Osvaldo Bazán

Mi generación creció pensando que la isla era un paraíso. Pero era un infierno.

Descubro la magia en lo cotidiano: desde el agua que sale de la canilla hasta los 7.159 idiomas que inventamos, todo lo que damos por sentado es extraordinario.

Entretenimiento para fin de semana: si leés de corrido la corrupción española, te das cuenta de que no somos tan especiales.

Fui a Ushuaia y encontré un paraíso turístico desaprovechado. Si explotaran su potencial, no necesitarían las empresas de electrónica que nos venden caro lo barato.

De festival reconciliador tras la Segunda Guerra a escenario donde el colectivo LGTB abuchea a Israel, único país de Medio Oriente donde podrían celebrar su diversidad.

La lista de cosas que uno puede hacer en su propia ciudad es enorme.

Los periodistas debemos opinar rápido sobre cualquier cosa: apagones en España o el próximo Papa. No nos odien, como pide el presidente.

La hipocresía de los que lo criticaban cuando era Bergoglio y lo elogiaron cuando fue Papa es la misma que mostró él frente a los problemas del mundo.

Migrantes venezolanos reconstruyeron un espacio en Villa Crespo como símbolo de su búsqueda de hogar lejos de la dictadura de Maduro.

El constante salto de legisladores entre partidos sin abandonar sus bancas alimenta la antipolítica y vacía de sentido la representación democrática.

La historia olvidada de un barco argentino y su tripulación detenidos en las costas de nuestro país durante la Primera Guerra Mundial.