Getting your Trinity Audio player ready...
|
Acá vas a encontrar ocho de las 15 respuestas a nuestra encuesta a periodistas de 2025. La portada para ver la introducción y los enlaces a todas las respuestas la encontrás acá. Las siete respuestas restantes están acá. Copiamos a continuación las cuatro preguntas sobre el Gobierno, la economía, la oposición y la democracia que les hicimos a nuestros invitados.
1. ¿Considera que el presidente Milei debe hacer cambios profundos en su gabinete y su esquema de decisiones para recuperar la energía política de sus primeros meses de gestión? En caso de que sí, ¿cuáles?
2. ¿Con cuál de estas dos frases se siente más cerca: a) “Ha habido tropiezos y contratiempos, pero el rumbo del plan económico es en general el correcto” o b) “El plan económico va por mal camino, después de las elecciones debería haber un replanteo”? ¿Por qué?
3. ¿Cómo valora el rol de la oposición en este año y medio y qué posibilidades electorales les ve al PJ, los ex miembros del Juntos por el Cambio y la nueva liga de gobernadores?
4. ¿Cuál es su balance de estos casi 42 años de democracia? ¿Qué cosas funcionan bien y qué cosas funcionan mal?
Ahora sí, las respuestas.

Ricardo Roa
Clarín
1. Milei está forzado a recapitular. A preguntarse qué tiene que cambiar y a responderse de manera equilibrada y realista. Es una tarea muy difícil para él porque unos cuantos de los problemas que debe resolver tienen que ver con su personalidad. Y su personalidad es reticente a los cambios.
2. Me siento más cerca de la frase uno.
3. ¿Puedo cambiar la pregunta a “cómo valora la actitud del Gobierno respecto de la oposición”? La respuesta sería: Milei pudo hacer muchas de las cosas que hizo gracias al respaldo de una parte de la oposición. Y eso pese al empeño que puso para pelearse con esa oposición, a la que le decía todo el tiempo que no la necesitaba, que sólo necesitaba el respaldo de la gente. Atacó a la misma Corte Suprema que Cristina había intentado voltear con el juicio político, insultó a senadores y diputados que votaban junto al Gobierno y privilegió el armado de un partido propio a nivel nacional sobre una alianza con los gobernadores dispuestos a ayudarlo para sostener la gobernabilidad. La lista sigue. Agreguemos a esa lista la pelea absurda con su vice y el agravio constante a periodistas. Otra cosa inexplicable: humillar y destrozar a Macri, su mayor aliado, para quedarse con la jefatura del centroderecha. Nada podía terminar distinto a como terminó. La nueva cooperativa del medio tiene, por ahora, a dos provincias: Córdoba, manejada por un peronismo que nunca pudo entrar en Buenos Aires; y Santa Fe, manejada por un radical que se ha quedado sin partido.
4. No soy de los que mira el vaso medio vacío, pero estos días tengo la sensación de que ha vuelto la Argentina de siempre.

Jorge Liotti
La Nación
1. Indudablamente hay varios aspectos de la gestión del presidente Milei que se encuentran bajo un nivel de estrés insostenible, más allá de las elecciones. Pero el problema mayor es que los cambios que debería introducir lo llevarían a distorsionar aspectos fundamentales de su impronta. Reformular el gabinete, sin modificar el esquema de toma de decisiones o sin sumar densidad política en el recambio con figuras extralibertarias, sería una medida ineficaz. Pero eso implicaría que el diferencial de Milei como outsider y fenómeno diferente de la política clásica se diluya. Es un dilema de enorme profundidad, que excede la natural rotación ministerial.
2. Quizás con una diagonal intermedia entre ambas. El plan económico tiene fundamentos sólidos en lo fiscal, y es un aspecto a sostener; expresa oscilaciones en lo monetario-cambiario, que es imprescindible ordenar porque genera un exceso de incertidumbre; y exhibe una carencia de los aspectos productivos que es fundamental reparar ante las evidencias de enfriamiento económico. Parece emerger una etapa de delicado equilibrio entre el sostenimiento de algunos principios básicos del modelo y ajustes urgentes de carácter más pragmático, para ampliar aspectos subvalorados del programa y sea más integral y sustentable.
Este déficit de resultados tangibles actuó en los últimos años como un lento mecanismo de erosión que fue desgastando los sistemas de representación.
3. Las distintas expresiones opositoras han sufrido un profundo y natural desconcierto con el advenimiento del gobierno libertario. Esa irrupción quebró el tablero político y lo dejó en estado de latencia hasta la incipiente recomposición de los últimos meses. El peronismo exhibe resiliencia gracias a la confluencia en torno de un enemigo común, que es Milei. Pero al mismo tiempo adolece todavía de una propuesta renovada para seducir a los votantes que no son tradicionalmente peronistas. Está preparado para el rechazo, pero menos apto para la proposición. El armado emergente de los gobernadores de Provincias Unidas es un intento por ocupar un espacio vacante, pero muy disperso, en el cual también se incluyen algunos derivados de lo que fue Juntos por el Cambio. Se vislumbra todavía un panorama de fragmentación y desorden, que probablemente vaya tomando más forma en el recorrido entre 2025 y 2027.
4. El balance es dispar. En el plano político-institucional, la Argentina logró subir un escalón definitivo a partir de un consenso básico, pero efectivo, en torno de ciertos principios democráticos (rechazo a intentos golpistas, respeto a los derechos humanos, etc.). Sin embargo, nunca logró articular un acuerdo económico equivalente, lo que le impidió en los 42 años de democracia encontrar una matriz productiva sustentable, inclusiva y sostenida en el tiempo. Este déficit de resultados tangibles actuó en los últimos años como un lento mecanismo de erosión que fue desgastando los sistemas de representación.

Diego Sehinkman
TN
1. No es que puede o tiene: debe imperiosamente robustecer su capacidad de hacer política y de gestionar en muchos de los ministerios. Con respecto a la primera parte, la era del “todo violeta, nosotros solos podemos”, terminó. Eso le va a exigir al Gobierno hacer un ejercicio complicadísimo: confiar, confiar en ajenos, confiar en socios políticos, dejar de lado los resquemores, las tensiones y las pequeñas o grandes peleas de poder. El Gobierno está obligado a un ejercicio que es ajeno a la psicología del líder, o sea de Milei, que es confiar para robustecer, incorporar diálogo político, incorporar quizás figuras en el Congreso que no son necesariamente violetas puras. Con respecto a los ministerios necesita tener segundas y terceras líneas porque hay muchísimos sectores de la economía que se quejan siempre de lo mismo: que no hay funcionarios que atiendan su reclamo o sus pedidos, o que hay algunas buenas ideas que no tienen ejecución. Resumo: el Gobierno está obligado a ampliar su base de sustentación y de ejecución política. La plataforma de sustentación en la que el Gobierno se apoyaba, que era “tenemos todo el apoyo social, seguimos midiendo entre 45 y 50 puntos de imagen positiva”, terminó el 7 de septiembre. Por lo cual, si apostás todo a la base de sustentación social no te va a alcanzar, es un riesgo enorme. Ahora es el momento de que el Gobierno se apoye en socios políticos.
2. Creo que el rumbo es acertado y que la velocidad y por momentos la profundidad de la motosierra, es decir, del ajuste, han sido desmedidos. Hay una cantidad de dolor que la sociedad está dispuesta a soportar; pero más allá de un límite, no. Esto quedó marcado el 7 de septiembre. Por lo tanto, la pregunta es: ¿el equilibrio fiscal es un medio o un fin? ¿La gente en diciembre de 2023 votó equilibrio fiscal o votó “llevame a un país más racional en términos económicos”? Yo creería que lo segundo, de modo tal que sí, el rumbo es el acertado, pero tenés que navegar en zigzag, hacer alguna concesión mínima en el equilibrio fiscal. Por ejemplo, en discapacidad o con el Garrahan. Es decir, si vos podés cotizar las batallas y perder para ganar en el plano político y tener tu base de sustentación en el Congreso, quizás sea el momento de ser ortodoxo con pizcas de heterodoxia. Como decía Bilardo, admirado por Milei: lo peor es perder.
3. Este momento del Gobierno es todo del Gobierno. La crisis no se la produjo la oposición, se la produjeron los errores autoinfligidos en materia económica y en materia política. La buena noticia para el Gobierno fue lo que terminó forzando su omnipotencia y su deconstrucción política: el gran triunfo en la ciudad de Buenos Aires en mayo contra el PRO, al que duplicó en votos. Esto tuvo un efecto: empoderó a Karina Milei, empoderó a Pilar Ramírez, la idea del violeta puro, “nosotros podemos y vengan a besar el anillo”. Esa idea del país es una escala mayor de lo que pasó en la ciudad de Buenos Aires: la gente quiere violeta, decían, los votantes del PRO ya migraron hacia La Libertad Avanza. Todo eso quedó completamente cuestionado con lo que pasó en la provincia de Buenos Aires, donde perdieron 20 puntos, muchos de ellos votantes del Pro.
El PRO queda ahora encerrado en el dilema de hasta dónde acompaña, cómo acompaña, cuál es su responsabilidad institucional: el viejo dilema entre lo que conviene y lo que corresponde. Lo que conviene es que si al Gobierno no le va tan bien, se revaloriza, se reivindica el rol institucional operativo e histórico del PRO. Y lo que corresponde es, “si te gusta más o menos el rumbo, y esto es pollo o pasta, es peronismo o no peronismo, entonces debe apoyar”. ¿De qué manera se articula políticamente eso? Es el dilema, y veremos pronto qué hacen Mauricio Macri y el resto del PRO, que está pre-diáspora, esperemos que no. La oposición de los gobernadores por ahora es una buena idea que suena bonito y que es la federalización del poder, el empoderamiento de gobernadores que están con con buena imagen en sus provincias. Lo que no sabemos es si este movimiento de la liga de los gobernadores va a contar con un frontman que corte entradas, es decir, quién es ese líder que encabece la obra. Hoy es algo en gestación, no sabemos. Hubo experiencias parecidas en años anteriores que tuvieron 8% o 10% puntos, que igual son fundamentales para tenerlos de aliados y ganar una elección.
¿Cristina está detenida en San José 1111? No, está detenida en el tiempo. No tiene ideas nuevas, no ha propuesto nada diferente en los últimos 20 años.
Del peronismo, lo que puedo decir es: ¿Cristina está detenida en San José 1111? No, está detenida en el tiempo. No tiene ideas nuevas, no ha propuesto nada diferente en los últimos 20 años. Lo único que se le conoció es la frase de “hay que proponer una nueva estatalidad” en relación con cómo se administra y gestiona el Estado en términos del personal. Nunca hubo un desarrollo de esa idea. Después tenemos a Máximo queriendo más impuesto a los bienes personales, muy original, o a Kicillof diciendo en la entrevista con Pagni que el problema para bajar la inflación es la restricción de dólares y otra vez renegociar y presionar al Fondo Monetario Internacional. Es decir, no tiene nada nuevo. Incluso con nada nuevo, incluso con la interna entre Kicillof y Cristina, incluso con la peor oferta de los últimos 20 años, el peronismo-kirchnerismo tiene una base nada desdeñable que, si se mantiene unida, puede derrotar al Gobierno. Entonces el secreto del Gobierno es no dividir su voto y hacer estrategia política.
4. Argentina tiene un nivel mediano o alto de estabilidad institucional. No todos los países de la región lo tienen. Quebrar la democracia se instaló como tabú, y más allá de tristes declaraciones de los últimos tiempos, hay un consenso de que los gobiernos empiezan y deben terminar cuando corresponde. Hay libertad de expresión, de circulación y de pensamiento. Pues bien, antes de la recuperación democrática no había. Pero indiscutiblemente la gran deuda tiene que ver con la falta de desarrollo. Argentina no se desarrolló como sí lo hicieron otros países vecinos o que podrían jugar en la misma liga. Las nuevas generaciones tienen mucha menos proyección que las generaciones de sus padres o abuelos, que por dar solo un ejemplo accedían a una vivienda propia. Las nuevas generaciones ni eso. No hay crédito, pueden consumir, pueden subirse a planes de cuotas en donde enchufan electrodomésticos a casas o departamentos alquilados. Entonces el gran dilema y la gran deuda tiene que ver con cuándo, de una vez por todas, Argentina va a ser, no digo campeón del mundo, pero sí al menos acceder a ser un país de mitad de tabla.

Silvia Mercado
Radio Con Vos, El Observador, El Cronista
1. Considero que no necesariamente tiene que hacer cambios de Gabinete. La manera en que están superando la crisis es racional en relación a sus valores. Son un Gobierno rústico, cerrado, sin ninguna tradición política, desconfiado de todos los que quisieran ser aliados, amigos y hasta fanáticos. Asustado, el Gobierno no se abrió y –por el contrario– consolidó el liderazgo interno de Karina Milei. Quedó Santiago Caputo confinado a la comunicación. Es lo que eran y es lo que son, quizás más hoy que el 10 de diciembre de 2023. Ahora está todo muy claro. Son lo que son. Si esto les permite ganar elecciones, no sé. En principio, parece que no.
2. Estoy más de acuerdo con la segunda opción. Es lo que escucho de los economistas más variados. Básicamente, que los planes de estabilización no tienen que ahogar a la producción. Son una mala gestión. Toman decisiones con las que se puede estar de acuerdo, pero no las pueden llevar adelante. Por personalidad, el Presidente se queda en su propio relato y le otorga sentido de realidad. Una pena.
3. La oposición tuvo el talento de evitar la psicopateada libertaria y logró unirse por fuera de sus prejuicios en ocasiones puntuales para instalar una agenda empática con la mayoría de los desfavorecidos por el modelo económico. El Gobierno está aislado. No tiene amigos en ningún lado, salvo en el PRO, que no sé por qué insiste en pintarse de violeta. En cuanto al peronismo, lo veo sin ninguna vocación de renovarse y a Juntos por el Cambio lo veo sin ninguna posibilidad de estar juntos, porque carece de liderazgo. Comentario aparte para el bochornoso papel de los dirigentes de los partidos que formaron JxC para hacer listas en CABA: ese colectivo no existe mas. El modelo de Provincias Unidas me resulta atractivo. Es nuevo y basado en la experiencia, propone una Argentina desde las principales provincias que generan riqueza (un nuevo concepto de lo federal, que en mis sueños puede derramar hacia otras provincias). Habrá que ver si es viable como oferta política.
4. Tomo una frase de Milei en su ultima cadena oficial, seguramente sintetizada por la pluma de Santiago Caputo: Argentina es el único país desarrollado que se volvió subdesarrollado. Es nuestro fracaso resumido en una línea. La democracia no pudo reparar eso. Sin embargo, está vital. Si uno la compara con cualquier democracia de la región, la nuestra parece la más sólida, con valores que se defienden en la calle, porque nadie lleva a la mesa de decisiones propuestas distintas, son valores que la mayoría de los argentinos consideramos inalienables. A veces no se toma en cuenta que la nuestra es una población plebeya, que demanda subirse al progreso. No somos los domesticados que pueden verse en Chile o en Paraguay. Creemos en el ascenso social y somos anti-aristocráticos. La misma llegada de Milei a la Rosada es una prueba de eso. Es poco menos que increíble pretender ir contra esos valores.

Alfredo Leuco
DNews, LN+
1. El presidente tiene que hacer cambios profundos. Con el discurso que pronunció para presentar el presupuesto ya modificó (esperemos que sea para siempre y no solo maquillaje) su discurso agresivo, intolerante, hablando en forma sencilla para la gente y no para los mercados. Eso se debe profundizar, pero ver para creer: todos los fondos que ha prometido para discapacitados, jubilados, universidad, etc., que se cumplan, la mejor relación con las provincias y tratar de reconstruir un sector importante de la política sin el kirchnerismo: aislar al kirchnerismo pero tratar de acercar al resto de los sectores. Y como mínimo, como una señal, deberían despedir a Sebastián Pareja y a Lule Menem, ya que con Karina Milei no lo pueden hacer. Ellos tres fueron los responsables de ese verdadero mamarracho que fue la construcción electoral en la provincia de Buenos Aires y en otras provincias donde con soberbia quisieron imponer la boleta absolutamente violeta sin respetar las trayectorias, sin respetar el peso político que tienen distintos partidos del interior como ocurrió en Corrientes, por ejemplo, donde con inteligencia se podrían haber subido al escenario del triunfo y, sin embargo, hicieron una exhibición obscena de la debilidad con un porcentaje muy bajo de los votos.
2. Coincido más con la primera. Me gusta mucho la frase “el rumbo es correcto y algunos caminos equivocados”. Algunos funcionarios además son desastrosos, pero el rumbo lo comparto plenamente y me parece que no se tiene que mover, sobre todo los equilibrios fiscales, no emitir moneda y seguir tratando de romper todos los curros que tienen las mafias y las patotas del kirchnerismo.
El radicalismo no ha encontrado dónde ubicarse. Mucha de la responsabilidad la tiene Martín Lousteau, con una conducción realmente errática y desastrosa.
3. La irrupción de un outsider tan volcánico y espasmódico como Javier Milei ha dinamitado a los partidos de prácticamente todo el espectro salvo al peronismo, que siempre tiene el criterio del poder. La posibilidad del poder los une, lo han demostrado en la elección en la provincia de Buenos Aires y lo van a hacer en octubre. Van todos juntos. De hecho la marchita dice “todos unidos triunfaremos” y eso hoy es mucho más que una marchita. El radicalismo no ha encontrado dónde ubicarse. Mucha de la responsabilidad la tiene Martín Lousteau, con una conducción realmente errática y desastrosa. El PRO también ha quedado atrapado en decisiones que no son del todo claras; algunos critican el hecho de haberse rendido frente a La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires y no está muy claro cómo es el rol que tiene que llevar adelante. Yo creo que tiene que tener tranquilidad, paciencia y esperar con el tiempo para apoyar lo bueno y seguir criticando lo malo del Gobierno. De hecho, la mayoría de todas las “correcciones” que está insinuando el Gobierno se las marcaron los dirigentes más lúcidos del PRO y muchos de los periodistas independientes insultados por Javier Milei.
4. Creo que la democracia está en deuda. Con la democracia se come más o menos, con la democracia se cura más o menos, con la democracia se educa muy más o menos. Está muy atravesada por la corrupción, muy atravesada por los políticos profesionales que no tienen pasión por el país, por la patria, por buscar justicia, por buscar equidad, por buscar verdad. Hoy lamentablemente un sector importantísimo de los partidos políticos se han convertido en un kiosco, en un curro, muy lejos de lo que fueron las esperanzas de la militancia en 1983, cuando recuperamos la democracia. Creo que hay que reformular los partidos políticos, adecuarlos a la actualidad y buscar mecanismos para que los mejores, los de mayor excelencia profesional, los de mayor honestidad, los de representatividad en cada uno de los lugares en donde trabajan, sean los que accedan a la política y no los truchos, los corruptos, los vivillos que usan la política como un kiosco.

Alberto Lotuf
Cadena 3 Rosario, Telefé Rosario
1. Claro que debería haber cambios esenciales en el Gobierno. Su mesa chica habla claramente de lo corto de sus políticas, con funcionarios “discutibles” en torno a su idoneidad. Debería haber, por ejemplo, un Ministerio de Salud que comunique cuestiones sensibles a los ciudadanos y comprenda que el grifo cerrado es, en muchos casos, arbitrario. O un jefe de Gabinete que tenga potestad y empoderamiento, que imagine políticas de acción conjuntas con las provincias. Las ideas de cerrar el déficit fiscal, bajar la inflación y eliminar la intermediación con actores sociales enquistados con la distribución de subsidios y la recuperación de la calle tienen consenso, a pesar de los tropiezos por falta de cintura política.
2. La mayoría de los economistas no están de acuerdo, aunque pocos están exentos de pecados. No acumula reservas. El dólar extremadamente barato asfixia la industria nacional y la exportación. Hay ajuste con mucha recesión. No soy economista, pero los sucesos de estas semanas se sienten como un déjà vu.
3. A la oposición le ha dado vida el Gobierno, quemando inexplicablemente oportunidades para destacarse. Daño autoinfligido, balazos en el pie y torpeza estructural son diagnósticos recurrentes. Ahora bien, este país cambia cada media hora. Si la gente analiza que no quiere extremos, el centro político, que hasta hace poco era “tibieza”, mañana podría ser la fórmula. Falta mucho y poco todavía. Veo un reciclado de Juntos por el Cambio con Provincias Unidas. Los actores se repiten.
4. Mi balance es positivo en torno a la conciencia cívica que ha obtenido la gente. Increíblemente, mirando números y comparándolos con países vecinos y no tanto no hay una sola cuestión en la que no hayamos retrocedido. Todos crecen. Menos nosotros.

Cecilia Boufflet
Infobae, A24
1. Sí, debe hacer cambios y darle, además de energía para recuperar la iniciativa, un impulso de gestión. En estos casi dos años, además de problemas políticos y tensiones, ha habido un déficit de gestión. Discapacidad es un caso: no puede llevar dos años revisar cuáles son las pensiones truchas y cuáles no. La diferencia entre el avance de la gestión para ordenar AYSA o Aerolíneas y para ordenar Trenes Argentinos es significativamente distinta.
2. Estoy más cerca de la primera. Las correcciones para hacer en el plan económico son menores en relación a la dimensión del plan de estabilización.
3. Hay dos niveles de oposición. Creo que el PJ está desordenado internamente y el triunfo en la provincia de Buenos Aires sólo ha maquillado las enormes diferencias dentro del kirchnerismo. Los gobernadores tienen una agenda común e interesante, pero también el dilema de ser un conjunto de caciques y pocos indios de cara a la elección de 2027.
4. Mi balance es positivo. La democracia ha ido madurando, el gobierno de Macri demostró que las administraciones, bien o mal, terminan sus mandatos. El deterioro de referentes en los últimos años no lo atribuyo a la democracia ni a la Argentina. Es un problema de todos los sectores y bastante global.

Facundo Chaves
Infoabe, LN+
1. Como periodista, prefiero analizar los hechos antes que sugerirles a los políticos lo que deben hacer. El presidente Milei está en una encrucijada. Hacer un cambio profundo en su Gabinete podría interpretarse como una muestra de debilidad política y una peligrosa pérdida de identidad. Su equipo de gestión está integrado por Karina Milei y Santiago Caputo y, en un segundo escalón, Luis Caputo, Guillermo Francos, Patricia Bullrich y Federico Sturzenegger. Salvo la ministra de Seguridad, por su futuro de senadora y eventual candidata a jefa de Gobierno porteña, considero que la salida de cualquier otro integrante surgirá, más que por una decisión política personal, por una imposición de la realidad, en tres dimensiones: el agravamiento de la crisis económica y, también, política o un mal resultado electoral (obtener 30% o menos de los votos el 26 de octubre).
2. Me siento más cerca de “el plan económico va por mal camino, después de las elecciones debería haber un replanteo”, pero con un matiz: el concepto de “rumbo” propone una idea que puede servir para expresar distintas cosas. Si el “rumbo” planteado por Milei es eliminar la inflación, bajar el peso relativo del Estado en la economía (tanto por el gasto como por intervenciones y regulaciones inútiles y perniciosas), garantizar la seguridad ciudadana y luchar contra el crimen organizado, y corregir los alineamientos internacionales con regímenes autocráticos (China, Rusia, Venezuela) no estaría de acuerdo en que se cambie esa línea general. Ahora, la implementación práctica y efectiva de estos principios que sostienen el rumbo general –ese “plan económico”– está mostrando resultados negativos, que tienen una traducción electoral obvia: derrotas oficialistas.
La implementación práctica y efectiva de estos principios que sostienen el rumbo general –ese “plan económico”– está mostrando resultados negativos.
3. Hay varias oposiciones. El PJ, conducido en el Congreso, en la calle, en los medios y en el escenario público en general por el kirchnerismo, ha tenido el previsible rol de enfrentar toda la agenda del Gobierno. En cambio, lo que fue Juntos por el Cambio –principalmente PRO y UCR– y el peronismo no K –que incluye a gobernadores y la CGT oficial– tuvieron una actitud constructiva y de colaboración para que la agenda de Milei pudiera avanzar. Esa dinámica duró menos de un año y medio. Los desacuerdos en la aplicación del ajuste (principalmente por el recorte de transferencias a las provincias) y el desafío electoral en cada distrito que motorizó La Libertad Avanza, empujaron a esos aliados a tomar distancia y asumir una posición crítica con la Casa Rosada.
En las próximas elecciones considero que el mapa electoral va a cambiar. El PJ emerge como un catalizador eficaz de la oposición más dura contra el Gobierno, con altas chances de ganarle al oficialismo en la cuenta general de votos, mientras que el grupo de Provincias Unidas podría consolidarse como el sucesor de Juntos por el Cambio, que podría obtener buenos resultados en provincias estratégicas en términos productivos y políticos, como Córdoba, Santa Fe, Jujuy, Corrientes, Chaco y Santa Cruz. Y el PRO aparece más urgido por retener su bastión, la ciudad de Buenos Aires, que por proponer un proyecto de escala nacional.
4. El balance es mixto. La democracia demostró capacidad de resistir las peores crisis económicas y políticas, sin alterar de manera dramática sus principios básicos de respeto por los derechos humanos, garantía de libertades individuales, vigencia de un sistema capitalista y elecciones libres, limpias y competitivas. Aunque en cada uno de esos pilares hay cuestionamientos, desvíos o impugnaciones, el régimen democrático es aceptado y valorado por la mayoría de los argentinos. Sin embargo, la democracia no ha suministrado los beneficios sociales y personales que promete, porque los argentinos vivimos un poco peor cada año. Pero es la democracia la que, sin dudas, permitirá dar una solución a estos problemas.
Si te gustó esta nota, hacete socio de Seúl.
Si querés hacer un comentario, mandanos un mail.
