ELOÍSA BALLIVIAN

La cabeza de Goliat

Con este AMBA no hay transporte posible. Reclamos para Pablo Javkin.

Sobre “Pasajeros de una obsesión”, de Juan Ignacio Fulponi y “Sueños capitales”, de Santiago Rodríguez Rey

Recientemente suscripto a Seúl, quería compartir con ambos este breve comentario, muy rápido, de domingo por la mañana… y quizás falto de estilo, que vincula las notas de Juan Ignacio Fulponi con la de Santiago Rodríguez Rey.

1. El transporte en el AMBA es un problemón. Porque todo componente urbano es parte de un problemón en el AMBA.

2. El problemón es la escala del AMBA.

3. De manual, la densificación es urbanísticamente deseable, sí, pero hasta un punto donde se vuelve ya contraproducente. Ese punto de inflexión ya venía rebasado desde antes del gobierno de Alfonsín, de allí su plan.

4. 6 millones / 8 millones, es una escala razonable ¿podemos argumentar o intentar defender el caso. Pero 14 0 16 millones, según criterios que adopten, y como en la curva de Laffer en economía, el sistema urbanístico ya pegó la vuelta y cada habitante adicional suma más problemas que el anterior. Mucho más en un país inmenso donde el resto del territorio está aún cuasi desierto.

5. Dentro de esos 14 a 16 millones, hay unos 4 a 6 millones, como mínimo, a los que los estados nacional, provincial y municipal, gobernado por quien sea, desde hace rato nos les llega. No llega seguridad ni policía. No llega justicia. No llega salud pública de calidad. No llega educación pública de calidad. No llegan servicios de redes, o accesos de calidad. No llega en serio Anses o Pami. No hay tenencia de suelo formalizada o vivienda digna.

No llega nada. Es “la apoplejía en el centro y la parálisis en las extremidades”, tal lo citado por Rey. Hay sí, y en su reemplazo de facto, una pesada estatalidad gobernada o gerenciada por punteros, barrabravas, religiones de distintas cepas, narcos. Un pseudo estado dentro de macizos impenetrables con entramado de Kasbah de la edad media. Como en San Martín, La Matanza, Quilmes, Lomas, Varela, etc.

6. Desde otro ángulo, en 3 oportunidades desde el retorno de la democracia, estuvieron las 3 jurisdicciones vinculadas al problema razonablemente bajo un mismo color político: Alfonsín; Menen, primer gobierno; Macri. Oportunidades únicas de cogestionar el problemón, pero salvo Alfonsín, ni siquiera se intentó… en serio. Ni siquiera se logro que “El transporte en la zona metropolitana de Buenos Aires sea manejado por un ente interjurisdiccional”, como bien señala Fulponi.

7. Mismo problemón en cuanto a enorme generación de externalidades negativas fue es y será parece ser…. el puerto de Buenos Aires. Una situación inexplicable en cualquier lugar civilizado del planeta. La relocalización de la capital y la del puerto es un combo desde el nacimiento mismo de la nación.

8. Desde lo antedicho, al grano entonces. Ultra expandir la red de subterráneos, ceteris paribus, no haría otra cosa que agravar la hipertrofia de AMBA. Una obviedad para Uds., toda conectividad nueva para cubrir demanda prexistente, genera más demanda luego por re densificación de segunda instancia, post desarrollo.

9. En vez de financiar la reducción de la hipertrófica cabeza de Goliat, se financiaría aún más su crecimiento, en pisada territorial y en densificación.

10. Al mismo tiempo, somos un país con un déficit de circa 3 millones de viviendas. Los resultados del reciente censo confirmaran o agravaran la crueldad de esta figura.

11. Reducir la hipertrófica AMBA y producir 3 millones de viviendas con razonable criterio de balance económico-territorial son condiciones necesarias, pero no suficientes para empezar a reducir la ausencia de Estado real en el AMBA. Por más grande que sean los presupuestos o las dotaciones de cada ministerio, en los macizos el Estado no llega.

12. El Estado no llega a un no lugar. La gestión real, eficiente, no teórica del Estado requiere que haya un locus identificable, una vivienda.

13. Con 3.000 millones de dólares, el costo de apenas un tramo corto de subterráneo según el link de la nota de Fulponi (“Al hacerlo con recursos propios, tomando en consideración los costos directos de salarios y equipamiento y los costos indirectos, el presupuesto total estimado ronda los 3.000.000 de dólares, es decir, una tercera parte de la licitación original”) solo para la línea F, se construyen entre 40 y 60 mil viviendas sociales. Luego agreguemos al carrito costos no previstos y el gasto mensual de subsidiar las tarifas que se sume año a año, como costo de oportunidad de más viviendas sociales. No movemos la capital con eso, ni solucionamos la hipertrofia… pero al menos empezamos.

El rescate del plan de Alfonsín en el trabajo de Rey ofrece entonces otro ángulo al análisis del dilema de más subtes si o más subtes no, del trabajo de Fulponi. Hegelianamente, primero habría que discutir la solución a la hipertrofia del AMBA (el todo), luego la sintonía fina de la red de subtes (la parte).

—Germán Hazaña

 

 

Sobre la entrevista a Pablo Javkin, de Andrea Calamari

De mi consideración,

La nota con Pablo Javkin me deja absolutamente ignorante de lo que plantea como solución a los graves problemas rosarinos. No logro encontrar, entre tanta oratoria, propuestas, pedidos, solicitudes al gobierno provincial, o nacional. Tampoco reflexiones pensadas, aunadas con el Consejo Deliberante, la Magistratura, acerca de qué debería suceder rápidamente, en forma eficiente, para atacar el meollo del narcotráfico, las muertes, y los soldaditos de esos grupos de los que se dice matan por 5.000 pesos.

Leo en sus palabras: declaraciones intelectuales, discurso universitario, maxiconceptos, que como siempre me alejan de lo que leo (o escucho). Y me separa a años luz de los políticos. Cualquiera puede reflexionar que no es fácil, que no es problema exclusivo de Rosario, que somos esto o aquello…

Pero, ¿y entonces ? ¿Dónde está la creatividad política? ¿Qué tal si pensamos en hacer en Santa Fe la cárcel necesaria, tan solicitada, de máxima seguridad? ¿Qué tal si se investiga a toda la policía corrupta, y a los jueces corruptos, siguiendo las pirámides del poder que la Constitución establece? ¿Dar pelea al gobierno provincial? ¡Desde luego!

¿Qué tal si volvemos a la educación técnica en la Provincia, al proyecto decadente hoy, de huertas en toda la Circunvalación de Rosario (En terrenos viales, con escuelas de huerteros para niños)? ¿Qué tal si la ciudad arma parques que use la gente en los territorios tomados por los narcos? Y se logra la contrainvasion de lo bueno contra lo malo.

¿Inocente? Tal vez, pero al menos podemos reflexionar sobre el quiebre de la credulidad, sobre todo porque si ni siquiera puede el gobierno municipal, doblegar, ordenar y controlar a los trapitos rosarinos, verdaderos dueños de las calles inspiradores de temor y reverencia de los humildes pobladores que estacionamos en sus calles, ¿cómo pensar que controlaran a los narcos? ¿Cómo confiar en alguien que no puede ordenar el en la ciudad, el uso del Parque Independencia los fines de semana, con el cierre a esos fines y arma verdaderas entelequias de caminantes por bulevares, costanera dejando sin circulación a los habitantes que deben, quieren, pueden trasladarse por la ciudad? No se puede confiar en quien no sabe copiar, investigar en otras realidades y ve la suya a través de ineficientes reparticiones: Parques y Paseos que pone arbustitos para evitar que el transeúnte pise el césped. Siglo XIX, algo así. Millones de pesos en riego e insumos.

¿Cómo puede ser que no sepa armar la guardia Municipal para que cuide la red de parques de la ciudad, y permita que la clase urbana del trabajo, invada y disfrute de los mismos? ¿Cómo puede ser que el tránsito sea ridículo, con giros a la derecha impedidos (que se vulneran por impropios) en contra de todos
los principios mundiales al respecto.

Cualquiera de nosotros, los que trabajamos odiamos piquetes, abanderados de la nada, y sabemos que el municipio sabe cuándo ocurrirán y por qué, sin hacer nada para impedir, reunirse y negociar. Y finalmente, cómo creerle a sus grandilocuentes palabras si no logra ordenar el barrido de la ciudad, dando días para no estacionar
y permitir el paso de camiones, maquinaria barredora de alcantarillas, cordones cunetas, etc. Cualquier ciudad del mundo divide sus días para ello. ¿Nosotros? Bien gracias.

Lástima de ciudad, tan linda, junto a un río marrón, ancho como un mar, lleno de humo que no sabe el Dr. Javkin como combatir ni impedir.

Gracias atentas

—Adriana Lamanuzzi

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