¡Ay, Pedrosánche, déjame en pa’, mare mía! Que si sigues así, cada último sábado del mé voy a tené que hacé una actualización de tus papelones y estoy hasta las narices de tu empanada mental, que se te ha visto el plumero hombre, estamos flipando en colores, estás pringao macho, estás pringao, vete a freír espárragos, tú y toda la peña de macarras que te acompañan, los del Peugeot ése.
Volvamos al castellano, pero la tentación del “español de España” es grande para contar esta miniserie que a fin de mayo era House of Gazpacho pero ahora ya ha pasado a categoría Los Sopranos, que aquí serían Los Cerdanos, como quedará claro antes de terminar este texto.
El último sábado de mayo escribí que contaba “el último escándalo” del PSOE.
Debo hacer una actualización y un pedido de disculpas.
Durante este mes de junio finalmente los quilombos españoles llegaron a las primeras planas de los diarios argentinos, siempre tan ensimismados en la mamacita tobillera. Pero así, desgajados y a través de agencias internacionales, es poco lo que se puede saber. Por suerte estoy yo para darle contexto, agradézcanme.
Veré hasta dónde llego porque es largo.
Vayan al baño ahora que después no paramos hasta llegar.
Un muy sintético resumen de lo publicado (disculpen las simplificaciones, los datos más concretos, en la nota del 31/5/25) diría que en las primarias de 2017 el actual presidente del Gobierno español, Pedrosánche, recorrió todo el país en un humilde Peugeot viejo, pueblo por pueblo. No iba solo y su compañía no es un dato menor: iban con él Koldo García —que había sido patovica en un “putero” como lo dicen los españoles a los cabarutes—, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, todos ellos socialistas, claro.
Todo este caso de corrupción comienza ahí, por eso a los cuatro mosqueteros se los conoce como “La Banda del Peugeot”.
Apenas gana la presidencia, Pedrosánche convierte a José Luis Ábalos primero en ministro de Transporte y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) Nacional. Lo primero que hace Ábalos es poner a Koldo García primero como chofer (por pedido de Cerdán) y después como asesor, y Santos Cerdán es elegido diputado.
Al ministro Ábalos, ya exministro pero actual diputado, por corrupción lo echan del puesto en el PSOE (pero no del partido) y pasa a ocupar ese lugar central del partido, Santos Cerdán.
Para que quede claro, ese puesto, secretario general del PSOE, es la mano derecha del jefe de gobierno, Pedrosánche. Primero lo fue Ábalos. Cuando lo rajan por chorro, lo nombran a Cerdán.
Se descubre entonces que Ábalos, a través de Koldo que de patovica y chofer pasa a asesor todoterreno, se conecta con el “nexo corruptor” (lo que acá llamaríamos “coimero”), el “empresario” Víctor de Aldama (el único no socialista de toda esta menesunda).
El “empresario” Aldama le vende al Gobierno socialista “mascarillas” (nuestros barbijos, confirmando que el COVID fue un gran negocio para los tránsfugas de todo el mundo) con flor de sobreprecio y sin licitaciones porque el COVID y coso. Y tres de los cuatro de la Banda del Peugeot (Koldo, Cerdán, Ábalos) reciben un montón de euros como parte de la coima.
Esto viene a saberse desde el año pasado. ¿Por qué?
Porque “el empresario” Aldama, preso por otra causa (evasión de impuestos por hidrocarburos, porque acá nadie es tan original), negocia con la justicia buenas condiciones para él (por eso ahora está libre) a cambio de información de lo que se conoció como “El Caso Koldo”.
Claro que este es sólo uno de los casos, que se ramifican porque están todos metidos en “el salvataje” de Air Europa, caso que salpica a Begoña Sánchez, la esposa del Pedrosánche. Pero Begoña no tiene sólo este único problema porque además la están investigando por una cátedra en la Universidad Complutense que dirigió con papeles muy flojos y donde recibió dádivas de Air Europa y por apoderarse de un software que no era suyo.
Pero esto no es todo, porque también está el caso del hermano del Pedrosánche, al que le inventaron un cargo como “Jefe de la Oficina de Artes Escénicas” de Badajoz y cuando una jueza en sede judicial le preguntó qué es la Oficina de Artes Escénicas, contestó “bueno, supongo que es la Oficina de Artes Escénicas”. No, no es un chiste de gallegos. Ahí está el video dando vueltas, descacharrante. Tampoco supo dónde quedaba la oficina ni quiénes trabajaban ahí.
Por este caso también está imputado el jefe del PSOE en Badajoz, que para conseguir fueros hizo renunciar a cuatro personas que estaban antes que él en la lista de la legislatura. Y una vez que lo consiguió, dijo “nos debemos un debate, hay que sacar los fueros”.
No sí, parece joda pero es joda.
El último escándalo del que hablaba en la nota pasada era el descubrimiento de “la fontanera” Leire Díez. Fontanero (plomero) les llaman en España a quienes se encargan de “limpiar” las cloacas de la política. La Leire —no se habla de les cuerpes de les persones pero ¡qué cara de loca que tiene!— le ofrecía a empresarios investigados por la Unidad Central Operativa (UCO), el órgano central de la policía judicial de la Guardia Civil española que se encarga de la investigación y persecución del crimen organizado que le contaran —así sea inventando— algo malo de la UCO para desprestigiarla.
A cambio, Leire ofrecía todo tipo de beneficios (fiscales, judiciales, etc.), algo que obviamente no podía hacer sin el permiso del partido.
¿Por qué lo hacía?
En la desesperada, los fontaneros del PSOE estaban buscando desprestigiar a la Unidad que estaba desenmascarando la trama. Es la UCO quien está investigando a los del Peugeot, a Begoña y al “hermanísimo”.
Bueno, les dije que tenía que hacer una actualización y un pedido de disculpas.
La actualización ya viene. Antes, las disculpas.
Escribí la nota previa el 30 de mayo, se publicó el 31 y les dije “este (el de la fontanera) es el último papelón hasta hoy”.
Bueno, no.
Entre el 30 y el 31, mientras escribía, ya se mandaron otro patinazo, que continúa hasta hoy.
Viernes 30
Como España se ha convertido en una enorme sala de grabaciones donde todos tienen una filtración para tirarle por la cabeza a su adversario, el 30 el Gobierno mandó a difundir un audio en uno de sus medios afines (que son muchísimos), el digital El Plural , en donde se escuchaba a un excapitán de la UCO (los malditos investigadores), Juan Vicente Bonilla, planeando colocar una bomba en el auto del Pedrosánche.
La conmoción, claro, fue grave: un policía hablando de ponerle una bomba al presidente, no es para menos. Salieron en bandada los medios afines.
Pero no sólo los periodistas afines, también los funcionarios. Así, al toque, María Jesús Montero, vicepresidenta segunda y ministra de Economía; Óscar López, ministro de Industria, Comercio y Turismo; Óscar Puente, ministro de Transporte; Mónica García, ministra de Sanidad, y Pilar Alegría, portavoz del Gobierno y ministra de Educación salieron con los tapones de punta.
Lo menos que podía pasar era que el instigador del magnicidio, Bonilla —ahora trabajando para la ciudad de Madrid, comandada por la archienemiga Isabel Ayuso—, renunciase.
Terrible la noticia con un único inconveniente.
Era absolutamente mentira.
Sábado 31
Pocas horas después, en la madrugada del sábado, uno de los medios más serios y crítico opositor al Gobierno (en realidad, su oposición consiste en no mentir), The Objective —cuando sea grande quiero trabajar ahí, mangazo directo a su director Álvaro Nieto—, demostró que la cinta difundida había sido alterada.
Bonilla nunca dijo que quería ponerle una bomba al auto del Pedrosánche.
Lo que había dicho, en tono de broma, era que temía que a él le pusieran una bomba.
O sea, alguien se había tomado el trabajo de borrar algunas frases y cambiar el tono de toda la charla.
Alguien a quien le interesaba desprestigiar a la UCO.
Sí, el PSOE y el Gobierno son los únicos interesados en eso.
Es la demostración que faltaba.
Están dispuestos a todo.
Pedrosánche está dispuesto a todo.
Cuando The Objective mostró la fake news de un Gobierno que se lo pasa acusando de inventar fake news a los “seudomedios” (donde siempre colocó a The Objective), algunos medios más grandes que habían caído en la trampa, como la Televisión Pública Española o La Sexta, pidieron disculpas. Pero no todos aclararon el error.
Lo más raro es que quienes no sintieron necesidad de desmentir “el bulo” (como llaman en España a las mentiras deliberadas) fueron los ministros.
Ninguno de quienes pidieron la cabeza del “policía que planeaba el asesinato del presidente” se sintió en la necesidad de decir: “Perdona tío, no era así, eh”.
Lo que habían dicho era tan grave como para reconocerlo pero aplicaron el “si pasa, pasa” y siguieron de cachondeo.
No fue lo peor.
Domingo 1ro
Al día siguiente de la desmentida, cuando ya todos sabían que las cintas habían sido manipuladas, el vocero del PSOE en el Congreso, Patxi López, insistió con la mentira. La ministra de Sanidad, también. Ya sabían que era una manipulación, pero no les importó.
Lo que había que hacer era tapar toda la corrupción que se estaba descubriendo. Sabían que habría una bomba que estallaría muy pronto. Decidieron cambiar la conversación.
No pudieron.
El principal partido de la oposición, el Partido Popular, respondió como si fuese 1980: una marcha en la calle, ese domingo bajo un sol de 40 grados.
Del lunes 2 al miércoles 4
Fue el capítulo previo en el que explota la miniserie, ese que te dejan con ¿qué más puede pasar?, ¿y cuando se enteren, qué?, entonces no sabés cómo va a seguir, qué personaje pasa a la temporada siguiente, cuál muere o se va para siempre.
Desinflada la bomba que nunca se planeó, la que venía y de la que todo el mundo hablaba era la bomba que estaba preparando la maldita UCO.
Los medios afines, el PSOE y el Gobierno aseguraban que no habría nada importante en ese informe.
Los opositores y los medios críticos daban pistas de lo que se venía.
El infierno tan temido estaba por llegar.
Y llegó.
Jueves 5
La UCO le entrega al juez el informe.
Todo parece indicar que es mucho peor de lo temido.
Ya no es House of Gazpacho.
Eran Los Cerdanos con toda la basura de New Jersey encima.
Ya no es solamente un negociado con “mascarillas”.
Lo que se empieza a saber involucra coimas multimillonarias en euros, licitaciones amañadas de obra pública, negocios con Venezuela y México, todo regado con la alegría brasileña de prostitutas, chicas de catálogo y otras delicias de un partido que se presenta como feminista y proabolicionista de la prostitución.
Por supuesto, en manada funcionarios y periodistas “palmeros” (como le dicen en España a nuestras focas aplaudidoras) salieron a decir que no era cierto todo eso, que andá a saber qué dice el informe, que mejor esperemos. Entraron en zona de “en una de estas el informe no existe, nadie lo vio”.
Si lo creían de verdad, pobres, porque lo que apareció después fue mucho, mucho, mucho peor de lo que podían esperar.
Martes 10
Imposible mantener la estructura de un edificio con dos escarbadientes, que es lo que intentan hacer los palmeros y funcionarios diciendo “no es cierto, no es cierto”.
Sin que nadie entienda bien por qué, la UCO hace registros intensos en oficinas de Valencia, Navarra, Granada y Vizcaya.
¿Qué buscaban?
El silencio del Pedrosánche —antes siempre dispuesto a sonreír frente a las cámaras— era evidente.
Hacía semanas que no aparecía en la televisión a decir, casi como Milei, que es el mejor Gobierno que ha tenido jamás su país. La vanidad no reconoce ideologías.
¿Qué hay en el informe?
Las filtraciones eran cada vez más vergonzantes.
Ay, cómo la estiran los guionistas, la serie está buena pero ya basta de dilaciones.
Cuando parecía que pasábamos al capítulo esencial, metieron un gancho de comedia inesperado y saltamos de los sillones.
En esos registros en Valencia llegaron a la casa de José Luis Ábalos. Uno se preguntaba: ¿tan gil va a ser Ábalos de guardar algo en su casa un año después de estar bajo investigación?
Seguro que es todo un “para que parezca que estamos haciendo algo”.
Bueno.
No.
Documentos, dispositivos electrónicos, teléfonos, de todo había.
Y algo más, porque con Ábalos siempre hay “algo más”.
Este algo más se llama Anaís Martínez, también conocida en el mundo del porno como Letizia Hilton, tan estrella que hasta tiene videos con el famosísimo Niño Polla, el gran entretenedor del porno español.
Anaís fue quien, a las siete y media de la mañana, les abrió la puerta a los policías. Se presentó como una chica que le limpia a Ábalos (no dijo qué) y le pasea el perro. En un momento de la mañana, Ábalos le pide a Anaís que saque a pasear el perro pero que antes “pase por la cocina” para tomar algo para desayunar.
Anaís Letizia Hilton pasa por la cocina y toma algo.
Un disco duro.
Y se lo mete en la bombacha.
Quizás estaba ensayando un papel, vaya uno a saber.
Lo cierto es que un policía la ve, le avisa a una mujer policía que la cachea y le encuentra el disco duro justo ahí, donde las chicas llevan mis iniciales.
Al tiempo, Ábalos confirma que sí, que eso había pasado.
Y que en el disco duro había conversaciones con varios ministros y… con Pedrosánche.
La pregunta es: ¿esto estaba todo arreglado? ¿Cómo va a dejar tanta información a mano un año después de que lo buscan? ¿Separar tan claramente el disco duro de todo lo demás en una maniobra tan burda, no habrá estado preparado?
¿Por qué casualmente la policía llevó a una mujer? ¿Ya sabían que tenían que cachear a una chica?
¿No será que Ábalos está colaborando y no quería hacerlo obvio?
Fin del capítulo y ¡dale Netflix poneme el otro ya!
Jueves 12
El día en que España tembló.
La bomba tan temida explota.
Se levanta el secreto de sumario.
Cuatrocientas noventa páginas leídas en diagonal no sólo por los comentaristas de radio y televisión. Ya verán por quién más, porque la miniserie está buenísima.
Agacharse que aparecen las esquirlas.
Y hay para todos los gustos.
Menos para Santos Cerdán.
Hasta el momento parecía que el exministro Ábalos manejaba la trama, que Koldo era un tonto grandote que hacía de chico de los mandados y los trabajos sucios y Santos Cerdán cobraba cada tanto pero sin mayor incidencia. ¡Ja!
Hay que recordar que cuando lo echan a Ábalos por corrupto del puesto de secretario general del PSOE, el que lo reemplaza es Santos Cerdán. Es más, es él el que lo echa (ojo este dato que se pone divertidísimo cerca del final).
Giro de guion inesperado: todo indica que Santos Cerdán (que nada ingenuamente le metió a Ábalos a Koldo como chofer ya en la época del Peugeot, ¿recuerdan, no?) era el que manejaba todo.
Que la sociedad original era Koldo/Santos Cerdán en Navarra, de donde eran los dos y ahí comenzaron con las “mordidas” (coimas).
Que después, como Santos Cerdán solía quedarse con plata de las “mordidas” (sí, como buenos ladrones se robaban entre pungas) que le pertenecían a ellos, Koldo y Ábalos formaron una sociedad que desconfiaba del patrón original, Santos Cerdán. En realidad, vemos ahora, todos desconfían de todos.
En Navarra había un centro de corrupción.
Las constructoras Acciona y Servinabar pagaban al trío más mentado (Cerdán, Ábalos, Koldo) a cambio de garantizar adjudicaciones.
Aparecieron conversaciones grabadas donde Cerdán y Koldo discutían pagos de más de medio millón de euros y cómo se los repartirían. Contratos para los túneles de Belate en Navarra por 76 millones de euros o la explotación minera de potasa están ahora bajo la mira.
Todo era tan casero y chapucero que para que algo de la plata que cobraban Servinabar o Acciona pasase al trío y se blanquease, lo hacían a través de facturas falsas del bar Franky, de Pamplona, que le cobraba a Servinabar unas cenas fastuosas, la empresa le pagaba al restaurante en efectivo y pasaba después Koldo a cobrar en el trencito de la alegría.
Tan confiados estaban que hay transferencias hasta el día mismo en que las oficinas estaban siendo registradas, el martes 10.
Como la miniserie estaba cayendo en el aburrimiento, se viene otra genialidad de los guionistas.
Encuentran un papel que demuestra que Santos Cerdán era dueño del 43% de Servinabar. O sea, el tipo como empresario se daba a él mismo como funcionario una coima para que su empresa se quedase con la obra.
Y cobraba tanto la coima como la obra.
Pero hay que decir en defensa de estos truchos que no llegaron al nivel de berretada del kirchnerismo argentino, que le pagó las obras a Lázaro Báez y las obras no se hicieron. Al menos los túneles de Belate existen, no como las rutas provinciales 25 y dos de Santa Cruz, entre tantas otras ausencias.
CFK también estuvo en todos los lados del mostrador y las rutas no se hicieron, por más que nuestra perfumada colonia artística crea que mamacita tobillera está presa porque amaba a los pobres.
Secundarios
A veces aparecen personajes en la miniserie que los guionistas no saben si estarán por un solo capítulo o su presencia se impone hasta el final. Es lo que les debe estar pasando con María Chivite, presidenta de Navarra desde 2019 y secretaria general del Partido Socialista de Navarra, que ese mismo jueves 12, cuando se hizo público el informe, casi llora en cámaras diciendo que: “El informe de la UCO no se corresponde con la persona que es mi amigo”.
Habrá que ver cuánto no se corresponde, ya que Santos Cerdán fue su mentor político y el tío de María, Óscar Chivite, fue el encargado de dar los contratos a las empresas de la coima, Servinabar y Acciona.
En el PSOE actual, todo queda en familia.
Una familia tipo Sopranos pero familia al fin.
Los Cerdanos.
Además, los medios cuentan que Chivite incluyó a Koldo y su esposa, Patricia Úriz, en listas electorales al Parlamento de Navarra, y que su portavoz, Ainhoa Unzu, incluyó a Nikoleta Neacsu… (tendrán que revisar la nota anterior, Nikoleta era “amiga” de Koldo desde la época del puticlub) en listas electorales. Me adelanto unos días para contar que Ainhoa asumió el 20 como portavoz del PSOE Navarra reemplazando a Ramón Alzórriz, que tuvo que renunciar porque su novia estaba alegremente trabajando en la empresa Servinabar (la de Santos Cerdán, que recibía los alegres contratos del tío de la presidenta de Navarra) y no se lo había contado a nadie.
Sí, la versión oficial es que la mano derecha de María Chivite renunció porque su novia trabajaba en una empresa y la presidenta no lo sabía.
Baches de los guionistas, andá a saber.
Pero nombré a Nikoleta y abrí la puerta para lo que están buscando, chanchitos.
¡El puterío!
Porque entre tanto trabajo denodado, alguna alegría habría que tener. Ya conté en la nota anterior las fiestas con prostitutas brasileñas en los hoteles oficiales del Estado español, pero eso es menor al lado de lo que iba a aparecer en la bomba del 12 de junio.
“Soy feminista porque soy socialista” había dicho José Luis Ábalos en un spot del PSOE por el Día de la Mujer, cuando todavía no le metía discos duros en las bombachas a actrices porno.
Se mostraba como su partido, políticamente correcto, inclusivo y feminista, lo cual es difícil de compaginar con el diálogo que tuvo con Koldo y que toda España escuchó azorada:
Koldo: —Te tengo preparada una… A la Ariadna, que está bien, que está rebién, está perfecta.
Ábalos: —Y la colombiana.
Koldo: —Y la colombiana nueva.
Ábalos: —Y la otra.
Koldo: —No, si yo quiero a la otra también, pero era porque cambiaras tú. Pero a ti te gusta más Ariadna.
Ábalos: —No sé, la Carlota, se enrolla que te cagas.
Koldo: —Pues, la que tú quieras. O Ariadna y Carlota y a tomar por culo.
Debo decir que cuando escuché: “La Carlota se enrolla que te cagas” pensé sí, en la letra de uno de esos reguetones machirulos que tanto les gustan a las chicas de hoy. “La Carlota se enrolla que te cagas” pero con tonada boricua, no española.
Las feministas del PSOE quedaron duras pero no sabían un dato que habla de lo inclusivo que siempre fue Cerdán.
“La colombiana nueva”, según ella misma dijo, es Valerí Cuéllar, una chica trans que ahora cuenta orgías en Madrid y Valencia con el exministro y otras siete chicas más.
Como para enrollarse que te cagas.
Los datos coinciden con investigaciones de la UCO, aunque Ábalos tuiteó de manera muy poco inclusiva: “No conozco de nada al tal ‘Valeri Cuéllar’. Nunca antes sabía ni siquiera de su existencia. Lo que es indudable es que se trata de un personaje siniestro que se apunta al circo mediático para adquirir notoriedad”.
En fin, que no sería la única chica que pondría en líos al exministro, ya tuvimos a la compañera del Niño Polla, ahora a la trans colombiana Valerí Cuéllar y falta todavía Andrea, pero esperen, porque los guionistas han dejado para los últimos capítulos otra situación descacharrante.
Por ahora sigamos con ese trepidante 12 de junio español, una maratón de capítulos inolvidables, de esos que van pasando, pasando y querés más y más y Netflix te pregunta si seguís mirando o si te dormiste.
¿Cómo te vas a dormir si ahora por primera vez el Pedrosánche da la cara?
Bueno, “da la cara” es una manera de decir porque apareció ante cámaras tan demacrado que no parecía él.
¿Era él?
Sí, pero demostrando que el contouring no tiene ideología porque va desde ¡la libertad carajo! de Milei hasta el socialismo de Sánchez. Así apareció el Pedrosánche, con la cara maquillada (eso es contouring , señores, hay que saber de maquillaje para hablar de política española) para parecer más afligido, imagínense, su amigo de toda la vida, el Santos Cerdán, quién iba a imaginar, un vulgar ladrón desde hacía 20 años, ¿a quién se le podría ocurrir?
Bueno, a cualquiera se le podía ocurrir.
Pedrosánche primero lo puso a Ábalos como secretario general del PSOE y cuando lo hicieron renunciar por chorro, metió a Santos Cerdán.
¡El segundo secretario general del PSOE que el Pedrosánche elige y que también tuvo que irse por chorro!
La casualidad permanente, diría un presidente argentino insólitamente resucitado en los últimos tiempos.
Para que quedase claro que era un problema del partido y no del Gobierno (como si los curros pudieran hacerse sin la participación de ministros y no hubieran ocurrido justamente porque se manejaban los resortes del Estado), el Pedrosánche se presentó en la sede del Partido, no en la casa de gobierno.
La expectativa española era casi como la de unos días antes, el 9, cuando después de cinco horas y media y cinco sets, Carlos Alcaraz se llevaba el trofeo de Roland Garros.
¿Qué anunciaría el presidente?
¿Renuncia?
¿Llamado a elecciones?
Qué intríngulis chíngulis.
Bueno, no.
Habló de la transparencia de su partido y pidió prudencia.
Qué quieren que les diga, para mí es un exceso de los guionistas que pongan al protagonista a pedirle al público una cantidad inusitada de credulidad porque el Pedrosánche le quiere hacer creer al mundo que él no sabía nada.
“Qué sé yo —habrá dicho el ingenuo del Pedrosánche en los días y días que pasó con los tránsfugas en el Peugeot— hablaban de cómo se enrollaba la colombiana, yo pensé que era una serpiente de la selva tropical o algo así”.
No se enteró de nada.
No vio nada.
La pregunta de todos los analistas es: ¿qué es peor? ¿Que estuviera metido en el curro durante 10 años? ¿O que durante 10 años pasó todo lo que pasó frente a sus ojos y no se dio cuenta de nada?
El famoso ¿es “hijo de puta” o “boludo”?, pero en España. Dicho esto con el mayor de los respetos, es sólo una categorización.
Si aún retienen un dato de esta nota, recordarán que dije que no sólo los periodistas devoraron ese jueves las 490 páginas del informe, leyendo en diagonal.
Había alguien más.
El mismo Santos Cerdán, quien en su banca de diputados, mientras todos hablaban de él, miraba en su telefonito todo lo que estaba saliendo.
Lo fotografiaron desde arriba leyendo su prontuario mientras se hacía público.
Esa foto será sin dudas una de las fotos del año español.
El corrupto clandestino que mira clandestinamente cómo toda su clandestinidad se desmorona en segundos sin poder hacer nada.
Minutos más tarde, Santos Cerdán volvió a ratificar su inocencia: yo no fui, yo no vi, yo no estaba. Presentó su renuncia al partido para no mancharlo. Desmintiendo eso de lo que se enorgullecía el Pedrosánche, que “no hay corrupción cero pero sí hay rapidez en denunciarla”, recién ahí le pidieron la renuncia al partido al exministro Ábalos, un año después de que sus líos salieran a la luz.
No, no es cierto que el PSOE haya reaccionado inmediatamente.
Si cualquier lector de Seúl ya sabía a fines del mes pasado todo esto.
Ahora bien, si el lector es avezado consumidor de novelas policiales ya se habrá hecho una pregunta.
¿De dónde salió la información del informe de la UCO?
¿Por qué hay tantas grabaciones y tantas están en manos de la prensa?
Porque el simplote Koldo, el que subió de portero de putero a mano derecha de las dos manos derechas del Pedrosánche, digitador de licitaciones y encuentros internacionales, grabó todo desde mucho antes que todo comenzase.
Horas y horas de grabaciones donde todos están escrachados encontraron en la casa de Koldo el año pasado cuando entraron a registrarla.
Hay un dato que ahora llama la atención de los investigadores.
Hay una grabación del momento en que la policía entra en la casa de Koldo. ¿Por qué? ¿Quién tiene una cámara apuntando directamente al lugar en donde se escondían sus carpetas? ¿O será que Koldo ya venía colaborando con la UCO para poder negociar su libertad? ¿Es el mismo caso que la bombacha de Letizia Hilton? ¿Son todos avisos a navegantes para que todos sepan “ojito conmigo que si no me salvan, tiro de la cuerda y caen todos”?
No sí, para dejarte ganchos los guionistas de Los Cerdanos son geniales. ¿Cómo no comerse las uñas de los nervios para ver cómo sigue?
Todo está grabado.
Los curros.
Las putas.
Las amenazas.
Y eso es lo que el PSOE del Pedrosánche más teme ahora.
¿Quién más puede caer?
¿Qué negocio falta por saltar?
¿Llegará el momento en que se escucha una grabación del Pedrosánche?
¿Cuánto falta?
Cuando le preguntaron a la ministra Pilar Alegría sobre quién más podía aparecer en las grabaciones, a la señora se le cayó el apellido. “No sé”, dijo. Sí, no dijo “nadie, claro, no somos corruptos”. Dijo “no sé”. O sea, “cualquiera de nosotros puede estar manchado”.
Ya sé, esto se está poniendo demasiado largo y complicado, lleno de nombres desconocidos como una nota de Pagni o de Verbitsky en los tiempos en que los otros y no él robaban para la corona.
Es tan difícil resumir esos días llenos de filtraciones.
Me salteo algunos hechos hermosos, como una nueva “conferencia de prensa” del Pedrosánche donde se enojó porque decían que era amigo de tres corruptos ya que, según él, “a Koldo casi no lo conozco”. Dos vaya y pase pero tres, ¡cómo se les ocurre!
Casi 40 de los nombres más importantes de la historia del PSOE escribieron una carta pública pidiendo elecciones y que Pedrosánche se vaya.
La contestación no se hizo esperar. Los nuevos PSOE dicen que los pilares fundacionales del partido hoy forman “el club de los resentidos” dándole así una patada a la historia del que fuera el mayor partido socialdemócrata de Europa y uno de los más importantes del mundo.
Domingo 22
Koldo y Ábalos se juntan misteriosamente durante cuatro horas. Qué intriga.
Lunes 23
Tanto Koldo como Ábalos tienen que declarar ante tribunales.
Todo parecía indicar que iban a prender el ventilador.
No lo hicieron.
Se comenta que Koldo en esa reunión del domingo le mostró “algo” a Ábalos que lo obligó a callarse la boca. Como Reutemann cuando vio algo que no le gustó y salió corriendo, dirían los memoriosos argentinos.
Lo cierto es que Ábalos sólo dijo “ese que habla ahí no soy yo”.
Y listo.
¿Qué más tiene grabado Koldo que asustó a Ábalos, si es que eso es lo que pasó?
Basta de intriga, guionistas, así no puedo, esto está más enredado que Slow Horses.
Empezaba la última semana del mes y todavía faltaba Andrea.
Miércoles 25
En mi programa preferido de la televisión española, Espejo Público de Antena 3, cortan todo de golpe y anuncian lo que nadie esperaba. Una entrevista con Andrea, una de las exnovias de Ábalos, la que al menos le duró cuatro años. Andrea sale en directo hablando con la presentadora Susanna Griso (algún día debería hablar de Susanna Griso). Más estudiadas no podían ser las respuestas de los 40 minutos de entrevista. La pobre Andrea, además de lloriquear por la ruptura con ese hombre bueno que es Ábalos, repite como loro todas cosas que podrían ayudar a Ábalos en sus causas. Y tira como al pasar que ella estaba presente el día en que Santos Cerdán fue a la casa de ellos a decirle a Ábalos que renunciara, que estaba demasiado sucio. Y agregó, de cuerpito gentil, que el tal Santos Cerdán le ofreció a Ábalos, a cambio de su “colaboración”, que el PSOE le pagaría toda la asistencia judicial, que le darían espacios en tertulias televisadas (programas de debate) y por qué no, alguna embajada en Latinoamérica, siempre dispuestos los políticos de nuestro subcontinente a recibir políticos corruptos, en una especie de internacional corrupta en castellano. Ante la pregunta de si el Pedrosánche sabía de esto, Andrea fue clara: Sí, él era quien lo proponía a través de Santos Cerdán.
Señores, hago lo posible por darle contexto a esta miniserie que ya va para serie.
Me quedan afuera dos nuevos patinazos pero entiendan que se me explotó la cabeza escribiendo este ensayo. Uno, la bravuconada del Pedrosánche en la OTAN y dos, y más importante, la aceptación por parte del tribunal constitucional de la amnistía para quienes en “El procés” de 2015 hicieron violentamente lo que hasta hace poco se conocía como un intento de golpe de Estado pero que ahora fue perdonado porque a Pedrosánche le conviene para seguir en el Gobierno, por los negociados que tiene con el independentismo catalán.
Este último tema es fundamental y ha hecho que un histórico del PSOE, Felipe González, anunciara que no va a votar al partido que lo vio crecer en política y que lo llevó a jefe de gobierno.
Pero eso quedará para el último sábado de julio.
Ah, y el último día de junio, el 30, Santos Cerdán declara en el juzgado.
Va a demostrar que es inocente de toda inocencia.
Dijo él, qué sé yo.
Había que dejar un gancho para la nueva temporada.
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