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Seúl Radio #26: Javier Timerman

El hijo del legendario Jacobo cuenta su vida como exiliado, su trabajo como trader en Wall Street y por qué cree que Argentina debe insistir con el diálogo y el consenso.

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Javier Timerman (Buenos Aires, 1961) es un muy buen invitado para Seúl Radio porque combina dos cosas que nos gustan mucho: una vida interesante y una mirada del mundo muy propia, que vale la pena explicar y escuchar. Hijo del legendario Jacobo Timerman, la persecución de la dictadura del ’76 contra su padre lo convirtió en un exiliado adolescente, primero en Israel y después en Estados Unidos, donde vivió durante casi 40 años, la mayoría de ellos trabajando en el mercado de capitales en bancos como Bear Stearns y Lehman Brothers. Demasiado progre para sus amigos financistas, demasiado neoliberal para sus amigos de izquierda, vino a nuestros estudios para conversar de todo esto y de su visión sobre qué necesita la Argentina para salir adelante.

A continuación, una versión apenas editada de la charla para una lectura más amena. Y te recordamos que todos los episodios de Seúl Radio están disponibles para ver en nuestro canal de YouTube o para escuchar en el de Spotify.

Hernanii

Javier Timerman, bienvenido a Seúl Radio.

Timerman

¿Qué tal? Gracias por invitarme.

Hernanii

Una vez, hace mucho tiempo, me dijiste que el primer Mundial que hinchaste por la Argentina fue el de 2002, porque antes habías estado muy peleado con el país. ¿Por qué?

Timerman

Me fui de la Argentina en el ’77, un año antes del Mundial, en situaciones muy tristes. Tenía 16 años y mi papá estaba preso. A mí los deportes me gustaban mucho, era muy nacionalista respecto a los equipos argentinos en general. Cuando recién subía para acá te pregunté por el cartel de Estudiantes, porque yo era un fan, era muy fan de esos equipos de Estudiantes que ganó la Libertadores, la Intercontinental. Incluso el primer partido que me llevaron a la cancha fue a ver Estudiantes-Milan, la final en la cancha de Boca. Mi papá me llevó aunque no le gustaba el fútbol. Así que siempre fui muy… Me gustaba ver partidos, pero el Mundial fue una situación muy catastrófica para los que estábamos exiliados. Veíamos la propaganda, veíamos el entusiasmo de la gente y nosotros estábamos en esta lucha para que el mundo conozca lo que estaba pasando, y nos encontramos con que en el país se vivía un clima de euforia. Me dejó muy tocado.

La noche de la final la vi en Jerusalén, en la casa de unos amigos argentinos, y cuando yo hinchaba por Holanda porque sabía que era una forma tal vez equivocada… pero tenía 16 años y realmente creía que si Holanda ganaba tal vez se acortaba la dictadura, o por lo menos el gobierno militar no iba a hacer un acto de populismo. Y bueno, ganó Argentina y todos mis amigos se fueron a festejar al centro de Jerusalén. Me quedé solo y de repente había una persona en el departamento que alquilaban varios, que se había quedado también porque no le interesaba el fútbol, y me dijo: “Che, no te calentés”. No le expliqué nada.

Y la verdad que desde ese momento no pude volver a hinchar por la Argentina. No es que hinchaba en contra, me producía algún tipo de reacción negativa al fútbol a nivel nacional. Yo hincho por cualquier equipo argentino. Soy de River y aunque juegue Boca, quiero que gane Boca.

Hernanii

También al final de los ’90 te empezaste a reconciliar con el país, ¿no? Una vez me contaste una anécdota también de tu viejo internado en una clínica de Palermo y sentiste ahí como un calor, una calidez, que dijiste “Bueno, éste es mi país”.

Timerman

Exactamente, fue en el año ’99. Yo antes tenía una… creo que lo charlamos cuando nos juntamos en New York, tenía una actitud muy contradictoria con el país. Por un lado, me interesaba todo, trataba de leer cuando empezó Internet, escuchaba la radio a la mañana, etcétera. Pero por otro lado tenía bronca todavía, mucha bronca por lo que había vivido.

Porque yo siempre digo, y muchos se van a enojar con lo que diga ahora, pero bueno, que sea lo que tenga que ser: cuando te dicen “son 30.000 desaparecidos”, “no, son 10.000”, “son…”… Y yo digo, para mí son muchos más, porque el golpe que produjo la dictadura no se puede cuantificar en personas. Mi madre, por ejemplo, murió muy joven, nunca se recuperó de la dictadura. ¿Es una desaparecida o es una asesinada? Yo estoy convencido de que mi madre no hubiese muerto a los 64 años si no hubiese sido porque tuvo una vida muy trágica a partir de la detención de mi padre. Ella siempre decía: “A los militares les puedo perdonar muchas cosas, no que me hayan separado de mis hijos”, porque yo vivía en Estados Unidos. Bueno, mi hermano en esa época también, y mi otro hermano estaba en Israel, y ellas vivían en la Argentina.

Me empecé a reconciliar con el país y a entender que quería ser parte del país donde nací, donde mi padre creó muchas cosas, donde pasé mi infancia.

Entonces, me costaba mucho reconciliarme con la Argentina, no venía casi nunca. Y en el año ’99 mi padre se enfermó, me llamaron de urgencia, vine a la clínica donde prácticamente nos dijeron que se iba a morir. Me acuerdo que nos juntábamos en la confitería —era un fin de semana largo— y el dueño de la confitería o el mozo decía: “Ustedes no se preocupen por el horario, nada, que yo me quedo hasta la hora que sea para atenderlos porque mi hija estudia periodismo en TEA y para mi hija, Jacobo es un prócer, así que yo me quedo acá hasta que tenga que estar”. Sentí algo diferente que no me hubiese pasado en otro país. Y desde entonces me empecé a reconciliar con el país y a entender que quería ser parte del país donde nací, donde mi padre creó muchas cosas, donde pasé mi infancia.

Hernanii

¿En qué año volviste?

Timerman

Bueno, estuve yendo y viniendo a partir del 2017, 2018.

Hernanii

De hecho empezaste a pensar en cómo ayudar a Argentina. Esto también que lo hemos charlado: con el gobierno de De la Rúa, como mucha gente, te entusiasmaste y pensaste que había una posibilidad, porque reflejaba también un poco tu ideología que se puede sintetizar con lo que has dicho, como “capitalismo con derechos humanos”. ¿Cómo recordás ese intento también de ayudar a un gobierno que estaba por ahí un poco desorientado?

Timerman

Claro, yo creo que cuando charlamos en Nueva York para tu libro, me acuerdo que te dije: yo soy raro en la comunidad argentina, no sé, en New York, porque tengo intereses diferentes, porque para mí los derechos humanos son importantes, porque me importa lo que pasó, porque constantemente pienso… Me marcó, viste como los judíos que pasaron por el Holocausto y siempre se quedan marcados por eso, a mí la dictadura me marcó mucho. Entonces es algo que siempre tengo presente.

Y sí, siempre quiero vivir en países exitosos, y me gustaría colaborar en lo que yo creo, más que nada en cómo conviven los países democráticos, cómo… no sé, me da la sensación de que muchas veces nos falta cultura política y en eso trato de involucrarme. Es difícil porque la realidad es que yo no encajo, no quiero encajar en la cultura amigo-enemigo, no quiero ser parte de algo donde mis ideas tienen que ser homogéneas con un grupo político, porque hay cosas en las que estoy de acuerdo —como ya te digo, en derechos humanos soy implacable—, y después por otro lado, tengo ideas bastante capitalistas, moderadas, qué sé yo. Entonces caigo en esto de que no quiero ser enemigo de todos y tampoco quiero ser amigo de todos. Quiero tener mis propias ideas y colaborar.

Y la verdad que me encantaría que al país le vaya bien, porque me parece que es un país sufrido, es un país donde la gente no merece que nos haya ido tan mal.

Hernanii

Te iba a preguntar más adelante sobre esto, pero ¿sentís que un poco, de alguna manera, estamos en ese camino? Por lo menos en algunas cosas.

Timerman

La verdad que yo creo que el mundo, a partir de Trump… yo soy muy anti-Trump, pero no por las ideas, más bien por los modos. Yo creo en la convivencia democrática. Creo que no se puede convivir de una manera violenta. En la Argentina hubo muchísima violencia en los años 70, muchísima. Era muy difícil hacer periodismo, pero también era muy difícil participar de cualquier cosa. En mi casa explotaron bombas, en el diario de mi padre hubo atentados, y siempre la violencia era un tema que realmente preocupaba a todos los argentinos.

Y eso, yo creo que esa es la mayor contribución del gobierno de Alfonsín. Alfonsín en el año ’83 entiende que los argentinos no quieren más violencia. El cajón de Herminio significa la violencia que había habido en la Argentina en la época de Isabel Perón, y bueno, que los argentinos no querían más. Y eso fue exitoso: no hubo violencia política en la Argentina y eso fue tal vez uno de los más grandes logros de nuestra democracia, sino el más grande logro de nuestra democracia. Entonces, ahora ver que la violencia se está canalizando de manera verbal me produce angustia, me produce mucha angustia y no me gusta. Y bueno, me gustaría que eso se corrija, creo que se puede discutir ideas de otra forma y también creo que eso no le hace bien a ningún modelo de país. Eso es lo que siento en este momento. Entonces, no sé, me parece que…

Hernanii

O sea, ¿no se puede ordenar la economía o tener una economía sostenible, un modelo sostenible sin cultura política?

Timerman

Sin cultura política, sin consenso… Yo creo que parte de lo que le pasó a Macri, en cierto sentido, pero no por culpa de él, sino por culpa del país, es que no pudo… Ante el miedo de que vuelva el kirchnerismo, ante esa situación tan binaria que había en el país, que sigue habiendo en el país, bueno, el miedo al retroceso hace que ningún plan sea viable porque no tenés tiempo para consolidar ese plan.

Entonces, ¿qué hacés? ¿Seguís en esta impronta o buscás algún tipo de… Yo siempre digo, ¿qué me habría pasado si Macri… O sea, yo me acuerdo cuando yo llegué a Israel en el año ’77, justo había ganado las elecciones Menájem Begin, que estuvo en la oposición durante 30 años. O sea, durante 30 años ganaba el partido laborista las elecciones y Begin estaba en la oposición. Gana las elecciones, lo pone al tal vez emblema del partido laborista como canciller, Moshé Dayán, y firma la paz, algo que Begin siempre supuso que era su impronta, ser duro en las negociaciones. Pero lo pone ahí, y eso de alguna manera creó un consenso que después permitió firmar la paz.

Ese tipo de situaciones yo creo que son situaciones de patriotismo que nos faltan. No sé bien por qué, alguien me va a decir: “Bueno, pero con estos no”, y siempre es “con estos no”. Siempre es “con estos no”.

Hernanii

Sí, pero uno ve, por ejemplo, la respuesta de Kicillof al tema de YPF y digo, ¿en qué lugar uno podría encontrarse a mitad de camino con Axel Kicillof? Yo lo veo con él como muy convencido de sus ideas y de no transar, y que está muy fuera del mainstream o del consenso económico en general.

Timerman

Pero yo creo que ésas son las cartas que vos tenés. En ese sentido el esfuerzo lo tenés que hacer. O sea, hay casos en los que en Argentina hay ciertos consensos. El caso Malvinas, por ejemplo. Hoy en día, no sé si todos lo piensan, pero por lo menos todos lo dicen, que hay un consenso que indica que las Malvinas son argentinas, que hay que negociar…

Hernanii

Ése es un consenso muy fácil, no hay que hacer nada. Hay que decirlo, nada más.

Timerman

Yo me acuerdo de esto porque creo que en junio se reúne el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas y se trata el tema de las Malvinas. Y va el canciller generalmente con miembros de la oposición. Me acuerdo de cuando a mi hermano le tocó ir como canciller, asumió ponele un martes porque el lunes era feriado, creo que el viernes renunció Taiana, y el martes asume, el miércoles se tiene que ir al comité. Entonces cuando llego para la asunción de mi hermano, él estaba llamando a los políticos para que lo acompañen. ¿Quiénes eran los políticos que acompañaban? Patricia Bullrich, todos políticos de la oposición y también del Gobierno. Y durante esos años pasaba eso todos los años. Iba el canciller, yo aprovechaba para ver a mi hermano, me juntaba. Había un clima de consenso.

Me acuerdo una vez hablando con el diputado Tonelli del PRO y me acuerdo que siempre era amena la charla entre los diferentes referentes políticos. Hoy en día no tenés eso, retrocedimos. Quedó todo en un proceso de antagonismos. Y vos me decís: “¿Pero qué puedo hablar con Axel Kicillof?” Sentate y hablá. A lo mejor solamente es sentarse, discutir esto, discutir lo otro, buscar… Ojo, yo creo que parte de la política argentina es justamente eso, es confrontar hasta que el otro esté en una situación débil como para… No es buscar el consenso, yo no creo que el Gobierno quiera buscar el consenso, tampoco creo que Axel Kicillof quiera buscar consenso. Y así estamos, ¿no?

Y vos me decís: ‘¿Pero qué puedo hablar con Axel Kicillof?’ Sentate y hablá. A lo mejor solamente es sentarse, discutir esto, discutir lo otro, buscar…

En otros países funciona de otra manera, creo yo. Igual se ha polarizado mucho el debate en muchos países. Pero todavía tenés situaciones, por ejemplo, en Estados Unidos, tradicionalmente, el presidente elige dos miembros del gabinete del partido opositor. Pasan esas cosas. Y yo creo que en un país como la Argentina, que a mi juicio es un país que ha sufrido muchísimo. Yo lo comparo con los países donde yo viví, yo venía pensando esto. Yo nací en Argentina, estuve acá hasta los 16 años, pasé mucho tiempo, muchos veranos de mi vida en Uruguay, después me fui a Israel, viví cinco años en Israel, después me fui a Estados Unidos, mucho tiempo. Ahora, si yo no hubiese venido a Argentina y no hubiese sabido nada de Argentina durante todos estos años que yo me fui y hubiese vuelto a Uruguay, hubiese vuelto a Israel, a Estados Unidos y de repente después de 40 años vuelvo a la Argentina, digo: “Che, acá hubo una guerra”. Porque veo el progreso que hubo en Israel, veo el progreso que hubo en Estados Unidos, veo el progreso que hubo en Uruguay, llego a Argentina y digo: “¿Qué pasó?”

Hernanii

Esa es una asignatura pendiente que me parece la clase política, la dirigencia, debería pensar. Yo coincido en que tenemos una democracia bastante buena en estos 40 años de democracia, 41, y la gran deuda de la clase política es la inestabilidad económica, la falta de crecimiento económico. Pero al mismo tiempo veo que han sido muy populares ideas muy dañinas durante mucho tiempo. Entonces hay una cuestión también de cuáles son las ideas dominantes, no solamente la falta de consenso. Ha habido gente que hasta hace cinco minutos no pensaba que la emisión generaba inflación. Y ha habido gente con mucho poder. Entonces, no sé cuál es la mitad de camino o el consenso que se puede alcanzar. Yo prefiero el modelo de ir peleando para hacer más populares ideas positivas.

Timerman

Sí, ahora vos podés tomar el caso de la Alianza, ¿no? El gobierno de la Alianza. El gobierno de la Alianza estaba de la Rúa y de Santibañes por un lado, Chacho Álvarez y Alicia Castro por otro. Vos me vas a decir, “pero eso fracasó”. Ahora, ¿era el modelo equivocado? Yo me ilusiono con la Alianza. ¿Por qué? Porque justamente creo que era una forma de ponerle fin al populismo desmedido. De repente tenías un presidente más de centro-derecha, pero con cierta… con gente… había algo para ilusionarse en la Alianza. Yo creo que en algún momento vamos a tener que volver a ese modelo de consenso, porque es muy difícil de otra manera.

Hubo un momento en que el mundo se estaba polarizando, todo eso es verdad. Pero en todos los países donde yo viví, principalmente en Israel y en Estados Unidos, cuando hay una situación de emergencia, los políticos trabajan en conjunto. Pasó con el 11 de septiembre de 2001, vos estabas en Nueva York, da cierta tranquilidad a la gente saber que eso es así y yo creo que en la Argentina estamos en una crisis muy fuerte. Yo no me creo que en dos años vamos a ser investment grade, yo creo que esto viene para largo porque tenemos una historia muy pesada. Entonces me parece que el argentino se merece que los políticos busquen ese consenso, porque de lo contrario es una guerra interna que lo único que va a hacer es postergar el crecimiento y postergar el plan de sanear la economía, hacer crecer el país.

Hernanii

Tu viejo en la dictadura también tuvo mucho tiempo con arresto domiciliario en un departamento en la avenida Libertador. ¿Cómo era la vida cotidiana de ese edificio con los vecinos en general? ¿Cómo lo sentías vos?

Timerman

Al principio, como todo, era muy estricto, en el sentido de que bueno, tantas visitas por día, esto, lo otro. Y después, como todo en la Argentina, se fue… no sé cómo llamarlo, pero de repente los policías fueron acaparando todo. El lobby del edificio se convirtió en un lugar de fiesta para los canas. La casa, el departamento de mis padres empezó a tomar ciertos… la cocina pasó a ser la cocina de los policías, etcétera, etcétera, a tal punto que un día mi padre les dijo: “Miren muchachos, tenemos que convivir, ustedes quédense con la mitad del departamento, yo me quedo con la otra mitad, no me jodan, yo no los jodo a ustedes”, y así convivió en el edificio.

Claro, para los vecinos era una molestia, como es para los vecinos de Cristina o para cualquier vecino de alguien que está en arresto domiciliario. Y ahí pasaron cosas muy miserables y cosas que recuerdo con mucho aprecio y cariño. Las miserables eran típicos vecinos que le pedían al consorcio que echaran a mi padre. Como si mi padre tuviese la posibilidad de irse a otro lugar. Y bueno,  una anécdota que yo conté en el pasado varias veces: fue Franco Macri el que dijo “No muchachos, hay una persona que está detenida, tenemos que tener algún tipo de solidaridad con alguien”, y eso puso freno a que a mi padre lo expulsaran del edificio.

Fue Franco Macri el que dijo “No muchachos, hay una persona que está detenida, tenemos que tener algún tipo de solidaridad con alguien”, y eso puso freno a que a mi padre lo expulsaran del edificio.

Es algo que siempre lo tomamos como algo que nos unió mucho a las familias, no tanto tal vez a los chicos —a Mauricio y los hermanos— pero sí a mi padre con Franco, porque después Franco, cuando fue a Estados Unidos a hacer negocios, era la época de la dictadura y para cagarle los negocios querían acusarlo de antisemita, de haber colaborado con la dictadura. Y le preguntaron a mi padre, que en ese momento era un referente, para que valide eso, asumiendo que mi padre lo iba a validar. Bueno, salió a defenderlo.

Pero más allá de eso también hubo otra historia emocionante que yo siempre recuerdo mucho. Un día yo me sentía mal, me engripé, me enfermé y mi madre estaba muy preocupada por todo lo que estaba pasando y me acuerdo que llamó a un médico de otro piso del edificio. Y el tipo estaba en un postoperatorio, se puso la bata y vino, y cuando mi madre le agradeció, le dijo: “Mire, yo soy del interior, yo soy un vecino, yo sé lo que significa ser un vecino y puede contar con nosotros porque yo soy un vecino”. De repente tenías esas historias. Entonces volviendo a tu primera pregunta, este tipo de situaciones a mí me hace sentirme muy argentino, porque tengo una historia acá, porque pasaron cosas, porque más allá de lo que yo pueda discutir o no con gente que piensa distinto a mí, tengo una historia.

Hernanii

Tu viejo definía la ideología de sus medios, de Primera Plana, de La Opinión, como de derecha en lo económico, de centro en lo político y de izquierda en lo cultural. ¿Es una definición que vos podrías explicarte a vos mismo de alguna manera?

Timerman

Sí. Yo creo que los temas económicos son en las democracias occidentales… es muy poca la diferencia que hay entre políticas de un partido, de otro, como que está todo asumido más o menos cómo va a ser. Es imposible pensar en Uruguay, Francia, Inglaterra, Alemania, donde hay coalición entre la izquierda y la derecha, llamémosla, son modelos económicos que son muy parecidos. Está muy asumido lo que más o menos hay que hacer. Bueno, yo creo que hay que tener cierto tipo de políticas públicas, pero más que nada me caracteriza pensar que esas políticas tienen que ser eficientes y no que no sirvan para nada. Entonces sí, creo en esos consensos democráticos occidentales del siglo XXI.

Yo creo que, y venía pensando, yo estoy seguro que vos y yo que hemos tenido nuestras diferencias en la política nacional, pero si hacemos un recorrido por 20 democracias distintas, seguramente estemos del mismo lado en las 20, apoyando los mismos candidatos. Y también creo, no sé si eso va más de izquierda en lo cultural, pero yo creo que la Argentina tiene mucho para dar en lo cultural. A mí me emociona pensar que García Márquez se exilió acá en la Argentina, y se exilió en Argentina porque era el país donde pasaban cosas.

Hernanii

Sí, en realidad vivía en México pero Cien años de soledad se editó acá.

Timerman

Exacto, bueno, eso. Y yo en la pandemia aproveché y compré la colección completa de Primera Plana. Y cada tanto agarraba un ejemplar y lo leía, y de otras revistas de la época. Teníamos una vida cultural increíble. Primera Plana tenía diez páginas de cultura en cada número.

Las revistas de actualidad política tenían mucho de eso y se veía, por ejemplo, había cartelera, café concerts, y eran cosas de mucha avanzada cultural. Entonces yo digo, si tenemos ese talento… No me gustaría un país en donde el Estado no se ocupe de la cultura, de temas relacionados con eso.

Hernanii

Como inversor, ¿cuál es tu ideología? ¿Cuál es tu apetito de riesgo, por decirlo de alguna manera?

Timerman

Bueno, yo más que inversor fui trader, que no es un inversor, es una persona que está ahí viendo oportunidades muy de corto plazo y haciendo mercado a los grandes inversores. En ese sentido he tomado muchísimo riesgo por períodos cortos de… por períodos cortos, minutos… Yo me acuerdo cuando conseguí, cuando fui a entrevistar para mi primer trabajo en Unión de Bancos Suizos, UBS en Nueva York, me preguntó el tipo que me entrevistaba, me dijo: “¿Y por qué querés trabajar acá, ser trader?”. Y yo le dije: “No, pues yo entiendo muy bien la economía, los mercados, las relaciones internacionales”. Me dijo: “Flaco, esto es un minuto, acá estamos. El riesgo te dura un minuto, dos, tres, una hora, etcétera”. Y la verdad que eso es lo que hice gran parte de mi vida.

Hernanii

¿Se hacían en papel las cosas? No había computadoras todavía.

Timerman

No, no. Era papel, llenabas un ticket y al otro día te enterabas si los… Vos calculabas que tu posición era tal y que vos habías cubierto todo lo que tenías que cubrir, etc. Pero la verdadera posición aparecía el otro día. Y yo me acuerdo que una vez, cuando fue el quiebre de la libra del Banco de Inglaterra, Soros, etc., ese día yo tradeaba la libra esterlina y operábamos con Soros. Ese día para mí fue uno de los más activos de mi vida, nos quedamos hasta no sé qué, hasta las 11 de la noche.

Hernanii

¿Estabas del lado de Soros o del lado de la Corona?

Timerman

No, no, estábamos del lado de cubrir el riesgo que nos daban los clientes y de tratar de hacer plata. Y me acuerdo que al otro día, tipo, no sé, 5 de la mañana, me llama uno de Londres, de nuestro… yo trabajaba en Lehman Brothers en ese momento, de la oficina de Lehman en Londres, y me dice: “Hay un error, parece que duplicaron un ticket”, o sea que habíamos cubierto mal la posición y eso nos causaba una pérdida, me acuerdo, de un millón de dólares. Yo estaba temblando, ¿no? Y me acuerdo que me fui a bañar para salir a la oficina rápido y a medida que iba llegando a la oficina el tipo decía: “No, creo que es menos”, etcétera, etcétera. Bueno, esa era un poco cómo se vivía pre computadoras, donde era todo muy manual, donde había mucho también de psicología.

Después vinieron los algoritmos. Y lo curioso es que cada vez que había algún cambio tecnológico, creíamos que bueno, sabés que esto no va a funcionar. Los algoritmos, decíamos, ¿cómo? ¿Va a suplementar? ¿Va a haber algoritmos y no va a haber personas traders? Y es exactamente lo que pasó.

Yo no soy economista y no puedo convencer a los periodistas que me entrevistan de que no me llamen economista.

Pero la verdad que como trader me dio mucha intuición sobre muchas cosas que muchas veces los economistas no entienden, porque los economistas, y este es un país donde el economista tiene mucho poder, muchísimo poder, nunca había un país con tanto poder por parte de los economistas… porque yo no soy economista y no puedo convencer a los periodistas que me entrevistan de que no me llamen economista porque creen que si trabajo en el mercado financiero tengo que ser economista. No, yo trabajé toda mi vida en Wall Street, vi muy pocos economistas y cuando vos hiciste tu libro lo viste muy claro: hay algunos economistas que trabajan de economistas pero no trabajan en los mercados, están ahí. Y acá, como la economía domina tanto la vida de la gente, la gente sabe tanto de lo que pasa, etc., constantemente entrevistan economistas. Y la realidad es que muchas veces el día a día, la realidad misma pasa por otro lado y el economista tiene una teoría y la teoría tiene que chocar con la gente, con lo que la gente quiere, con el tiempo, etcétera, etcétera y muchas veces los resultados no son como tal. Y eso lo ves mucho como trader.

Siempre cuento la anécdota, generalmente pasa cuando hay algún tipo de conflicto global, pero cuando fue la primera guerra del golfo, año 91. Claro, la guerra arrancó en enero, pero Irak había invadido Kuwait en noviembre. Y durante todo ese tiempo, hasta la guerra, hasta que Estados Unidos decide invadir, liberar Kuwait, cada vez que había alguna discusión sobre que va a haber guerra, los mercados se destruían. Y cuando había algún tipo de conversación sobre la paz, los mercados volaban y es lo mismo con el precio del petróleo. Y la noche que finalmente se desata la guerra, que no lo pueden evitar, que no pueden seguir negociando, el petróleo cae y los mercados de acciones vuelan, todo porque dicen: “No, va a ser corta la guerra”. Ahora, eso no está en el libro de macroeconomía. Macroeconomía dice conflicto en el Medio Oriente, escasez de petróleo, sube el precio, etcétera. Entonces, lo que aprendí mucho es a tratar de entender la realidad desde el punto de vista más práctico, que la gente también piensa, la gente opina, los mercados hablan, hay mucho volumen, muchos flujos, que muchas veces son contradictorios a lo que el libro de economía sugiere, que es lo que muchas veces se transmite en los medios acá.

Hernanii

Viene un inversor financiero argentino que no sabe nada de Argentina y te pregunta, decime, ¿qué tengo que saber de cómo es el mundo de las finanzas de Argentina más allá del Gobierno? ¿Qué le decís?

Timerman

Buena pregunta. Mirá, el problema, lo que yo le diría es: ¿qué querés hacer? Porque muchas veces yo venía, me acuerdo cuando yo venía a visitar a mi familia, y claro, trabajaba en Estados Unidos, y dije: “Che, tengo libras, ¿es bueno eso?”. “Si tenés muchas es bueno”, qué sé yo. Depende mucho cuál es el objetivo de cada uno. Si viene un inversor y me dice: “Che, ¿qué opinás sobre la Argentina?”. Y mirá, si sos un inversor de riesgo, si creés que la plata no la vas a necesitar 20 años, que estás dispuesto a quedarte en posiciones mucho tiempo, porque es un país muy volátil, creo que hay oportunidades, etc. Ahora, si esta es la guita que necesitas para jubilarte el año que viene, salí corriendo, ¿no? Por el tipo de volatilidad que tenemos. La inversión en la Argentina, el mercado de capitales en Argentina, no sólo es volátil, sino que es muy binario.

Lo vimos el día de las PASO de 2019. Para mí es uno de los eventos que más marcaron el futuro de la Argentina, por muchas razones. Primero, porque nadie lo esperaba, o sea que falló el análisis político. Después nadie esperaba, por lo menos yo, la gran caída que tuvieron los activos. El mundo estaba penalizando el hecho de que el modelo cambie en la Argentina. Fue un golpe muy fuerte para todos los inversores, fuertísimo. Tercero, porque Alberto Fernández, que ya se asumía como presidente, no quiso salir en defensa de lo nacional, no quiso salir a tranquilizar. A mí me escribía mucha gente porque asumían: “Che, vos, tu hermano, etcétera, etcétera”, y en verdad mi hermano ya había fallecido, pero bueno, yo a Alberto Fernández lo había visto una sola vez. La gente asumía, entonces me escribían: “Che, decile a Alberto que salga a decir algo”. Y yo le escribí a las seis de la mañana de ese día: “Alberto, los mercados se derrumban”. Y él me contestó al toque, cosa que me llamó la atención. Me dijo: “Mirá, yo no soy nada acá, yo gané una primaria, no tengo ningún tipo de responsabilidad”.

Ahora, esa falta de involucramiento, yo estoy convencido de que lo hubiese hecho un político del signo opositor, o sea, no era un comportamiento del peronismo hacia el gobierno. Yo creo que de alguna manera es un poco lo que somos, ¿no? Y bueno, por eso digo que ese fue un evento muy traumático para los inversores y fue un gran retroceso. Vos mirá 2014-2015, el mercado se preparaba para las elecciones de 2015 donde había tres candidatos: Macri, Scioli y Massa.

Hernanii

Los tres, entre comillas, pro mercado.

Timerman

Claro, los tres pro mercado. Se pensaba que iba a ganar Scioli, si ganaba Scioli ya era un avance sobre lo que había, si ganaba Massa mejor aún y si ganaba Macri ya directamente, wow. Hoy en día no tenés eso, hoy en día no tenés tres candidatos de partidos diferentes que pueden llevar ese nivel de tranquilidad a los inversores, ésa es la historia, ése es el precio de la historia. Ése es el riesgo país.

Fuimos de una situación donde había tres tipos con tres partidos diferentes que hubiesen sido pro mercado, por lo menos el mundo los hubiese visto así y hoy no te alcanza. A mí me llama mucho la atención en las elecciones del ’23, políticos del PRO, economistas del PRO, que habían sido tipos que en el pasado habían tenido buena relación con los mercados, que el mercado ya no los quería, no los quería, porque decía: “No, son unos tibios, fracasaron, etcétera”. Estamos en una situación donde también se deterioró mucho la capacidad del país de atraer inversiones, de ser confiable.

Hernanii

Una de las recomendaciones principales de finanzas personales ahora, sobre todo en Estados Unidos, es decirle a la gente, a los inversores individuales, que no compren papeles individuales o bonos individuales, sino que compren fondos comunes de inversión, fondos que siguen un índice de la Bolsa, o de ciertas materias primas, o de un país o región. ¿En qué pone esto en riesgo, perjudica el trabajo tradicional de un trader?

Timerman

El laburo del trader hoy en día dejó de ser tal. ¿Qué hacíamos nosotros? Nosotros usábamos el capital de la empresa para la que trabajábamos, ya sea JP Morgan, Lehman, Citi para hacer mercado, cotizar a los clientes, especular, hacer todo eso. De repente, bueno, sale tal noticia, vayamos largo Argentina, ponele. Eso los bancos no lo hacen más a partir de la crisis de las hipotecas, el trabajo de usar capital propio para posicionarse está restringido por regulaciones que han surgido a partir de la crisis de las hipotecas.

Hernanii

Pero también porque los bancos no quieren tomar más riesgo, prefieren dedicarse a los fees, ¿no? A servicios.

Timerman

A servicios, exacto. Y lo que hay son pibes que ejecutan, ejecutores, un laburo que antes no tenía status y no se pagaba bien. En verdad, fondos comunes de inversión, ETF, siempre hubo. La masa de inversores es mucho más amplia ahora, mucho más amplia a partir de las tecnologías. Antes era muy difícil, uno tenía que abrir una cuenta, no era fácil abrir una cuenta, era caro operar. Hoy en día se amplió muchísimo la base de inversores. Y hay de todo tipo, pero yo creo que justamente donde sí hay valor es en los tipos que son buenos portfolio managers, entienden bien cómo analizar el mercado, la toma de riesgos, pueden recomendar carteras. Yo soy de los que cree que da mucho valor asesorarse por gente que realmente sabe, porque es un mundo muy volátil.

Hernanii

Yo creo que un fenómeno interesante es cómo creció la popularidad de las finanzas entre los varones jóvenes en Buenos Aires. Te iba a preguntar de dónde venía, vos creés que el cambio tecnológico es importante.

Timerman

Sí, yo creo que en parte por el cambio tecnológico, además veníamos muy atrasados. En casi cualquier país, desde luego en Estados Unidos, donde las personas tienen planes de jubilación que invierten en fondos comunes, pero en países como Colombia, donde cualquier persona tiene una acción de Ecopetrol, la YPF colombiana. Y así en muchos países.

Y en Argentina, un poco por las crisis, un poco por la desconfianza en el mercado, un poco por el tema de las AFJP, otro poco porque siempre la prioridad, la gente ahorra en dólares, no tiene confianza en las instituciones, por todo, nuestra historia, tenemos un porcentaje muy bajo de gente que cree que el mercado de capitales es un arma que le puede servir, cree que no, en realidad me quieren currar, viste, no pongo la plata, después me la afanan, etc. Y muchas veces le tenés más confianza al cuevero. “El cuevero, este tipo no me caga, lo conozco hace 50 años, viste, atendía a mi papá y siempre le pagaba”. “¿Pero por qué no comprás un fondo común de inversión?”. “No, es muy riesgoso eso”. Es inentendible.

Hernanii

Bueno, un requisito para que Argentina le vaya bien es que tiene que multiplicar por 30 el tamaño de su mercado financiero, o sea, países como Brasil o México tienen unos mercados, incluso medido por PBI o por habitante, muchísimo más grande que el nuestro.

Timerman

Totalmente. Además la Argentina financieramente es muy creativa. A mí me sorprende. Tenemos un montón de instrumentos financieros que otros países de la región no tienen, las empresas, muchas, tienen capacidad de acceder al mercado capital, es muy rápido. Lo que falta es cultura y que la gente confíe en el mercado.

Hernanii

Y estabilidad macro, ¿no? Me parece que la base es ésa.

Timerman

Estabilidad macro y confianza en el mercado. Por eso te voy a traer a un tema que no me quiero meter, pero me meto yo. Sin querer meterme. Que es el caso de YPF, ¿no? Porque no quiero opinar demasiado sobre eso, pero mirá cómo lo miro yo desde Estados Unidos. ¿Qué está haciendo la jueza y el sistema judicial americano? Están protegiendo al inversor minorista. Dicen: “No, si nosotros dejamos que esto pase, no van a tener… si dejamos que esto pase ahora y con otra empresa y con otra, de repente el inversor va a decir, che, no tengo confianza en el mercado americano de capitales, porque vienen empresas, hacen una emisión o piden plata prestada y de repente no cumplen las normas del país, que en este caso es Estados Unidos”. Entonces están protegiendo eso.

¿Qué está haciendo la jueza y el sistema judicial americano? Están protegiendo al inversor minorista.

Y yo creo que para que la Argentina sea un país, para que los argentinos confíen, tiene que haber mucho esfuerzo de parte del Estado, de los entes regulatorios, de garantizar que las inversiones funcionen, cambiar también un poco esto de que vos sos un deudor. Yo siempre digo que no soy un experto en la materia, pero vos en Estados Unidos hacés un default, te declarás en convocatoria, y perdés la empresa. Y acá el único que pierde es el tipo que te prestó plata, el empresario no. Entonces, es muy importante que regulatoriamente se trabaje sobre eso.

Creo que se debería hacer algo así como tiene Estados Unidos, que es tipo asesores, gente del mercado, gente de la finanza asesorando a los reguladores para ver dónde. Creo que eso se está empezando a hacer, hay charlas, pero es muy importante que la Argentina desarrolle su mercado de capitales y no dependa tanto del financiamiento externo.

Hernanii

Cuando hablas con gente que está a tu izquierda en estos temas, por ahí gente del mundo de los derechos humanos, ¿entienden esto que querés decir o no?

Timerman

Creo que muchas veces me pasa, yo a veces hablo en algún medio o qué sé yo y después miro Twitter y dicen: “Miren, el hijo de puta de Timerman, el hermano fue un héroe, al viejo lo torturaron, y mirá lo que está defendiendo éste”, cualquier cosa, ¿no? Y nada, me respetan un poco creo por la tradición familiar y por el hecho de que yo hay ciertas causas que mantengo y voy a seguir manteniendo, principalmente, la inocencia de mi hermano en todo lo que tiene que ver con el memorándum. Pero no, ahí me gustaría, me gustaría mucho que haya un entendimiento desde la izquierda, como hay en Uruguay. Que haya un entendimiento mucho más sólido.

Yo escucho a Myriam Bregman y digo: “¿Pero en qué mundo viven?”. Y la respeto. A Myriam la conocí en el juicio a Von Wernich, porque nosotros fuimos querellantes en el juicio a Von Wernich, y nuestro abogado era el hijo Ramos Padilla. Y bueno, Miriam estaba ahí como abogada, me parecía una persona muy inteligente como abogada de derechos humanos, pero tiene una forma de ver las cosas que es difícil. Entonces trato de no involucrarme en la política local desde ese punto, porque es difícil, es difícil.

Mirá, el otro día fui a la ESMA, me invitaron a dar una charla. La ESMA debería ser uno de los edificios más cuidados de la Argentina. Es un símbolo, es un símbolo de todo lo que vivimos. Hay que cuidar el edificio de la ESMA.

Hernanii

Se cae a pedazos.

Timerman

Es realmente un lugar que entrás y no te… Es como entrar a un campo de concentración en Alemania, es realmente impresionante. Y es un ejemplo que hay que conservar, que hay que llevar chicos de los colegios. Pero está cayéndose a pedazos.

Entonces yo a veces pienso: sería bueno que haya empresarios o gente que piense de una manera económica y que apoye esto. Soros, por ejemplo, es un empresario que toda su vida vivió comprometido con los derechos humanos. Cuando se funda Americas Watch —porque Human Rights Watch no siempre fue Human Rights Watch, empezó siendo el Helsinki Watch Committee—, era un grupo de gente de negocios e intelectuales que formaron esto para bregar por los derechos humanos en Rusia y en los países comunistas. Y el que lo funda es Bob Bernstein, que era el chairman de Random House, un empresario que publica los libros de muchos disidentes.

Entonces cuando mi padre sale en libertad, Bob le dice “te publico tu libro”, se hacen muy amigos y juntan Americas Watch, donde mi hermano estuvo en el directorio, y estaba Soros. Soros era un inversor muy estrella que estaba interesado por los derechos humanos en la Argentina, en la época de la dictadura.

Eso me encantaría, pero también me encantaría, te digo la verdad, que haya más involucramiento por parte de los empresarios en la vida civil argentina. Vos vas a un hospital, yo el otro día tuve que ir a un hospital, no veo “esto fue donado por…”. ¿Viste cómo es en Estados Unidos? Un banco del parque está donado por alguien. Hay una cultura muy, muy positiva en ese sentido, y creo que cuando fui a la ESMA realmente me shockeó el nivel de destrucción que hay. Se va a caer a pedazos.

Hernanii

La nombraste hace poco, la última gran crisis del capitalismo financiero fue en 2008, ya pasaron 17 años. ¿Te parece que ahora es más estable el mercado financiero global o se está incubando alguna próxima crisis?

Timerman

La dimensión de la crisis del 2008 no me la olvido más. Y creo que eso impactó muy negativamente en la Argentina, y ahora te voy a decir por qué. Esta es mi impresión, nada más.

El 2008 fue… realmente uno creía que se acababa el sistema capitalista. Realmente parecía como que se fundían todos los bancos. Yo me acuerdo que el día que cae Lehman, había ido a la cancha un domingo, había ido a la cancha de fútbol a ver fútbol americano con mi hijo y había muy poca conexión, todavía no había wifi en el estadio. Y claro, la mañana de ese domingo se pensaba que iba a haber un acuerdo porque se iba a salvar Lehman. Nadie pensó que Lehman… Siempre pasaba eso, que al final llegaba el domingo a la noche y había algún tipo de acuerdo.

Cuando estoy mirando el partido a las dos de la tarde, quiebra Lehman y después digo “bueno”, y tenía ganas de decirle a mi hijo “vámonos”, pero no pude. Pero realmente pensaba… muchas veces veía las noticias de la noche y decía “esto va a ser… ¿nos vamos a salvar de esto? ¿Van a quebrar todos los bancos?”.

¿Y por qué digo que tiene algo que ver con Argentina? Era septiembre, o sea, pasó durante las reuniones de las Naciones Unidas, de la Asamblea General, y estaba Cristina. Y viste que siempre Cristina hablaba en el Council of Americas. Bueno, hay un almuerzo en el Council, voy, mi hermano me hace entrar a la parte de VIP y la veo a Cristina.

Hernanii

¿Héctor ya era cónsul en New York?

Timerman

No, era embajador en Washington. Y me acuerdo que charlando con ella de la crisis, ella me dice “el sistema capitalista está en crisis, esto es tremendo lo que está pasando”. Vi otra Cristina, yo no la había visto mucho pero la había visto años anteriores en alguna que otra oportunidad y yo creo que ella también le cambió la impronta sobre cómo veía… creía realmente que se caía el sistema financiero mundial.

Y creo que los americanos se asustaron ante esa situación porque realmente nunca había pasado, la mayoría de la gente nunca había vivido una cosa así y se tomaron muchos recaudos desde entonces para que cosas como esas no pasen.

Hernanii

Pero está siempre la frase de uno puede evitar la crisis que ya pasó, pero no sabe cuál es la próxima.

Timerman

Exacto, exacto. Y han pasado cosas que han asustado a los mercados, pero ¿qué es lo que pasa? Yo creo que vivimos en un mundo de muchísima productividad. Mirá los avances que han ocurrido en los últimos años. Todo eso se ve reflejado también y, como veníamos diciendo antes, esa tecnología hace que mucho se vuelque al mercado, se vuelque a invertir, se vuelque a seguir innovando.

Hace unos años caían los bancos regionales y eso parecía que iba a ser una bomba, iban a empezar a caer todos los bancos regionales, ahí es donde los americanos tienen los ahorros, y sin embargo pasó. La guerra de Ucrania, uno decía “esto terminará en una guerra nuclear, Rusia invadirá Europa”, ahora Irán e Israel bombardeándose, y no pasa nada.

Hernanii

Trump es un desafío a todo esto. Él no parece estar muy enfocado en el tema financiero, está más en lo comercial, propone cambios en el orden mundial en temas de defensa, de comercio internacional.

Timerman

Sí, lo que pasa es que Trump… yo creo que el principal riesgo que veo en el mercado ahora es Trump. ¿Por qué? Porque es totalmente imprevisto lo que puede decir Trump. Y como tal, produce un nivel de incertidumbre que para muchos inversores y para muchas empresas es peligroso.

Trump además es una persona que está solo. Vos mirá el evento, el bombardeo a Irán: otro presidente, para bien o para mal, hubiese convocado a la NATO, hubiese discutido con los líderes europeos. Este tipo no, se tira y después firma la paz solo.

Otro presidente, para bien o para mal, hubiese convocado a la NATO, hubiese discutido con los líderes europeos. Este tipo no, se tira y después firma la paz solo.

Una anécdota divertida sobre esto: me entrevistan de una radio hace dos semanas, justo el día que Estados Unidos bombardeó. Eran las 7 de la tarde, me llaman, estoy en línea esperando y veo el tweet de Trump que dice “se acabó la guerra”. Entonces cuando empecé la entrevista les comento “bueno, ahora que Trump dijo que se acabó la guerra, que se firmó la paz”. Yo veía que la periodista mucho no me preguntaba. Y a los dos minutos dice “ahora sí, ya están todos los portales, efectivamente hay paz. Esto fue, nos lo anticipó en exclusiva Javier Timerman. Están todos los portales con lo que esta radio anticipó en forma exclusiva”.

Pero bueno, así es Trump: un día dice que Irán es un país que merece todo y al otro día… Ese nivel de incertidumbre yo creo que en algún momento puede terminar en una crisis, es un riesgo y creo que es algo que como inversor tenés que tomar en cuenta. Tenés que pensar que en algún momento en una de esas pasa algo disruptivo y tenés que tratar de entender cuál es tu capacidad para tomar riesgo o no.

Hernanii

¿Leíste la biografía de Graciela Mochkofsky sobre tu padre? ¿Qué te pareció?

Timerman

Mirá, me pasaba algo muy curioso. A mí me pareció una biografía muy negativa, muy mezquina, se lo dijimos a Graciela en su momento, tanto mi hermano como yo, no quisimos participar. Pero cuando nos encontrábamos con alguien que la había leído, me decía “che, leí la biografía de tu viejo, qué gran tipo tu viejo, es un héroe tu viejo”. “¿En serio te parece eso?” “Sí, sí, no, lo hace quedar como un héroe”.

Y años después se reeditó el libro de Graciela y ella en el nuevo prólogo dice —ahora no me acuerdo exacto, pero en el nuevo prólogo ella dice—: “la verdad que ahora entiendo mucho más cosas que hizo Timerman, veo al personaje con mucho más cariño”. Es como que ella también se dio cuenta de muchas cosas que en ese momento parecían contradicciones que había hecho mi padre, muchas de las cuales él admitió.

Así que tengo una actitud ambivalente al respecto. Creo que muchas veces, y esto es algo que pienso sobre la carrera de mi padre, pero también sobre el periodismo de esos años, era otra época. No se puede juzgar hoy ese periodismo porque, claro, hoy en día uno puede decir “che, ¿cómo vas a apoyar el golpe del ’66?”.

Es que en el año 80-81, plena dictadura, hubo un congreso en París por la democracia en Argentina, donde fueron políticos de Argentina y fue también otra gente, lo invitaron a mi padre a hablar y [Arturo] Illia no lo quiso saludar. Y a Héctor y a mí, en Washington, unos meses antes de las elecciones del ’83, vinieron unos políticos argentinos y nosotros estábamos en la audiencia y Roque Carranza — un ministro de Alfonsín, que murió muy pronto, pero también había sido miembro del gobierno de Illia— no nos quiso saludar tampoco.

Y cuando uno piensa, sí, mi padre obviamente que de alguna manera escribió, ya no estaba en Primera Plana… La gente cree que Primera Plana la dirigía Tomás Eloy Martínez y nadie dice “che, Tomás Eloy Martínez, el famoso editor que derrocó a Illia”. Todos los diarios eran golpistas, todos. Nadie dice La Nación, Clarín. Se refieren a mi padre como la figura que él solo derrocó. Y años después, en el reportaje que le hace Tomás Eloy Martínez a Perón en Madrid, Perón dice “todo aquel que participó del golpe a Illia es un héroe”. Perón decía que había que hacerle el golpe a Illia.

Hernanii

Hay una frase que cita Mochkofsky en el libro de tu viejo, voy a citar de memoria, que revela un poco el clima de época, que es algo así como “Prefiero El Chocón a la democracia”. Como que la clase dirigente, el periodismo, sentía que la Argentina estaba estancada, frenada, se movía despacio, que faltaban como estas grandes inversiones, y que eso era más importante, el desarrollo era más importante que la democracia. Era una opinión muy compartida.

Timerman

Hay una tapa de Primera Plana que habla de Onganía como el De Gaulle argentino, como que los militares podían ser como De Gaulle, que llevó a Francia a la grandeza. Eran otros militares también, debo reconocer.

Hernanii

Y Onganía era de los blandos en ese momento.

Timerman

Sí, claro, los blandos. Ahora, muy poco después de ese golpe, mi viejo se tuvo que rajar a Uruguay porque lo persiguió Onganía. Y el golpe del 76 pasa algo similar. Se vivía un clima, por eso a mí me llamó mucho la atención cuando Victoria Villarruel va a visitar a Isabel y le pone un busto de Isabel. Más allá de que claramente el golpe fue un horror, obvio. Pero el gobierno de Isabel fue una catástrofe. No hay forma de reivindicar ese gobierno. En términos de la violencia que se vivía, el antisemitismo, el fascismo… Había muchos funcionarios nazis, pero abiertamente nazis, en las universidades. El fenómeno López Rega, una cosa… Y el descontrol económico. Pero sí, bueno, todo el periodismo participó activamente de ese golpe y después, como dijo una vez Verbitsky, Timerman fue uno de los muchos que apoyó y uno de los pocos que combatió a la dictadura.

Hernanii

Aprovecho eso para decirte que nosotros tenemos una sección acá que se llama “sobrevalorado o subvalorado”. Te voy a nombrar cuatro personas o cosas y vamos a decir si están sobrevaloradas, subvaloradas o correctamente valoradas. Y el primero que está anotado es justamente Horacio Verbitsky.

Timerman

Te voy a decir lo que decía mi padre de Horacio. ¿Sabés qué? Bernardo, el padre de Horacio, llamó a mi padre en los años 50, dijo “mi hijo quiere ser periodista” y mi padre lo adopta como hijo, como un hijo adoptivo y lo lleva a todos los lugares donde él iba. Y después lo echa de La Opinión por temas personales. Y no se hablaron hasta un año antes de que mi papá muera. No se dirigieron más la palabra. Y mi padre decía de Horacio, “Pobre Horacio, es tan inteligente que se hace daño a sí mismo”, pero decía que tenía la mejor pluma de la Argentina. Personaje contradictorio como pocos.

Hernanii

La DAIA.

Timerman

La DAIA para mí es una de las entes que siempre estuvo del lado errado de la historia. Bah, no siempre. Tengo entendido que en los años ’60, así me lo dijeron, fue una organización valiente que hizo mucho para luchar contra el antisemitismo de esos años, Tacuara, agresiones en el barrio del Once, etc. Pero a partir de la dictadura ha tenido un comportamiento lamentable. Lamentable durante la dictadura y lamentable durante muchos años posteriores de acercamiento. Me parece que debería ser un ente mucho más plural, representar más a los judíos y no necesariamente a las instituciones.

Hernanii

Warren Buffett.

Timerman

Tal vez uno de los más grandes genios que tuvo la humanidad.

Hernanii

O sea, no está sobrevalorado.

Timerman

Tengo dos anécdotas, no anécdotas, pero historias. La verdad es que ya creo que no salen más. Bueno, sí. Los artículos, los obituarios del New York Times, me acuerdo que yo lo leía, y una vez muere una persona y deja, no sé, 100 millones de dólares a una institución. Y leo la nota y decía que era una maestra y digo “pero cómo hace una maestra para dejar tanta plata”. Dice, no, porque era vecina de Warren Buffett en Omaha y cuando lanza el fondo Warren Buffett le da unos ahorros para que se los administre y nunca se los pidió de vuelta.

Y después una vez en una cena, un amigo me invitó a cenar, mi amigo estaba con un amigo, y me puse a charlar con ese amigo, y un pibe que vivía en un departamento modesto, que trabajaba, era el hijo de Warren Buffett. Eran los valores de… una persona que tenía una pasión y una capacidad pocas veces vista.

Vos sabés que en la crisis del 2008, en el momento de más pánico donde parecía que todo se caía, octubre del 2008 o septiembre, Warren Buffett salvó a Goldman Sachs. Puso una inversión en Goldman Sachs y cuando salió el título que Warren Buffett invertía en Goldman Sachs, fue una especie de confianza. ¿Cuántas personas pueden hacer eso? Dar vuelta a una crisis como esa. No digo que fue el único, pero de repente está Warren Buffett poniendo el pecho a una situación. Y aparte su cultura me parece interesante, el value investing, invertir en valor. Él compra empresas que le gustan y no importa el precio, muchas veces. Y justamente muchos inversores jóvenes compran acciones que piensan que van a subir, pero no siquiera saben qué hace la compañía, estudiaron los números. Es el viejo análisis que uno aprende a hacer. Él lo mantiene, y invertir en empresas de valor, me parece que él es un poco como… nos enseña todo el tiempo cómo enfocarse para ser un buen inversor.

Hernanii

El último, Carlos Maslatón.

Timerman

Yo no lo conocía, nunca había escuchado hablar de él hasta hace un par de años. Y la verdad que hay cosas que me sorprenden… Es una persona interesante, me parece muy interesante. Hay ciertas cosas con las que coincido plenamente, otras no tanto, otras no. El conflicto árabe-israelí, no. En la relación con Israel y el judaísmo sí. Cuando él dice, por ejemplo, “a los antisemitas déjenlos hablar, porque eso nos hace fuertes, porque así podemos combatirlos”, estoy de acuerdo. Es una persona que me parece muy interesante, un personaje que aporta desde la discusión tuitera también. Su tuit, yo creo que Lucas Llach dijo “estos son los mejores tuits de Twitter”, el tuit donde él explica sobre su bajada de peso.

Hernanii

Es sensacional.

Timerman

Es sensacional. Es sensacional. Bueno, eso contribuye, me parece, es un personaje que contribuye.

Hernanii

Pero también hace estos modelos de acciones con las curvas que van subiendo, dice “Acá viene la onda”.

Timerman

Yo no creo en eso. Vos sabés que están los traders que se enfocan en el mercado desde el punto de vista técnico, “la onda subió acá, rompió tal cosa”, a mí nunca me gustó eso y soy más un trader que cree en los fundamentals, pero tomando en cuenta el tiempo. Porque ¿a qué me refiero? Vos podés tener una… como decía Keynes, “a lo largo estamos todos muertos”, entonces yo no puedo decir “mirá, esta acción va a subir”, ¿cuándo va a subir? Porque yo me puedo fundir antes.

Bueno, pero no dice nada, ¿no? Exacto, si no te dice “mirá, en el corto plazo puede subir, pero en el largo no sé”. Entonces no sube y te fundiste.

Entonces, y justamente creo eso… es que en los deportes americanos, principalmente el básquet y el fútbol americano, administrás mucho el tiempo, porque te podés quedar sin tiempo y muchas veces tenés demasiado tiempo, estás ganando y te queda mucho tiempo, entonces tenés que tratar de perder tiempo, tenés que saber cómo perder tiempo y cómo ganar tiempo. Y creo que eso es algo que les falta a los políticos argentinos, especialmente cuando diseñan planes económicos. Todo muy bien. Tenés un plan económico que es una Ferrari. Ahora, si no le ponés nafta, no funciona. Me quedo con el Fiat 600.

Y bueno, eso, el análisis técnico, yo no soy gran creyente.

Hernanii

Javier Timerman, muchas gracias por venir.

Timerman

No, gracias por invitarme.

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