Estimado Hernán,
Leí con atención tu comentario sobre el último documento de la UIA. Conociendo el paño, porque trabajé muchos años en una gran empresa líder que es referente de esa cámara empresaria, me permito comentar que muchas de tus críticas me parecen pertinentes, pero que cuando se ve el cuadro completo me dejan una sensación de injusticia hacia la propuesta.
Es verdad que la UIA hace lobby en favor de sus asociados, pero ¿qué cámara gremial empresaria en el mundo no lo hace? (Me permito recomendarte, si no lo has hecho todavía, que veas una película maravillosa sobre cómo se maneja este tema en Estados Unidos, su título es Gracias por fumar. [N del E: está disponible en Star+.])
Tengo para mí que el criterio de evaluación de un documento como éste debería ser qué país nos dejaría la implementación de las medidas sugeridas comparado con el que tenemos actualmente. Medida con esa vara creo que la propuesta de la UIA es bastante buena.
Argentina es uno de los países con mayor carga tributaria del mundo, y con leyes laborales más rígidas y gravosas para el sector empresario.
Argentina es uno de los países con mayor carga tributaria del mundo, y con leyes laborales más rígidas y gravosas para el sector empresario. Por otra parte, la elevadísima inflación hace que las reglamentaciones impositivas sean casi expropiatorias de los activos privados. Así, la libre disponibilidad del crédito fiscal IVA tiende simplemente a preservar el valor adquisitivo del dinero entregado al Estado, ya que actualmente cuando se devuelve, en muchos casos con demoras de varios meses, la inflación ha demolido el poder adquisitivo de ese dinero constituyendo un verdadero robo al bolsillo del contribuyente.
El acceso a las divisas para el repago de la inversión (y debería añadir para la compra de los insumos importados necesarios para producir), al mismo tipo de cambio que le pagan al empresario por sus exportaciones, es un acto de justicia tan elemental que no merece mayores comentarios.
La disminución de las contribuciones patronales responde al hecho de que la Argentina es uno de los países del mundo en el que es más caro y rígido contratar personal. Las cargas sociales son enormes, y una vez que una empresa emplea personal se hace muy difícil y gravoso despedirlo, por no decir imposible en algunos casos, todo lo cual conspira fuertemente contra la creación de empleo formal.
Muchísimas empresas asociadas a la UIA hacen una enorme acción social en beneficio de sus trabajadores y de las comunidades en las que se desenvuelven.
Me parece también injusta, o al menos parcializada, tu crítica hacia la falta de acciones o de autocrítica de la UIA. Indudablemente, todos somos responsables del estado de deterioro al que ha llegado nuestro país, pero no se puede generalizar. Conozco muchísimas empresas asociadas a la UIA que hacen una enorme acción social en beneficio de sus trabajadores y de las comunidades en las que se desenvuelven, gestionando subsidiariamente temas que deberían ser responsabilidad del Estado, y que éste en su ineficiencia, incompetencia y derroche no puede hacer. Casos al punto: construcción de viviendas, hospitales, educación, particularmente en el interior del país, y puedo darte ejemplos concretos de estos temas.
Por último, en mi opinión el Estado por lo general no crea valor sino que lo destruye. Lo hemos visto en la Argentina durante el último siglo, por no remitirse a períodos más cortos que pudieran incurrir en sesgos ideológicos. Es el sector privado el que lo genera, y en este sentido, todos los incentivos a la inversión privada genuina que se puedan establecer contribuirán, siempre en mi opinión, a sacar al país del estancamiento en que se encuentra y transitar finalmente por una senda de crecimiento y desarrollo.
Más allá de estos comentarios, creo que el trabajo que están haciendo con Seúl (de la que soy un suscriptor entusiasta) es excelente, porque es muy difícil encontrar en la Argentina una tribuna de ideas inteligente y abierta. Mis comentarios deben inscribirse en esa amplitud y diversidad de ideas que ustedes pregonan y practican.
Un cordial saludo,
—Rodolfo Roballos
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