Cambalaches y corazones

Los artículos de la semana pasada generaron todo tipo de reacciones en nuestros lectores. Nos gusta que nos escriban, sigan haciéndolo.

Sobre “La tragedia de Discépolo”, de Fernando Iglesias

Excelente nota, sobre todo el remate con la interpretación y explicación de nuestro contexto político actual en la frase final.

–Peter Alexander

 

Tengo 82 años. Mucho de lo dicho en la nota lo viví, además de leer historia. Comparto totalmente

–Jorge Poirier

 

Excelente. Lleva el sello de Iglesias.

–Hebe Ana Maria Caletti Marenco

 

No lo había pensado, pero sí sospechado un poco. Alejandro Dolina sí es de mi época y puedo confirmar sin temor que es heredero de esa tradición. Ustedes están capacitados para “denunciar” a otro gran fraude, autopercibido “intelectual”, que es Arturo Jauretche.

–Fernando Rolandelli

 

Buenos días.

Acabo de leer el interesantísimo artículo de Fernando Iglesias y la reflexión que me surge es acerca del sustrato psicológico de la idiosincrasia argentina que ha adoptado “Cambalache” como una especie de canto de sirenas, la justificación última de la profecía autocumplida, el arrullo tranquilizador de conciencias civiles que se ampara en un “quevachaché / yo soy así / esto no tiene arreglo”.

¿Es acaso la repetición radial, desprovista de herramientas de análisis contextual (como sí se lleva a cabo en el artículo), lo que ha favorecido la adopción de ese tango como una letanía? ¿O existe una connivencia social más profunda con los mecanismos fascistas, muy anterior a la aparición del peronismo?

Muchas gracias por esta oportunidad de intercambio.

–Lilí Blanco

 

Excelente artículo.

Sólo una cita histórica errada: la masacre de los Talleres Vasena fue ordenada/tolerada por Yrigoyen que, dicho sea de paso, también dispuso la acción del Ejército –incluyendo ejecuciones– en Santa Cruz.

Cordiales saludos,

–Oscar Barbesi

 

Muy buen análisis. Milité buena parte de mi vida en el peronismo. Estoy viendo muchas falencias. Recuerdo hace más de 30 años una persona me dijo “yo fui peronista y me equivoqué”. Esa persona terminó en la UCD.

–Raúl Pedro Buralli

 

He cumplido 90 años. Encontré en este artículo, al margen de Discépolo, lo que he sentido y pensado por décadas. Pude, en mi juventud, apreciar el potencial de esta Argentina que fue faro de América Latina, en la que con esfuerzo y dedicación toda persona bienintencionada podía forjarse un futuro, para él y para sus hijos. Entonces existía el mérito, que tenía su premio. Hoy, próximo a abandonar este mundo, lloro viendo la decadencia en que nos sepultó el peronismo y sus diferentes vertientes y por la fe, la esperanza y el futuro que nos arrebató.

–Pedro Luis Odifreddi

 

Sobre “El triunfo de los aficionados”, de Gustavo Noriega

 

Gracias por publicar esta nota sobre está revista que tocó tantas vidas.

Me preguntaba mientras la leía: ¿qué hace que una revista pueda movilizarte al punto de sentir que estás descubriendo algo nuevo dentro tuyo?

El humor, la salida por lo opuesto, la provocación inteligente eran claves. ¿Qué opinarán de tal o cual película ? Era imprevisible saberlo. Este juego permanente con los lectores daba lugar a una dinámica que le daba ESTILO. Se notaba a la legua, y nunca lo ocultaban, que eran fanáticos del fútbol y escribían sobre cine con el mismo fervor y fanatismo. Se armaban debates tan fogosos y sesudos que uno terminaba preguntándose: ¿habré visto la misma película? Pocas veces entendía lo que querían decir, pero siempre salía corriendo a ver la película en cuestión por segunda vez o a releer la nota más detenidamente.

El amante te ponía en una actitud activa, te provocaba ganas de bucear más profundo. Dentro de este formato uno iba armando un vínculo con la revista. Uno podía sentirse identificado con tal o cual redactor porque entre ellos mismos se había creado un divertido interjuego de roles, estilos y preferencias.

El amante tenia un criterio abierto para convocar redactores. Tuve la suerte de escribir un tiempo en la revista. Conocerlos en persona no fue tan fácil. Había más humo en esa oficina que en todas las temporadas de Mad Men juntas. ¡No sé si una revista puede cambiar tu vida, pero si puede agrandarla!

¡Felicidades, abrazos!

–Sergio Eisen

 

Sobre “¿Cómo le vas a creer a Moyano?”, de Laura Alonso

 

¡Buenos días, gente de Seúl!

Estoy realmente agradecida de que se sepa la verdad, de que se recuerde el buen nombre de presidente De la Rúa, a quien le faltó algo para seguir y no para defenderse, cosa de la que Macri algo aprendió. Excelente artículo. ¡Gracias, gracias, gracias por desasnarme!

Saludos cordiales,

Margarita Gallo

 

Sobre “La batalla por el corazón de Juntos por el Cambio”, de Hernán Iglesias Illa

Hay que dejar que el egoísmo, la soberbia y la vanidad sigan en manos del peronismo-kirchnerismo. Todas las partes de Juntos por el Cambio deben aportar igualitariamente para que la humildad, sencillez y unidad sea el fundamento sólido para unir definitivamente a los argentinos.

Un afectuoso saludo desde Bodø, Noruega.

–Ricardo Clarke

 

Estimado Hernán,

Valoro mucho tus sostenidas contribuciones positivas, pero este artículo resume los argumentos de la casta para justificar la inacción ¿cómplice? de la “oposición”.

¿Gerardo Morales, “verdades”? YPF, Minera Aguilar… Vamos. Por no decir más. Sería una gran contribución tuya, con tu capacidad, resumir la situación desde una visión más amplia.

Saludos,

–José María Dagnino Pastore

 

Un manual de lectura obligatoria en Juntos por el Cambio luego de escuchar a tanto periodista indignado (Zuleta dixit) y gente que se ofende en forma casi terminal (por un rato, obvio), como si luego pudiera, cabrero, votar a Máximo o Axel.

Abrazo,

–Carlos Briglia

 

Sobre “Los chetos y yo”, de Lisandro Varela

Hola, Lisandro, gracias por tu reflexión.

Es interesante ver expuestas las reglas no escritas de “Recoleta”. Es algo que hoy en día, lejos de la pampa húmeda, me hace reflexionar.

Me intriga el final de la nota. ¿Cuál fue la intención de resaltar a la pobreza como buen destino? Me dio la impresión de que resaltabas a la pobreza como un destino atractivo. De por sí, es el camino al que se le impone a la mayoría en Argentina, pero lo mejor que tiene la pobreza es poder salir de ella. La pobreza es ese lugar donde cualquiera se aprovecha de uno. Donde los instintos básicos son más que la razón. ¿Qué te parece?

Cordialmente,

–Lucas de la Torre

Sobre “El INADI no es un brazo político”, de Osvaldo Pérez Sammartino

Excelente la nota de Osvaldo Pérez Sammartino sobre las declaraciones de la ministra Acuña y el INADI. Manifiesta lucidez política y jurídica.

Saludos cordiales,

–Mario Giannoni

 

 

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