y derecho a molestar a sus vecinos.
Y la cantidad de dinero robado es mucho, muchísimo mayor.
Sí, en España la justicia funciona mejor.
Y eso, sin matar a ningún fiscal, lo cual es toda una tranquilidad.
El puterío
Todo el caso tiene en el centro mucho de prostitución.
No sólo por las charlas entre Koldo y Ábalos, también por la retahíla de chicas prostituidas a las que el dúo dinámico acomodó en puestos públicos (sin siquiera que estuvieran obligadas a ir a algún puesto de trabajo) o pagó departamentos, todo según está apareciendo ahora con la plata de las coimas.
Por eso, y ante la evidencia de que el PSOE estaba perdiendo el voto femenino en las encuestas (26,2% al 19,4% según el CIS, la encuestadora del Estado) por los escándalos, el Pedrosánche se reunió con mujeres directivas del partido el 4 de julio. Hizo varios anuncios; uno de ellos, la expulsión inmediata de cualquier afiliado al partido que contratara prostitutas porque el PSOE es un partido feminista, antiprostitución y coso.
Y también les contó a todas las mujeres (que no estaban invitadas a hablar, faltaba más, acá venís y escuchás al macho alfa) que al día siguiente, en el Comité Federal, habría grandes cambios en el partido para adecentarlo, para que a nadie le quedasen dudas de que era un partido feminista, antiprostitución y coso.
Claro, hacía tres días que el secretario general del partido, que él eligió, estaba preso. Y el anterior, que él también eligió, está imputado y a un paso de la cárcel. Y era el que se repartía prostitutas al grito de “la Carlota se enrolla que te cagas”.
Tenía que poner gente impoluta.
Desde ahora no habría un solo “secretario general”, para que no volviera a pasar lo mismo. El partido tendría un triunvirato que lo dirigiera.
Y dio los nombres inmaculados que venían a limpiar y sacar brillo a un partido muy sucio.
Cuando nombró a Paco Salazar como “adjunto a la Secretaría de Organización y secretario general de Coordinación Institucional”, las mujeres presentes se miraron.
Algo no estaba bien.
Al día siguiente, mientras los convocados iban llegando al Comité Federal, la noticia ya era anunciada en tono catastrófico. Paco Salazar, íntimo de Pedrosánche, el que el presidente ponía para limpiar de puterío al partido, era señalado en eldiario.es (medio jamás sospechado de ser parte de la “fachosfera” o de “la máquina del fango”) por varias mujeres del partido que testimoniaban acoso sexual, abuso de poder, comentarios obscenos y represalias laborales.
La cosa no llegó a mayores (todavía) porque el baboso —así lo nombraban— de Paco ni se presentó.
Sí, al que ponían para retomar la agenda feminista ya la había retomado hace mucho, pero a su manera.
Tal era el descalabro que la ministra Pilar Alegría, al intentar entrar al encuentro, fue abordada por los periodistas y, como no había leído los diarios, mostró su apoyo explícito a Paco Salazar: “Lo conozco mucho. Es una persona íntegra”, dijo, de cuerpito gentil. Al salir de la reunión, ante los mismos periodistas, dijo que la renuncia de Salazar “era absolutamente necesaria”. Típico caso de mis convicciones, mis otras convicciones.
Lo peor del asunto es que, en voz baja, muchas mujeres (y hombres) del PSOE —partido feminista y coso— sabían de las actitudes de Salazar. Sin embargo, nadie se había visto en la necesidad de denunciar nada.
Porque feministas sí, buchones no. Y no se puede andar desafiando al líder, como bien dice la hermana presidencial argentina.
Finalmente, Paco Salazar no asumió y listo, pelito de pubis pa’ la vieja.
Igual, frente a lo que se venía, lo del Paco era menor.
Faltaban los puticlubs oficiales.
La bomba de julio
Lo que estalló el 9 de julio llevó el puterío a otro nivel, como se dice ahora.
Ese día el Pedrosánche tuvo que dar explicaciones de los casos de corrupción frente a la Legislatura (otra gran diferencia con la mecánica argentina, en donde nunca escuchamos a nadie dar explicaciones). Dijo que el gobierno se puso firme. Hubo sarasa, humo y coso, claro. Anuncios varios contra la corrupción y la prostitución, como si a esta altura alguien pudiera creerle.
Los ánimos se caldearon y el jefe de la bancada opositora, Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular (PP), largó “lo que no se nombra”.
Lo que toda España sabía pero nunca se había verbalizado: “¿Con quién está viviendo usted? ¿De qué prostíbulos ha vivido usted? Ha sido partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución. Quiere ilegalizar su biografía. No se compare conmigo”.
La tensión era tan elevada como cuando Eugenia le dijo traicionero a Ulises y el cordobés le contestó que ella ya no parecía santiagueña, en una de las noches finales de Gran Hermano.
Por suerte no estaba Santiago del Moro para meter púa porque si no, no sé en qué hubiera terminado.
Es que Núñez Feijóo dijo la palabra prohibida frente al Pedrosánche: “prostíbulos”.
Todos, dentro y fuera de la sala, sabían de qué estaba hablando.
De lo prohibido.
Sauna Adán: donde los chaperos te follan por 40 euros
En 1998 abrió en Madrid el sauna gay (los españoles dicen “la” sauna) Adán, en la calle San Bernardo 38, en el barrio de Malasaña, cerca de la turística Gran Vía y del Ministerio de Justicia.
Por supuesto que un sauna gay es una actividad lícita. Sí, con cabinas privadas, con cuarto oscuro, con bares. Hay encuentros sexuales, actividades lícitas entre adultos con consentimiento. Lo que no era lícito y abundaba en Adán era un ramillete de muchachos inmigrantes ilegales de Sudamérica (brasileños, colombianos, venezolanos) y del este de Europa (rumanos, búlgaros) que cobraban entre 40 y 60 euros por “servicio”, sin poder quedarse con todo el dinero porque parte de él debía ir para el dueño del local.
Un conocido periodista y militante gay, Bob Pop, describe en su novela Mansos el lugar como “Sauna Adán: donde los chaperos te follan por 40 euros”. Por supuesto, Bob ahora, reconocido militante socialista, recuerda que es “sólo ficción” y que por favor no usen ese dato contra el adorado Pedrosánche.
¿Qué tiene que ver el Adonis de la Moncloa con un sauna gay?
Desde que lo publicó la prensa en 2021 se sabía públicamente que Sabiniano Gómez es quien regenteaba el Adán y otros saunas, algunos no gays.
Sabiniano Gómez era el padre de Begoña Gómez, la esposa de Pedrosánche.
La frase de Núñez Feijóo (“¿De qué prostíbulos ha vivido usted? Ha sido partícipe a título lucrativo del abominable negocio de la prostitución”) se debe a que en 2006 Sabiniano le regaló a su hija un departamento que es donde vivió la pareja antes de mudarse al Palacio de la Moncloa. O sea, sí: vivió en una casa pagada con la plata de los y las (faltaba más) personas prostituidas.
Pero hay más.
Dos factores agravan el ya de por sí complicado panorama: los saunas (especialmente los gays) tenían cámaras escondidas que servían para chantajear a políticos, periodistas, sindicalistas, funcionarios y hasta figuras eclesiásticas, porque, se sabe, la carne es débil.
Otra vez, Argentina es pionera.
A quienes les suene el nombre Espartacus sabrán a qué me refiero. Ah, y vayan a hacerse una colonoscopia, que están en edad.
El otro tema es que el edificio de Adán era alquilado. Pertenece a Muface. No, no es el padre de Simba, ése es Mufasa. Muface es una institución del Estado.
Sí, don Begonio le alquilaba al Estado unas instalaciones para poner a trabajar a sus chicos.
Para alguien que unos días antes había anunciado que iba a hacer echar del partido a cualquier militante que usara los servicios de prostitutas/os/es, sonaba como demasiado.
Con la puerta abierta por Feijóo, varios se comenzaron a animar a hablar del asunto.
Así, extrabajadores del lugar confirmaron que Begonia pasaba todas las mañanas por los diferentes saunas a hacer la recaudación. Era quien llevaba la contabilidad del lugar. Incluso alguien llegó a decir, sin confirmación alguna, que era ella misma la que le entregaba el dinero a los muchachos por los servicios prestados la noche anterior.
Ahora bien, con toda esta hipocresía encima, el Pedrosánche está muy seguro en su papel de jefe de gobierno.
No piensa renunciar y no teme que lo hagan caer.
¿Por qué, si es un gobierno parlamentario, que podría disolverse con una moción de censura, que es un procedimiento constitucional que permite destituir al presidente y reemplazarlo por otro?
De hecho, Pedrosánche llegó al poder con una moción de censura al gobierno anterior, el de Mariano Rajoy, del PP. ¿Y por qué fue esa moción de censura? Por la corrupción que había carcomido al PP, que también tiene lo suyo.
Llegó entonces el Pedrosánche con su apostura de amante latino y anunció que se venía el fin de la corrupción, que ahora sí, se terminó la joda.
Estacionó el Peugeot con los dos futuros imputados (Koldo y Ábalos) y el futuro preso (Cerdán) y se dedicó a limpiar.
Pues bien, entonces ahora ¿por qué no hay una moción de censura?
A diferencia de los argentinos, que votamos directamente al presidente, los españoles votan a legisladores.
La de España es una democracia parlamentaria. Un partido tiene que tener 176 legisladores para que su candidato se consagre jefe de gobierno. ¿Qué pasa cuando ninguno de los partidos consigue esa mayoría? Se forman alianzas.
Los dos partidos mayoritarios españoles son el PP y el PSOE.
En mayo de 2023 hubo elecciones municipales y autonómicas (simplificando: autonómicas serían provinciales, no es exactamente eso, pero para simplificar). El resultado fue catastrófico para el PSOE de Pedrosánche, que estaba en el gobierno. Entonces se mandó una típica de él, que nadie esperaba. Decidió adelantar las elecciones nacionales. Sabía que cuanto más tiempo en el gobierno estuviera, peor le iría. Así fue que los españoles votaron el 23 de julio, que es como si acá se votase el 23 de enero. No estaba ni la estatua de la Cibeles.
Las elecciones las ganó claramente el PP de Núñez Feijóo (136 escaños); segundo el PSOE de Pedrosánche (122).
A la derecha del PP, Vox consiguió 33; Junts, 7; el Partido Nacionalista Vasco (PNV), 5; en el centro, Coalición Canaria (CC), 1; a la izquierda del PSOE, Sumar, 31; Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), 7; EH Bildu, 6; y Bloque Nacionalista Galego (BNG)…
Junts y ERC son independentistas catalanes; Bildu y PNV, nacionalistas vascos; y BNG, nacionalista galego . Ninguno de ellos son fans de España y, aunque estén en el Congreso nacional, su ideal —más o menos disfrazado— es la independencia de cada una de sus regiones.
No hizo distinciones entre derecha e izquierda el Pedrosánche para pedir apoyos. Lo que quería era seguir siendo jefe de gobierno. Así fue que les prometió a cada uno lo que quería escuchar.
Se armó una alianza con partidos de derecha, de izquierda e independentistas. Una alianza que aún hoy siguen nombrando como “progresista”.
Claro, todos esos partidos menores, sabiendo que eran fundamentales para Pedrosánche, decidieron poner precio a su apoyo. Y Pedrosánche decidió pagar lo que fuere, destrozando incluso la idea de igualdad entre las regiones.
Así, cada pedido —por más estrafalario que fuera— tanto de nacionalistas como de la izquierda fue cumplido para que Pedrosánche llegue al poder.
Y se mantenga en él.
Esto tuvo algunas derivadas.
Por un lado, creó el “sanchismo”, que se fue alejando de los originales nombres del PSOE (ya el expresidente Felipe González dijo que no votará a su partido en las próximas elecciones); por otro, el independentismo y la izquierda tomaron un vuelo que dieron el tono al gobierno. Además, la Legislatura está virtualmente parada, porque una cosa es el rejunte para estar en el poder y otra ponerse de acuerdo para sacar leyes, en donde muchas veces quienes apoyan al gobierno no votan sus propuestas ya que piensan exactamente lo contrario.
Sus críticos dicen que Pedrosánche es rehén de la izquierda y los independentistas, pero que no le importa.
Concesión a concesión, el PSOE se fue desgastando, y si las elecciones fueran hoy, perderían por mucho.
Por eso necesita que los aliados no se vayan.
A medida que se desgasta el PSOE, el apoyo de los socios es más caro. Y también los ponen cada vez más en evidencia. Sumar es mucho más feminista que el PSOE, sin embargo, se tragó tranquilamente los diálogos sobre el enrolle de la Carlota.
Cada vez que salta un escándalo, los aliados ponen cara de “esto no lo voy a soportar”, hacen discursos incendiarios pero después se quedan calladitos porque si cae Pedrosánche, caen también sus coches oficiales, las prebendas, los cargos y la posibilidad de seguir chantajeando al PSOE.
El fin del mandato es 2027 y aunque parece lejano —inclusive hasta para muchos socialistas—, Pedrosánche no se mueve.
Claro, todo dependerá de otros informes de la UCO que aún están por salir. Todavía faltan desentrañar unos cuantos temas. Por ejemplo, los negocios del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero (ahora, amigote del Pedrosánche) con los venezolanos, con Delcy Rodríguez y la dictadura venezolana.
Esta semana hubo una videocharla pública entre Maduro y Zapatero a los besos. ¿Qué negocios hay ahí entre un dictador y un partido orgulloso de la defensa de los derechos humanos y coso?
Y siguen saliendo vergüenzas a la luz pública. En los últimos días, dos funcionarios más fueron imputados: Isabel Pardo de Vera, por presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias, malversación, prevaricación y cohecho, relacionados con el amaño de contratos de obra pública y la contratación irregular de Jéssica Rodríguez, expareja de José Luis Ábalos; y Javier Herrero Lizano, exdirector general de Carreteras, imputado por los mismos delitos, acusado de facilitar adjudicaciones fraudulentas a constructoras como Acciona y Obras Públicas y Regadíos (OPR) a cambio de comisiones, bajo las directrices de Koldo García y Ábalos.
Mientras más suciedad salga, más difícil le será a los aliados mantener el apoyo al gobierno porque sus propios votantes están enojados.
Por eso, caprichosamente, los aliados pusieron una línea roja. Si se llega a saber que esa plata sirvió para financiar al PSOE, ahí sí, agarran la carterita y se van, cual Lilita ante Pino Solanas.
La gran excusa de todos ellos (excepto Junts) para seguir apoyando un gobierno claramente corrupto, es porque si hay elecciones, se viene laderechaylaultraderecha.
O sea, tienen clarísimo que si hay elecciones, las pierde el PSOE. Y les molesta que la mayoría de los españoles no piensen como ellos, que por supuesto la tienen re clara y son los únicos que saben qué necesita el país.
No hay que salvar la democracia, hay que salvar al “progresismo”.
No importa que se socave la democracia, siempre y cuando quien lo haga sea la izquierda.
Pero se sabe que Dios aprieta pero no ahorca, y en el momento más aciago vino en salvataje de los socialistas.
Cuando nadie lo esperaba y el PP se regodeaba diariamente acusando al PSOE de corruptos y de que así no se podía más, se destapa el caso Montoro. Porque donde cabe un corrupto, caben dos.
Y tú más
Entre 2011 y 2018 fue ministro de Economía del PP en el gobierno de Mariano Rajoy, don Cristóbal Montoro. Había fundado un tiempo antes (pero se había ido) una “consultora” llamada Equipo Económico.
¿Cómo era el curro?
Fácil.
La consultora les cobraba a las empresas unas comisiones (llegaron a recaudar 800.000 euros) para influir en reformas legislativas como reducciones en impuestos para empresas gasísticas. Una vez pagado un adelanto, Montoro comenzaba las gestiones para que las reformas (muchas veces, simples decretos que él firmaba) salieran.
Ahí se cobraba el resto.
O sea, ponían al Estado español en venta.
¿Querés una reforma que te beneficie?
Listo: clink caja, pasás por lo de Montoro y él te arregla.
Apareció entonces el juego que mejor juegan los dos grandes partidos españoles: el “Y tú más” (algo así como el “Ah, pero Macri” en versión pasodoble).
—Vos robaste.
—Vos más.
—Lo mío son sólo tres, lo tuyo es estructural.
—Lo tuyo es un plan sistemático.
Y todo el día así.
Los bienpensantes de cada lado dicen que cuidado, que si los partidos mayores y con más responsabilidad se destrozan entre ellos, crecerán los ultras a derecha y a izquierda.
Los que ya no creen en nada dicen: “y, por ahí dan menos vergüenza”.
Los españoles se van de vacaciones.
Los que pueden, porque el 20% de españoles que trabajan no pueden pagarse vacaciones.
Antes podían.
Por suerte, tienen a Serrat.
¿Tú también, Nano?
Si bien el apoyo de la población al PSOE no pasa en mucho el 20% (según las encuestas que no son estatales, como la del CIS, que le da un imposible 34%), hay un segmento de españoles que son impermeables a cualquier dato. Algo así como quienes en Argentina siguen diciendo que mamita tobillera no robó, aunque no puedan explicar los más de 8.300 millones de pesos que tiene Máximo Kirchner, más aún teniendo en cuenta que ganar a la Play no da dinero. Y andá a saber si gana seguido en la Play.
Y este es el párrafo más difícil de escribir, porque encabezando a los esclarecidos que han firmado un documento en donde dicen cosas como: “una parte muy importante de los medios de comunicación y redes sociales han desatado una orgía de falsas noticias o medias verdades con el fin de crear un clima político irrespirable, que no se compadece con la situación del país” o “el ataque, desde todos los frentes conservadores y reaccionarios, al gobierno de coalición progresista y su presidente se asemeja más a una conspiración para derribar a un gobierno legítimo, que a la crítica política propia en un sistema democrático”.
Encabezando, decía, los firmantes de estos párrafos delirantes se encuentran gente que nos ha hecho —o al menos a mí me ha hecho— muy feliz, como Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Ana Belén, la actriz Loles León o la escritora Rosa Montero.
Almodóvar viene desbarrancando hace tiempo y su última cosa, La habitación de al lado , ya daba vergüenza ajena. Pero ¿tú también, Serrat?, ¿tú también, Ana?
Ana acaba de sacar, a sus 74 años, un disco irónicamente llamado Vengo con los ojos nuevos, cuyo tema principal, «Bachátame», es el que escucho todas las mañanas antes de escribir.
Pero algo se cortó.
Decir, como dicen en el documento bien cerca del final: “Es evidente que los supuestos delitos cometidos por ex secretarios de Organización del PSOE son graves y denotan crasos errores de in eligendo e in vigilando” da pena.
Parece que fueran unos tipos nomás ahí, que se mandaron unas joditas.
Pedrosánche fue íntimo de uno que está en cana, dos imputados, otro que no pudo ni asumir. Tiene a su esposa cada vez más complicada por lo de Air Europa (tú decides), y a su hermano, al que en cualquier momento le sacan el pasaporte para que no se escape. Se sabe que su departamento de recién casado fue comprado con plata de la prostitución. Cuando quiso adecentar al gobierno, nombró a un amigo que no pudo asumir por baboso, y resulta que son “crasos errores”.
¡Caramba! Los hacía más inteligentes.
Pero la excusa es “nosotros o la derechayultraderecha”:
“Aquellos que solicitan que se celebren ya elecciones, sean de derechas o de izquierdas, lo único que desean es que llegue un gobierno de las derechas PP/Vox”, dice el documento, contentos los queridos artistas de salvar a España de los españoles.
Eso es lo que hay que evitar a toda costa.
Que los españoles digan basta.
La perfumada colonia artística española no está tomando en cuenta la experiencia de la perfumada colonia artística argentina que, actuando exactamente de esa manera, consiguió que Milei fuera presidente.
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